Ads 468x60px

Last Video

lunes, 28 de febrero de 2022

SOLIDARIDAD PARA UCRANIA

Las lágrimas ruedan por mi rostro al ver la cruda realidad de lo que sucede en Ucrania. Pensé que al llegar a España, pues, se aplacaría un  poco la tristeza al observar tanto dolor que sufre mi pueblo, colmado de injusticia, impotencia y sufrimiento.

Esta nueva realidad es muy dolorosa y se me rompe el corazón. Siempre es culpa de los que tienen poder en la política. Y el pueblo más atrás siguiendo órdenes.

No solo Ucrania está perdiendo con toda esta situación, sino también la mismísima Rusia. Es la gente que la conforma quien paga las consecuencias.

Oremos a Dios para que esta guerra termine lo más rápido posible.

domingo, 27 de febrero de 2022

UN DÍA EN EL CAMPO X

 Los dos jóvenes caminaban por los alrededores de la casa, mientras los niños los seguían a escondidas, En su inocencias querían seguir a quienes ello creían idolatrar.

El hijo del capataz en el transcurso del día, montaba a los niños en el caballo, por lo que creó fascinación por este.

La niña de la casa entrelazó sus manos con la de él. Se miraban tiernamente pero no se atrevían hacer nada.

Seguían divagando entre palabras, pero sus corazones palpitaban cada vez más. 

El cielo estaba despejado, y en medio de la oscuridad las estrellas iluminaban aún más. Se podían ver las sombras de las matas con el reflejo de la luna, y cada vez los jóvenes se adentraban a la sabana.

De vez en cuando pasaba un peón de la casa de los obreros a la casa principal.

Cada vez se acercaban más, ella por miedo al rosar la paja en los pies, y el la sostenía cada vez más fuerte. 

Ella comenzó a sentir su respiración y se quedaron mirando frente a frente mientras él asustado le tocó sus labios con aprensión. 


viernes, 25 de febrero de 2022

UN DÍA EN EL CAMPO IX

La noche es larga. Y el sueño golpea a los que se levantan en la madrugada. Se puede escuchar el cri cri de los grillos y en chillido del los cerdos a lo lejos.

En la noche el ruido es más sensible, hasta el rechinar de la puerta molesta a las mujeres quienes le dicen a los niños que dejen la puerta.

En la noche la temperatura baja rápidamente, por lo que se hace el último termo de café. La tinajera está llena para el día siguiente. 

Y de repente se acerca los murciélagos con el almendrón en sus patas.

jueves, 24 de febrero de 2022

UN DÍA EN EL CAMPO VIII

Todos sentados en el patio hasta el anochecer, los más jóvenes se juntan para ir al riachuelo. Los niños más grande cuida de los más pequeños. 

Las mujeres siguen conversando en los chinchorros guindado en el patio. Y las gallinas comienza a recoger sus polluelos bajo de sus alas.

El cielo con sus matice resplandece la sabana y ya el ganado está cerca, junto con los peones y los perros.

Desde lejos se escuchan los monos y el mugir de las vacas. El gallo llama a sus gallinas, los pájaros dejaron la algarabía desde hace rato y comienza aparecer algunos murciélagos. 

miércoles, 23 de febrero de 2022

UN DÍA EN EL CAMPO VII

 _¡Vete pa`ya muchacho, hace calor!

Dice la mamá a su hijo quien busca mimo y se acurruca entre sus brazos. El muchacho un poco desorientado sigue sentado en las piernas de esta.

Después del almuerzo. Todos están sentados, bajo los árboles de mangos para escuchar los cuentos de los más viejos. Siempre está el vecino que su rostro jovial, proclama versos y prosas a los presentes.

Antes de ir a recoger el ganado echan el último juego de cartas. Llega el atardecer sin previo aviso. Los perros comienzan a latir a los extraños. Son los vecinos más cercanos que se reúnen hasta el anochecer.

martes, 22 de febrero de 2022

UN DÍA EN EL CAMPO VI

Después del medio día, las mujeres regresan a casa, la abuela ya tiene l paila en el fogón, con leña que se buscó en el monto. El encargado de buscarlo es el hijo de la vecina, quien lo hace con unas cuantas monedas.

Los hombres reposan bajo la churuata después de haber dejado el ganado a pastar. Las mujeres y los niños se cambian de ropa de misa y cada quien se pone hacer sus quehaceres. Los más jóvenes se van al chinchorro a tomar el frescor mientras las mujeres a la cocina para tomar café y la comida del medio día.

El sol está más resplandeciente que nunca y como es domingo se come sopa. Los platos ya están listo para servir, y los vasos junto a la tinaja. Y los primeros en empezar a comer son los niños, seguidamente del dueño de finca, los hombre y finalmente las mujeres. Cada quien se come la comida como puede, algunos en la mesa, otro en el banco, chinchorro o bajo de la manta de mango. 

domingo, 20 de febrero de 2022

UN DÍA EN EL CAMPO V

En un domingo como hoy, se coloca el mejor traje para asistir a la iglesia más cercana. Desde aquí se  puede ver a las vecinas que también sale a la iglesia. Hace un poco de fresco, por lo que pongo la chaqueta. 

El ganado está pastando y el queso se está cuajando. Hoy el patrón se a encargado del queso, aquí lo está esperando el café caliente con un poco de huevos revueltos y algo de mermelada en el pan tostado.

Solo hoy utilizo tacones, y es incómodo caminar por el barro seco. Siento las piedras en la planta del pie y quisiera caminar descalza. 

La cartera terciada con algunos papeles vencidos cuando fui al pueblo y algunas monedas para la ofrenda. 

