¡Dios mío! ya ni es cola, es aglomeración de gente peleándose uno con los otros. La gente empujándose, gritando y golpeándose uno a los otros. Como siempre todo empieza a las tres de la mañana. Cientos de personas nos levantamos porque me incluyo también, llegamos a cualquier comercio chino, en la cual presumimos que van a vender algo y nos sentamos a esperar que amanezca.
Cuando son las ocho de la mañana, estamos sentados en el suelo en una silla plegable o en un cartón que conseguimos por allí, claro, estamos cansados y con ganas de dormir en nuestra cama, pero no, apenas empieza la odisea. Resulta que ya a esa hora hay muchísima gente, unas personas que se creen más audaces (vivo dicho vulgarmente) que los demás y decide colearse irrespetando a los demás. Empieza las peleas.
Por otro lado, no sabemos si llega el camión con cualquier alimento, estamos allí como unos estúpidos peleando lo que no estamos seguro de que llegará. Y nos calmamos cuando vemos cualquier camión que pasa creyendo que es el alimento asignado para el tal comercio.
Pues no es el camión, y pasa otro y seguimos pelando. Y el dueño del comercio, no habla, no dice nada mientras nosotros estamos allí como perros hambrientos, cuando ya son las dos, viene el camión y empieza la pelea y el forcejeo. Todos quieren comprar pero solo hay ciento cincuenta bolsas de comida (2 jabón, 2 harina de maíz, 1 arroz, 1 mantequilla) y por eso nos matamos.
A veces no llega nada y tenemos que venir la próxima madrugada, sin fuerzas y con ganas de llorar. En otros comercios más grandes venden por el número de final de cédula (todo todo las ventas de alimentos del gobierno). A mí me toca los miércoles.
A veces estamos haciendo la cola y de repente el camión se para en el comercio a dos cuadras y todos salimos corriendo como caballos, sin importar a quien nos llevamos por delante. Las personas de la tercera edad y las mujeres se llevan la peor parte, pues, caen al suelo y le pasamos por encima y no tienen oportunidad de llegar ni siquiera de cincuenta.
Escribe Hogareña
