EL PASADO
Era
una noche sin luna ni estrellas, era una noche triste y silenciosa, cuando una
mujer gritaba en una cabaña. Era un dolor indescriptible y sin piedad, muchas
lágrimas y emociones encontradas corrían
por las mejillas de aquella mujer, que parecía morir, y era que deseaba morir,
y para que vivir si el dolor la arropaba y no parecía tener fin. Solo la ayudaba
su mejor amiga de siempre, y que a escondida de su familia en la cual nunca se
enteró que estaba embarazada y que no tenía el valor de decirle ya que pronto
iría a la universidad con una beca como la mejor estudiante de su promoción.
Solo
sabía que estaba embarazada, y su novio,
que por su juventud no supo asumir el papel de padre de un niño que vendría al
mundo. Ella tampoco tenía la madurez de asumir el rol de madre, ya que también era
una niña.
ELLA
ESTÁ DE VUELTA
Tres
días había desaparecido Marisol y Lupe asumió su papel de cocinera de la casa
conjuntamente con Maxi. Lo único que se supo de Marisol por parte de
Ignacio que fue premiada para una
estadía con los gastos pagos en un club de la familia cerca de la playa.
Marisol
entró por la puerta lateral de la mansión que da a la cocina, encontrándose con
Lupe:
--¿Dónde
estaba Marisol? Me tenía preocupada
-Estoy
bien muchacha, ¿Cómo han estados las cosas por aquí?
-Es
duro no tenerte aquí Marisol, me costó aprender en dónde están las cosas,
aunque no serví de nada ja ja ja… todo lo hacía Maxi
Ya
estoy aquí muchacha, y póngase hacer los quehaceres que ya vengo… voy a mi
habitación un momento.
Marisol
se dirigió a su cuarto y sintió que ya no era la misma, eran dos noches largas
sin poder saber en qué parte estaba y solo recordaba el rostro intimidante de
Regia cuando comenzó a preguntarle lo que sabía de ella.
Esa
noche cuando Ignacio y el hombre vestido de negro con máscara de porcelana la subió al carro no supo de ella, solo
recordó que a su lado estaba Karla herida. Había pasajes en su memoria que el
camino se le hizo largo y que llegó a una casa en el bosque y allí el hombre de
negro la cargó y la ató en una silla.
Marisol
estaba tan embriagada que sus palabras divagaban entre pedir ayudar y quedarse
despierta, hasta recordar que Ignacio la bañaba con agua fría y le daba tazas
de café para que despertara. Recordaba que Ignacio le pedía a Regia que si
podía encargarse de su cuerpo pero Regia solo lo miraba tiernamente y le negaba
tiernamente.
-
Marisol, Marisol, Marisol, acaso creías que no me iba a dar cuenta que entraste
a mi cuarto y que hurgaste entre mis
cosas.
- No
señora disculpa, fue un error de mi parte
-
¿Crees que soy tonta Marisol? ¿Crees que no sabe qué hacen cada uno de ustedes
en mi casa?
-Señora
perdón, perdóname mi señora, no diré nada, soy una tumba mi señora… En donde
está Karla…
Regia
empezó a llorar, mientras pasaba el puñal por el rostro de Marisol. Y Dijo:
- Tu
y nadie más que tú eres la culpable que mi Wichito sea un asesino, tú y más
nadie que tú eres la culpable que Karla no esté viva y tú más nadie que tú eres
culpable que esté aquí perdiendo mi belleza cuando debería estar durmiendo, de
interrumpir mi paz y de romper mi promesa de no llevar a la gloria a alguien
más.
Marisol
recordaba el rostro de Ignacio de maldad y no era aquel niño inocente que
caminaba por la casa detrás de Regia solo para tener su aprobación. Esta vez
era un hombre fuerte, atrevido y lleno de maldad. A cada instante le vaciaba un
balde de agua fría en la cabeza de Marisol.
-
Karla está muerta verdad, mataron a Karla, y me mataran también verdad, no
saldré viva de aquí, auxilio por favor ayúdenme…
Marisol
comenzó a gritar tan fuerte que quedó afónica.
-
Grita todo lo que quieras, que nadie te va a oír –decía Ignacio con una sonrisa
de malicia
Regia
volvió a tomar la palabra:
-
Pero sabes algo que me gusta de ti… y te diré que es tu ambición, te gusta la
buena vida… y yo puedo darte todo Marisol, puedo darte lo que te gusta… dinero,
joyas, carro, viajes y lo que me pidas, solo tienes que estar a mi disposición.
