Por un día dejé los problemas a un lado. Las
benditas colas que las llevamos a cuesta como la cruz en el hombro, la
inseguridad que está matando a los venezolanos, la rabia incluyendo la ira del
pueblo venezolano colmado de humillación, las peleas de la oposición contra
oposición, la del gobierno contra el mismo gobierno y las de la oposición
contra el gobierno, las cerradera de empresas proporcionando despidos de miles
de empleados porque el gobierno “tomó la batuta”, ahora están quebradas, es el caso de SIDOR. Los
buhoneros por doquier y se multiplican más que las hormigas, y para completar
el gobierno engañando al pueblo, tratando de esconder lo que no se puede
esconder, tapar el sol con un dedo como “pintarle pajaritos en el aire” y nadie
le cree, ni siquiera su propia gente.
Las benditas amenazas de los “sindicatos” y de
los choros pagados por el gobierno llamados tupamares o no sé como carrizo les
dicen porque otros los llaman el salón de batalla, patrulleros de Bolívar o
motorizados armados del Alcalde.
Lo cierto es que cuando todo marchaba bien, me
llaman al teléfono y me dicen “oye, hay leche en tal sitio, si quieres tiene
que venir hacer cola”, pues todo lo que se me había olvidado regresó a la
mente, tenía que hacer cola para comprar leche y papel sanitario. Lo que creía
que sería un día bien bonito se entorpeció por una bendita cola. Y tenía que
hacerla porque solo me quedaba un cuarto de leche, y aunque tenía doce rollitos
de papel “tenía que comprar, porque no sabemos si vamos conseguir dentro de
quince días”. Así estamos.
Escribe Hogareña
0 comentarios:
Publicar un comentario