Ads 468x60px

Last Video

jueves, 8 de julio de 2021

CAPÍTULO VI

 HERMOSO AMANECER

Ese día hizo un poco de frío, y comenzaba a caer el primer rocío de la mañana. La casa se encontraba en silencio y todos dormían plácidamente. Regia también lo hacía, se encontraba en su cama cuando fue sorprendida  por la mirada de Ignacio, quien la contemplaba de pies a cabeza.

-Regia, ven, vamos… ven a conocer a mi novia

-¡Qué te pasa Wichito! ¿Qué hora es? ¿Qué haces despierto a esta hora?

-Quiero que vengas a conocer a mi novia.

-¡A esta hora! Tú estás loco.

-Sí Regia a esta hora.

Regia se sentó en la orilla de la cama, sin entender lo que quería decir Ignacio. Se pasó la mano por la cabeza y por el rostro para luego agregar:

-¿Qué novia voy a conocer a esta hora? ¿Qué novia nada déjame dormir?

Ignacio tomó de la mano a Regia, en la cual se dio cuenta que tenía sangre.

-¿Qué hiciste Wicho?

Regia lo miró y vio que sus ojos estaban dilatados y que su cuerpo estaba lleno de sangre

-¡Vamos Regia!

Regia se levantó y lo siguió, encontrándose la habitación colmada de sangre por todos lados.

-¡Regia, conoce a mi novia!

Regia se quedó pálida al encontrar a Lupe sentada en un sillón, con su ropa puesta, un moño en la cabeza, con sus ojos cerrados y bien maquillada.

-No entiendo Wicho.

Regia se acercó a Lupe, que al tocarla supo que estaba sin vida, por lo que lo miró y dijo:

-¿Por qué lo hiciste Wichito?

-Nunca se irá de mi lado, la amo mucho, viviremos juntos para toda la vida… tú tranquila ella no nos va a traicionar, es muy calladita…

-Qué tienes Wicho, no había necesidad de…

-Ella es linda, es mi novia, verdad que es bonita.

Regia sin saber qué hacer, tomó por el brazo a Ignacio y lo llevó al baño, obligándolo a que se bañara, mientras ella hacía una llamada

-¡Ven inmediato que te necesito aquí!

Luego se fue al depósito y buscó una pala, y junto a Ignacio comenzaron abrir un hueco en el jardín de rosas, muy cerca de la casa de vacación en donde estaba la piscina, ya casi era de día por lo que Ignacio metió el cuerpo de Lupe allí, mientras decía:

-Te prometo visitarte cada mañana Lupe, porque te amo hasta el infinito, porque te amo para toda la vida, me haces tanto bien vida, para toda la vida juntos, tú y yo, mi amor, te quiero a morir…

No pasó ni media hora que en el cuarto de Ignacio se encontraba alguien, todo vestido de negro con una máscara de porcelana quien limpiaba casa gota de sangre que se encontraba en la pared, en el techo y en el piso.

Para la familia Del Monte Lupe quedó como si había huido de la casa, por lo que Rafael no se preocupó. Por su parte Maxi se sentía responsable de la chica quien sabía que Lupe se sentía a gusto en el trabajo; pero no quedaba que esperar a que llegara sus días libres para visitarla y preguntar de su pronta partida sin aviso.

SI ERES MI ESPOSA

Los días transcurrían y el amor de Rafael y Karen crecía cada vez más. Rafael se sentía cada día más enamorado de Karen por lo que ese día sería algo especial. Una copa de vino en el jacuzzi, rodeado de pétalos de rosas rojas, incienso con olor a naranja, el agua burbujeante con sidra de limón y música instrumental en el fondo.

En el Jacuzzi, cuando los dos disfrutaban de un vino rojo. Rafael le dijo a Karen

-¡Te casas conmigo mi muñequita!

Karen no podía creerlo, era un anillo que tenía en su copa. Ella lo sacó y miró a Rafael a los ojos, y los dos rebozaban de felicidad.

-Sí, sí… me caso contigo mi osito…

Karen se le zumbó encima para luego sellar su amor entre el placer y el amor.

AL VERLA

Gabriel cada día se perdía en la mirada de Stephanie. Ese día había decidido darle un beso, sentía algo en su corazón que era difícil de ocultar, por lo que como siempre salió a esperarla. Sin saber cómo de frente tenía a Ignacio y a su lado un hombre vestido de negro con una máscara de porcelana.

