Parece que es un sueño o mentira. Tantas luchas y esfuerzo
para lograr lo que más he querido. Ahora es tan fácil que se me hace imposible
de creer. Mi tercer cuento seleccionado para conformar un libro, entre más de
dos mil cuentos y mi nombre y cuentos están en esos libros. Claro ni siquiera finalista ni el ganador pero seleccionaron otro cuento más ¡Qué felicidad! Estoy cada vez más cerca gracias a “letras con Artes”
en España. Aquí les va mi cuento:
LA
MATA DE GUAYABA
Desde niña siempre quise
leer al revés como lo hacía la tía Nancy, es por eso que me esforzaba por
practicarlo en la punta de la mata de guayaba, entre los ramales lisos de tanto
pasarle las manos de un lado a otro que apenas si se notaba las agraciadas
figuras blanquecina con tonadas marrones arcaicas del tallo. Siempre cargada de
ambarinas guayabas y su oloroso sabor a mermelada, despertaban bellos
sentimientos. La que no dice nada si
estoy riendo o llorando, simplemente está allí esperándome.
Entre las horquetas
pronuncié mis primeras vocales, para
luego pasearme entre libros y cuentos sin que mamá entendiera ni un poquito la
pasión de la lectura y de monear en la mata cuando regresaba de la escuela. Solo
compartí esa felicidad con las hojas que no paraban de bailar gracias a los
cánticos del viento. Pero más tarde descubrí que la tía no sabía leer a eso
atribuía agarrar el periódico al inverso, y con razón la mata se reía de mí,
con razón no podía entender lo que me quería decir las frutas cuando le
encontraba algún gusano, con razón me rasguñaba las cascaras secas del escapo
que emergía con tanta facilidad.
DAILET M. BUTTO R.
Escribe Hogareña
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