PRIMER DÍA
Maxi
llevó a Lupe a una habitación muy cerca de la cocina, al lado junto al de ella.
Era una habitación modesta con algunos libros al lado y una lámpara junto a la
cama. Había un closet con algunos uniformes en la cual utilizaría para el
trabajo. Totalmente negro.
Apenas
empezaba el día, y la orden de Maxi era cambiarse para empezar a trabajar. En
el rostro de Lupe reinaba la tristeza pero aún así obedeció.
Maxi
le ajustó el moño que debía llevar en el momento de trabajar y se fueron juntas
a la cocina, en donde se encontraba la cocinera la señora Marisol.
Lupe
al verla se emocionó porque sabía que era del mismo barrio donde ella vivía.
Sin pensarlo dos veces se abrazaron.
-Se
conocen ustedes –Pregunta Maxi
-Sí,
claro que sí –Contesta Marisol un poco arisca
-Así
no estoy sola, ¡Me haces feliz!
De
pronto suena el timbre, y Maxi le ordena a Marisol servir el desayuno para la
familia y se retira de la cocina.
Marisol
le da algunas instrucciones a Lupe como servir la mesa, pero Lupe no sabe cómo hacerlo,
sin embargo, Marisol la ayuda en todos los quehaceres.
-Apúrate
muchacha que los señores van a bajar.
Mientras
tanto, Maxi abre la puerta y es el inspector Mario con su ayudante Daniel.
-Se
encuentra el señor Montes.
-Sí
señor, pase adelante
En
ese momento el señor Rafael baja por las escaleras tomado de la mano junto a su
esposa Erika.
-¡Caramba,
cuál es el honor de su visita inspector! Otra vez lo tenemos aquí
-Estamos
por lo mismo –Dijo Daniel
-¡Cálmate
Daniel! –Exclamó Mario y agregó –Estamos aquí para hacerle unas preguntas a su
hija.
-¿Por
qué a mi hija?
-Es
que acaso no sabe, que la señorita Guaricha y el que fue su máximo colaborador,
el señor Manuel, amanecieron muertos
-¿Cómo
saberlo? Usted sabe que somos una familia sumamente ocupada y no nos pasamos
averiguando chisme de nadie
-No es chisme, es un crimen, donde ustedes son
sospechosos, ya que por lo que recuerdo ustedes son rivales desde hace tiempo.
-Mire
inspector acaso somos culpables de todos los crimen de la ciudad.
-¿Dónde
se encuentra su hija señor Montes?
En
ese instante, Regia baja la escalera.
-Padre,
madre… quienes nos visitan
-Es
el inspector mi niña –Contesta Erika nerviosa
Regia
con ironía mira a Mario de arriba abajo para luego decir:
-Otra
vez usted inspector. Acaso no le quedó claro, la última vez…Creo que se está haciendo
costumbre sus visitas en el desayuno.
-Sabía
usted que la señorita Guaricha fue asesina.
-¿Cómo
puede ser eso inspector? No creerás que fui yo la que la maté ja ja ja… lo que
recuerdo que también me culpó por el crimen de Mia, esa reportera metiche…
-Crimen
que todavía no se ha resuelto, ya sabemos que es un asesino en serio…
–interrumpió Daniel sin medir lo que decía.
Regía
miró a Maxi con picardía y luego agregó:
-Lo
invitamos a desayunar
-He
venido aquí solo para hacerle algunas preguntas –Siguió Mario
-Mientras
desayunamos nos realiza las preguntas
-Dígale
a su abogado que esté presente
-No
necesito abogado –Dijo Regia sutilmente.
Ya
en la mesa, Marisol se apresura a servir la comida. Regía toma una rebanada de
pan tostado y le unta un poco de margarita para luego decir:
-Mire
usted, la Guaricha fue mi rival desde hace tiempo, pero muy en el fondo de mi
corazón la quise muchísimo, era mi amiga, casi éramos hermanas. Y la verdad le
digo que no es extraño que haya terminado de esa manera. Porque de lo que me
enteré, estaba en muy malos pasos con ese tal Manuel, no sé, algo escuché en
los baños de damas y que estaba enredada con alguien en el cartel, no sé, solo
digo lo que oí, a lo mejor era amante, de uno de ellos, no sé, solo digo que
tiene que investigar…
En
ese instante, entró Lupe con la jarra de café caliente, para servir.
-Por
la derecha –Le dice Marisol al notar que Lupe estaba nerviosa.
Lupe
le sirve a Rafael, luego a Erika, le sigue a Daniel y cuando llega a Mario se
le cae el café en las piernas de éste. Lupe pega un grito de nervios y más
atrás Mario, Rafael se levanta y ofrece una servilleta. Mientras Erika se queda
pasmada sin saber qué hacer. Por lo que Maxi se acerca al inspector y le ofrece
ir al lavandero
-Perdón,
perdón, perdón –dice Lupe con las manos en la cabeza
Regia
se la queda mirando sonriendo y luego dice:
-¿Quién
eres tú muchachita?
-Me
llamo Lupe para servirle, empecé a trabajar hoy,,, perdón señor...
-Favor
que me hiciste muchachita ja ja ja… hasta puedo decir que me caes bien ja ja ja
… pobre inspector… ahora vete de mi vista…
Lupe
con lágrimas en los ojos se dirige al lavandero donde se encuentra Mario, Maxi
y Marisol
-Perdón
señor
-Fue
un accidente
En
ese instante, Mario se quedó mirando aquella muchacha de rostro inocente y su
actitud cambió:
--No es nada, la próxima vez tenga un poco de cuidado.
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