ALGUIEN SE LEVANTA
Joe aprendió sucesivamente y sin parar
cómo funcionaba el negocio de los hoteles, como la recepción de turistas,
promociones, campamentos, las cuentas y el increíble trato con los empleados.
Todos los empleados lo querían, y le prestaba atención a su voz y don de
liderazgo.
Era fácil llevarse bien con él, mientras
que con Regia apenas si le hablaban, pues el ser presumida era más fuerte que
ser humilde. Eso le enfurecía cada vez más a Regia. Y aún cuando Regia trataba
a Joe como un empleado pues para él le era indiferente. Lo único importante
para Joe era salir adelante y demostrar que podía con el trabajo y demostrarle
a su padre que merecía su apellido.
QUIERO LA VERDAD
Kimi se encontraba en sus sesiones
cotidianas. Por un lado se encontraba la esperaba una mujer que sospechaba que
su esposo le era infiel, mientras que por el otro un grupo de jovencitas quería
saber su fortuna, más allá varias señoras enfermas querían que Kimi
desapareciera su malestar.
Apenas si empezaba el día por lo que
Javier se encontraba recostado en su sillón mirando la televisión.
-Mujer calla un poco. Con tus bullas no me
deja oír…
-Estoy trabajando Javier, si no te gusta
vete a tu taquería.
-Estoy descansando mujer…
Javier hizo una pausa. Se levantó de su
sillón y se dirigió a la nevera:
-¿Cuál es tu salidera por las tarde? Tú crees
que no me doy cuenta, mientras yo me parto el lomo vendiendo tacos, tú te vas
para yo no sé donde… vamos dime para dónde vas mujer…
-Ya te lo he dicho, son pequeños trabajos
que me han salido Javier, no tienes por qué dudar
Javier saca una cerveza de la nevera, la
despata y luego dice:
-Para mí es que te traes algo en manos… no
será Kimi que el viejo Rafael te está dando dinero
-No, cómo crees Javier, cómo lo crees… y
me haces el favor no le digas viejo a ver si respeta…
No pasó dos minutos cuando, tocaron la
puerta. Javier abrió:
-Mira pues, pájaro de mar por tierra
-Necesito hablar con Kimi
Miren pues, pasa adelante, será que tienes
un minuto para un baile para mí…
-Tienes dinero, sabes que así te bailo Javier.
-¡Ah! Bueno, completo no, pero podrías
hacer una excepción conmigo…
-Nunca tienes dinero Javier, tan tracalero
como siempre… déjame pasar que quiero hablar con kimi…
Era Diana quien se encontraba nerviosa.
Movía sus manos de un lado a otro y sus labios temblaban. Diana pasó adelante y
se dirigió a la habitación donde se encontraba Kimi que al verla se echó hacia
ella:
-Lo sé todo, siempre lo supe pero nunca
quería aceptarlo.
-¿De qué hablas Diana?
-Hablo de mi hijo. Siempre lo supe y solo
necesitaba comprobarlo y ya lo sé.
-Vamos Diana cálmate, cómo lo supiste…
-La noche de la recepción de Rafael, con
sus palabras lo confirmó. Ahora solo me falta tú que me confirmes si es o no
es.
-Sí, sí, sí lo es…
-Explícame Kimi porqué, porqué…
-No tenía otra opción, era eso o un
orfanato
-Nunca Kimi, nunca te lo voy a perdonar,
son unos monstruos… Regia me tiene en sus manos, desde que lo supe no me deja
en paz. Esa mirada, la forma como me habla, tengo miedo Kimi.
-¿De qué hablas?
-Que no aguanto más, es el diablo, echo
persona, me tiene atrapada en sus manos.
Kimi tomó por los brazos a Diana y cambió
su rostro por una persona más fría y distante:
-Sí, sí es mala, muy mala y las dos
estamos en sus manos. Eso es consecuencias de nuestros errores.
-No quiero ser parte de esto Kimi, me
estoy volviendo loca, no puedo ni dormir…
-Así como lo hacemos cada noche vas a
dormir y guardarás silencio.
-No, no, no… quiero ser parte de esto.
-Mejor me voy… será mejor irme lejos… te
pido que le explique a Xavier, porque yo
no quiero ser parte de todo esto… yo me voy, nunca más me verás.
JUNTOS A LA PLAYA
Gabriel se miraba al espejo y pasaba sus
dedos por las cicatrices, cerraba sus ojos y recordaba esa noche nefasta,
recordaba las apuñaladas, una y otra vez, y estaba seguro que Regia era la rosa
roja pero que no podía desenmascararla porque quería vengarse y lo haría en
nombre de Karla, Daniel, Marisol, el sacerdote Claudio y cuántas más personas
quien ella le quitó la vida, por lo que se puso su reloj, se acomodó su camisa
y detrás de ella su arma, y salió de la habitación a quien encontró a Ignacio.
-Te envió Regia a cuidarme…
Ignacio no dijo palabras.
-Acaso no tienes vida propia.
Ignacio lo miraba de arriba abajo.
-Vamos Ignacio… no tienes permiso de hablar
conmigo, eres su marioneta, dime algo…
Ignacio que se llenaba de impotencia con
ganas de golpearlo pero se aguantaba. Mientras Gabriel con prepotencia le daba
por el hombre y lo provocaba:
-Vamos Ignacio reacciona, tu puedes decidir
por ti mismo. Esa mujer te está consumiendo, te utiliza…
Sin embargo, en la mente de Ignacio solo
le pasaba la imagen del rostro de Lupe, la extrañaba, sus ojos, sus besos, sus
caricias y sus abrazos. Y cada vez que Gabriel le tocaba Ignacio sentía correr
por sus venas mucha ira.
ADIOS MARTÍN
Esa noche en la funeraria, estaba colmada de gente por todos lados. Los padres de Martín se encontraban desconsolados y maldecían mientras prometían vengarse de la rosa roja. Al igual que Helena en brazos de Xavier no paraba de llorar mientras que también juraba vengarse. Por su parte Stephanie pasaba su dolor de manera diferente. A un lado del gentío, decidía como se tendrían que distribuir la mercancía, no le daba tiempo de llorar y de pasar su dolor. Hablaba con uno y discutía con otro, era tan fácil llevarse bien con esa mujer de vestido negro de botas de tacones altos y una cartera de mano. Parecía tan sencilla que nadie sospecharía que ya era la líder de la mafia.
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