-No
quiero nada de usted señora… por favor suélteme y no digo nada.
- No
puedo dejarte ir Marisol… o estás a disposición de mí y te doy todo lo que
nunca tuviste o mueres aquí mismo.
Ignacio
empezó a reír.
- No
señora no quiero morir…
-
Buena elección Marisol… Mañana irás con Ignacio a las mejores tiendas de la
cuidad, te compra lo que quieras y pasarás dos día en la playa…
- No
hace falta mi señora.
- Eso
era lo que querías Marisol… dinero, era eso Marisol mucho dinero… te ayudaré en
todo… mira aquí tienes este dinero para
que pagues la hipoteca de tu casa… tus deudas han sido saldadas.
-
Gracias señora, usted es muy buena conmigo… y qué quieres a cambio señora…
- Como
crees Marisol que quiero algo a cambio, solo disfruta de tu fortuna… solo me
firma este documento…
Marisol
desde esa noche firmó su sentencia y le entregó su alma a Regia.
DESPUÉS
DE LA MISA
Diana
se encontraba indignada por la ausencia de Rafael, y salió de la iglesia
sentándose afuera melancólicamente, de repente su alegría se convirtió en
tristeza y sacó de la cartera una pequeña botella de licor y le dio un sorbo.
-No
importa Diana, lo verás otro día, te aseguro que ésta noche mismo se aparece en
el bar –Dijo Raquel mientras la acompañaba en su tristeza.
-No es
eso… es mucho más que eso Raquel, llevo un dolor en el alma que me carcome
lentamente y quiero gritar ese dolor pero debo callar y llevarme este secreto a
la tumba.
-Puedes
decirme Diana, soy tu amiga…
Diana
se secó sus lágrimas y le dio otro sorbo a la botella.
-Lo
que pasa Raquel que juré no decir nada…
De
pronto apareció Kimi y Javier tomados de brazos.
-Tiempo
sin verte Diana –Dijo Kimi mirándola a los ojos
-Qué
haces aquí Kimi…
-Soy
allegada a la familia y vine dar mis condolecías
-No
sabía de ti, desde aquella vez…
Kimi
interrumpió
-Desde
aquella vez nada Diana, no ha pasado nada, aguarda silencio…
Javier
no perdió la oportunidad para extender la mano y conocer a Raquel, ya que a
Diana la conocía desde el mismo momento
que dejó ser amiga de Kimi
-Es
un gusto conocerla señorita
Raquel
lo miró de arriba abajo con desprecio.
-Es
un gusto caballero... vámonos Diana es tarde… dónde estará Stephanie… se
quedará, ya vámonos.
Raquel
y Diana se levantaron y se perdieron entre la gente que no dejaba de mirarlas,
pero que ellas no les importaba porque sabía que cada hombre honesto y buen
educado que ahora disimulan despreciarla, se la pasaban en el bar mirando sus
baile, ellas sabían las historias de impotencia con sus mujeres, esas mujeres
que no sabían complacerlos y que ellas son las que guardaba el secreto de la
impotencia y frustraciones de su hogar.
ENTRE
FAMILIA
-Quiero
que te vayas con nosotros –Dijo Helena
-Que
no me voy con ustedes –le repetía Stephanie una y otra vez.
-Mis
padres están preocupados por ti –Siguió Martín
-Dígale
que estoy bien. Y que me puedo valer por mí misma.
-No
vas a poder sobrevivir sola –Volvió a decir Helena
-Hasta
ahora lo he hecho, sin ayuda de ninguno de ustedes.
-Pero
si estás trabajando en un bar de puta –repetía Martín moviendo la cabeza en
negación.
-No
soy puta, soy mesonera y hasta ahora no he tenido que entregar mi cuerpo para
ganarme el plato de comida, pero si tengo que ser puta… lo haré y prefiero eso
que estar al lado de ustedes.
-Haz lo que quieras pero te vas arrepentir, y pronto volverás con nosotros –Finalizó Helena
Desde que la familia decidió confesarle a Stephanie de cuál era su trabajo y cómo se ganaban la vida, ella decidió apartarse de ella. Después de ver morir a un grupo de jóvenes por el control de una zona.
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