Ya  vamos bajando, acompañada de María, la niña Esther y doña Margarita, esta doña si que va bien  elegante.

sábado, 19 de febrero de 2022

UN DÍA EN EL CAMPO IV

Los niños sucios de mango corretean por el corredor detrás de las gallinas. Doña María comienza a preparar el almuerzo. Un inmenso canarín de carne picada con aliños y algo de verduras. 

Los peones regresan a caballo del inmenso sol que está fuerte. El cielo está despejado y el sol pega fuerte. El ganado está sombreando bajo ceibas en medio de la sabana, todos errados, con números y nombre bautizados por el patrón,

La mesa está puesta, con una botella de picante y crema de leche, la pila de platos y cubiertos en un vaso, 

Los hombres se acercan uno a uno, a la mesa. Y la  niña de la casa se sobre salta al escuchar la voz del hijo del capataz, llamado Juan.

viernes, 18 de febrero de 2022

UN DÍA EN EL CAMPO III

 Las mujeres escuchan música mientras lavan los platos en la batea del solar, los niños comienzan a jugar con los perros flacuchos que están recostado bajo la sombra de las isoras, que de vez en cuando se rascan con los tallos.

El oleaje de la brisa fresca alza el polvo de los caminos, mientras doña María saca agua del pozo improvisado por los hombres de la casa.

Los pavos alegran el patio con su cantar singular, el camino se hace visible de las hormigas que se comen la mata de guayaba, cargando trozos de hojas al hormiguero y el gavilán desde lo alto de un árbol augura su alimento en los polluelos. 

La niña de la casa con su vestido más arriba de la rodilla mira de reojos al hijo del capataz, tres años menor que ella  

jueves, 17 de febrero de 2022

UN DÍA EN EL CAMPO II

El amanecer siempre es frío, y la brisa se enreda entre los árboles que estos empiezan a tener su propia melodía. Los pájaros en su algarabía nos alegra con su canto y los perros echados junto a la puerta esperan que su amo le de algo que comer.
Algunos insectos de la noche aún rondan entre los animales esperando los rayos del sol y las mariposas revolotean entre las flores silvestre.

Los peones ya se encuentran en la sabana con el ganado, tienen rato. Antes del amanecer ya despierto toman el recién colado del café que las cocineras desde las cuatro de la madrugada prepararon. 

Ya tienen rato, y los sorprende, el primer rocío apaciguándolo con otro sorbo de café o agua ardiente que lleva en su mochila.

Las vacas comen de la hierba fresca, algo lejos del establo, entre sabana y monte. Los caballos también comen. Están en calma y nada los puede interrumpir de la melodiosa música que canta el capatas. Hombre fornida y con mucha experiencia en el  monte.

miércoles, 16 de febrero de 2022

UN DÍA EN EL CAMPO

Un café al amanecer, algo fuerte. Y la brisa pega en el rostro de a poquito mientras los rayos del sol pega en el rostro. Más allá el canto del gallo anunciando que ya amaneció mientras los pollitos se esconden bajos las alas de la gallina. 

Alegremente los vecinos saludan, también con una taza de café y galletas. Todavía están en pijama. Caminas bajo de la mata de mango para ver si cayó el dulce fruto que será acompañado con el desayuno. 

La arena se incrusta en la sandalia y se puede sentir lo frío que está, pero no importa porque el sol comienza a calentar y los niños correr por los alrededores. Se puede oler la arepa en el fogón y sólo puede pensar en rellenarla con queso y mantequilla.

Las flores abren sus pétalos de colores intenso como el azul, amarillo, rojo, blanco y rosado, a la vez que los ruiseñores se acercan a chupar su delicioso néctar.

lunes, 14 de febrero de 2022

CON MUCHA ANCIEDAD

Es hora de cambiar, no me puedo quedar en tiempo y el espacio. Ya me siento en confianza, eso creo.  Bendito Dios.

No sé lo que se me viene en adelante, pero de que debo cambiar de trabajo pues debo hacerlo. No solo por mí sino por mis hijos.

Me lleno de ansiedad y angustia de saber que se me viene pero ya les diré que haré.

sábado, 12 de febrero de 2022

UN DÍA

El camino de la vida, el cruce que se va desgastando de a poquito, sin darse cuenta, será un día más o será decir un día menos. Un día menos de vida, más cerca de la muerte, un día más vivido para contar la historia.
Felicidad para los seres queridos al sentir que estas vivos. A veces, estar vivos, pero andamos por el camino como muertos.
Un día más o un día menos estamos vivos y podemos contarlo. Mientras respiremos hay esperanza para un futuro mejor.

martes, 8 de febrero de 2022

HACIENDO COTIDIANIDAD

Llevar el ritmo de la cotidianidad y de la vida misma. No quedarse en el aparato y moverse. Mientras se acomoda la vida. 
Y como siempre el tema central es la economía. Sin buena paga y trabajando en negro, mientras espero un futuro mejor.

De que no dejo extrañar mi país y mi trabajo de profesora y mis alumnos. El calor tropical de cada día y ls noches estrelladas con calor caribeño.

Sin embargo, cuido a una señora mayor de 86 años que me sigue a todos lados y vigila lo que hago, a cada momento me dice lo que tengo que hacer y lo peor que debo hacerlo como ella lo hacía, hasta secar los platos. Sin empatía, ni humildad y nada simpática. Ella dice "no voy a cambiar" "cada quien que mire por lo suyo", según ella dice que es así porque fue criada en un colegio de monja.

Sigo aquí y qué más decir. Seguir con esta vida, haciendo cotidianidad.

 
Blogger Templates