No sé a qué país me iría si en este país comienza a ponerse peor.
Los precios de la comida de la cesta básica suben cada semana e igualmente que la gasolina y los demás servicios.
Para eso no me habría salido de mi país que tanto me costó dejarlo.
Por aquí se paga servicios hasta de la acera donde caminamos y el aire que respiramos.
Y como dicen los españoles "es una vergüenza"
Este año son los elecciones presidenciales y el gobierno activa todo tipo de ayuda que en mi país lo llamamos Bono.
Cada vez que escucho a los políticos de España que están al poder hablar, pues me da la ligera impresión que se copian de los lineamientos de Chávez en su época. Y digo esta historia ya la he vivido, y veo como la gente le corresponden y les creen sus tonterías.
El señor Sánchez trata de imitar a Chavex en su tiempo. Con sus bonos dándole miserias al pueblo y sus nuenas leyes que no sirven para nada.
La gente que despierten que la inflación sube y no tiene freno y el coste de la vida cada día es más duro.
Es un atardecer cuando la brisa fresca del mar pegaba en mi rostro mientras que mi cabello se lo llevaba el viento al otro lado de mi rostro.
Se me acercó un chico muy guapo con una vaso con poco licor sin hielo y me dijo después de darle un sorbo:
÷ Quieres escuchar música
Y le dije:
÷ Con tal que me quite esta tristeza que rompe mi corazón.
Era la segunda vez que me alejaba de mi familia. Era la segunda vez lejos de mis hermanos y mis padres. Eso me dolía tanto que las lágrimas rodaban por mis mejillas. Y todo era por un mejor porvenir. Un nuevo comienzo. Un nuevo trabajo.
El chico se acercó al equipo de sonido y comenzó a sonar una música antaña en su nueva versión. Era un bolero con las letras más triste del mundo.
Sentir hundirme al abismo sin salida, desde el silencio escuchaba las palabrerías del chico pero en realidad era la imagen de mi familia grabada en mi mente que pasaban recuerdos unos tras otros de los momentos más felices que vivimos juntos.
Que me duele la cabeza. Qué vaina tan dura. Son la 1 y 20 am y yo despierta.
Por culpa de un descafeinado. Mi segundo descafeinado que me tomo en el atardecer.
Mi primer descafeinado pensé que estaba adulterado y ahora este es el segundo.
Queria verificar si de verdad el bendito descafeinado me hacía daño y aquí estoy estoy sin dormir y con un poco de dolor de cabeza.
El café normal me pone los nervios de punta y muy alterada. Y cuando lo he tomado y solo un poco es cuando daba clases. De resto no lo tomo.
Ya seguiré solo tomarlo en las mañanas. Y cómo será en realidad el café descafeinado. En realidad no tiene cafeína. Quién sabe de eso y me explique
Como decirle que no a la persona que está al otro lado del mundo.
Creen que por estar en el extranjero tenemos dinero.
Y aquí estamos en la misma lucha cada día.
Todo sacrificio y que hacemos por haber salido de nuestro país es una herida honda que no se cura tan fácil.
Todavía esa herida sigue abierta y duele tanto como si fuera el primer día.
En tierras lejanas que somos extranjero y personas desconocidas se nos hace difícil adaptarnos desde conseguir un hogar hasta buscar empleo. Sobre todo un lugar estable.
Por ser extranjero la lucha es más fuerte y se nos exigen aún más. Nada es fácil. Cada lágrima y sudor nos las ganamos a pulso. Cada céntimo nos cuesta mucho ganarlo.
Apenas estoy empezando abrirme paso en este país extraño, apenas si puedo pagar los servicios y gastos de la casa, con la responsabilidad de dos adolescentes, entonces no me hagan sentir mal cuando me pidan dinero y no poder darle porque yo también tengo mi propia lucha. Apenas si le puedo mandar dinero a mi madre y hermana. No puedo ayudar a nadie más. Hasta que salga de este hoyo en que estoy metida de pagar alquiler, servicios y comida y que cada centavo cuenta.
Solamente me llaman para pedirme. Entiendo la situación de cada quien y quisiera ayudar pero como hago yo si apenas me alcanza para lo justo. Es como ponerme entre la espada y la pared.
Sé que no te voy ver otra vez. Pero si te llegara a encontrarte una vez más quiero que sepas que igual, no diré nada. Igual, aunque tendría mucho que decirte, de mi boca no saldría ni una palabra.
Si nuestras vidas se vuelven a cruzar otra vez, te miraría fijamente a los ojos, y recordaría todos los momentos maravilloso que pasamos juntos, pero igual, no podría golpearle en el pecho para decirte lo mucho que me dolió haberme separado de ti y que aún todavía duele.
Igual, que en esta vida nuestras vidas no se cruzaran otra vez, de eso estoy segura. Y si existe otra vida, y nuestras vidas se cruzan igual, me tragaría todas estas palabras que llevo en el alma que me corroe poco a poco pero no diría nada.
Y además, igual no puedo decir nada por la simple razón que la distancia y el tiempo se llevó todas estas palabras que algunas vez pasaron por mi mente y que rompió mi corazón y no pude decirte.
Nadie puede obligar a ninguna persona a realizar algo. Y esa persona está en su derecho a decir que no.
Es un derecho a negarse. Y nadie no puede obligarla, ni siquiera tratar de persuadirla por cualquier motivo. Lo único que conseguiría es tomar represalia en esa persona.
Quitarle la amistad por el simple hecho por decir que no hacía algo que no está de acuerdo no es justo.
Cada quien piensa diferente y si dice que no es porque ve la cosas desde otro punto de vista.
Está bien que me hagas el amor salvaje o sexo duro. Pero todo el tiempo, pues, que te quiero decir de la forma más sutil... ummm... pierde su encanto.
Disfruta cada centímetro de mi piel y verás que hacerlo suavidad es otra forma de amar.
Hasta se me quitan las ganas de estar contigo. Reinventate y ya sabes como.
Hazlo romántico y sutil, que tus cálidos besos llenen mi cuerpo de ternura. Y que me vuelvas loca con tus caricias mientras me haces el amor despacio.