Gabriel vio que el mundo se le vino encima, quiso huir pero ya era tarde. El hombre de negro tenía un arma que lo apuntaba.

-¿Qué quieres?

-Ven con nosotros.

Sin decir más nada. Gabriel siguió a Ignacio y junto a él el hombre de negro. Se montaron en el carro antaño, y le obligaron a tomar un sobo de agua, por lo que Gabriel no le dio tiempo decir palabras y se quedó dormido.  Llevándolo así  a la casa fuera de la ciudad en donde una vez Marisol estuvo.

Al despertar Gabriel estaba bañado de agua fría y al frente se encontraba Regia. Gabriel trató de zafarse pero no pudo, por que optó quedarse tranquilo y hacerse que no le importaba nada. Había recordado todas esas clases de defensa propia que había tomado por lo que se tranquilizó.

Al lado de Regia estaba Ignacio ausente y sin sentimiento alguno. Y más allá el hombre de traje negro

-Bienvenido Gabriel

Gabriel miró a Regia si contestar.

-Por fin estás aquí, por mucho te esperé.

Gabriel sin más nada recordó todo aquello que había pasado y sin más nada escupió a Regia. Ésta se secó el rostro mientras que Ignacio le golpeó el rostro.

-No, no, no muy mal chico… hagas lo que hagas, estás en mis manos. Reconozco que te perdí por unos días, por culpa de ese sacerdote inepto, pero por lo demás siempre supe de todos tus pasos. Siempre supe de tus caminata con esa niña Stephanie, pobre chica que no sabe qué hacer con su vida, quizás seas yo quien le diga lo que tiene que hacer.

-Ni te atrevas a meterte con ella, porque soy capaz…

-Eres capaz de qué Gabriel, estás en mis manos y la vida de ella también está en mis manos…  si me da la gana la desaparezco.

Gabriel trató de levantarse pero era imposible.

-Veo que te importa mucho esa chica

Regia se paseaba de un lado a otro para luego agregar:

-Y yo que tenía un futuro contigo Gabriel, yo te amaba, con todas mis fuerzas, porqué me traicionaste.

Los ojos de Regia se aguaron y luego agregó:

-Pero sabes qué… estoy dispuesta a perdonarte…

-Perdonar qué loca…

-Estoy dispuesta a perdonarte todo lo que me has hecho.

-Te has vuelto loca crees que te voy a perdonar después de todo lo que me has hecho…

Regia se le acercó con ira a Gabriel y le agarró la quijada con fuerza.

-No estás muerto porque no he querido… Yo te salvé Gabriel. Gasté mucho dinero para salvarte la vida, así que tu vida es mía. Yo soy la que mando aquí, y haces lo que yo te pida, por la buenas o malas. Tú decides… y desde ahora te lo digo Gabriel, o haces lo que te pido o esa chica muere.

Gabriel se estrujaba tratando de quitarse las manos de Regia pero ella aguantaba más fuerte.

-Este es el trato. Trabajas otra vez para mí. Estarás a mis órdenes y seguirás siendo mi novio. Olvidarás el pasado y volvamos hacer la pareja feliz que siempre fuimos.

Gabriel pensó en su venganza. Dejando atrás esa posible felicidad con Stephanie. Era el momento propicio para estar a su lado y cobrarse todas esas cosas malas que había pasado y que no quería recordar.

-Me prometes no hacerle daño a Stephanie.

-Gabriel, Gabriel, Gabriel… acaso no cumplo mis promesas, acaso crees que soy un monstruo…eres tú quien no las cumples, el monstruo de esta historia eres tu… y sabes que me ha dolido mucho… no sabes cuánto me dolió tu traición.

-Está bien Regia trabajaré contigo y haré lo que me pidas…

-No, no, no… no es trabajo… es que seas mi prometido… ya te lo he dicho y no hagas que te lo repita otra vez por favor.

Desde ese día, Gabriel comenzó a acompañar a Regia. Apareció en una cena que Rafael organizó para anunciar la pronta boda con Karen.

Rafael, quedó asombrado al mirar que Gabriel había entrado a la mansión en traje totalmente blanco, en brazos de Regia Del Monte.

0 comentarios:

Publicar un comentario

 
Blogger Templates