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viernes, 9 de julio de 2021

CAPÍTULO 19

SI TE DEJO ENTRAR

Esa noche, Gabriel no dijo palabras y se dejaba llevar por lo que decía Regía, tan cortés, amable y cariñoso

-Gabriel había perdido el conocimiento, pero lo importante es que aquí está con nosotros compartiendo –Dijo Regia en la cena

-Pero, ¿Dónde estuviste en todo este tiempo Gabriel? –Preguntó Rafael

-Fuera de la ciudad con unos parientes  Don Rafael.

-Y porqué no te comunicaste con nosotros.

-Creí que no fuera lo prudente, lo mejor era mantener la distancia.

Rafael, tenía más preguntas que respuestas pero para eso estaba Regia para apaciguar todas aquellas dudas que su padre tenía.

-Ya, ya, ya, ya basta de pregunta padre, lo importante es que está de regreso y a mi lado.

Regia agarró de mano a Gabriel y él trató de soltarse pero Regia le apretó la mano.

-Padre, tendrá su trabajo de siempre con nosotros verdad.

-Claro que sí hija, tu sabes bien que es así

-Viste Gabriel, que tienes todo con nosotros otra vez.

Gabriel había vuelto a su puesto original, y en los encuentros sociales Regia aparecía tomada de la mano con él.

DESPUÉS DE TODO

Stephanie que le había tomado cariño a Gabriel, y quien le había prometido cuidarla se sintió traicionada. A la misma vez recordaba las palabras de Gabriel y sus promesas de estar siempre con ella, por lo que le causaba duda que si estaba bien, porque jamás se habría ido sin despedirse. Mientras por otro lado recibía presión de su familia para que volviera a casa.

Estaba sola y sin protección, desconsolada y desamparada. No sabía qué hacer hasta que vio a las páginas sociales a Gabriel y Regia tomados de manos. Y llegó en sus pensamientos que Gabriel había preferido su venganza que estar con ella.   Por lo que decidió irse con su familia. En su casa la esperaba Helena y Martín quienes la recibieron con una cena familiar en la que se encontraba Xavier.

Stephanie se asombró al mirar a Xavier junto a Helena. Stephanie que tenía tiempo conociendo desde hace tiempo a Xavier le dijo:

-¿Qué haces aquí Xavier?

-Eso mismo pregunto yo

Soy la hermana de Helena

-Y yo su prometido…

Stephanie asumió que Xavier no sabía a lo que se dedicaba la familia pero tampoco se lo diría. En ese tiempo la familia se habían apoderado del cartel del oeste, quien Martín con astucia infiltró su gente al otro bando y descubrió sus estrategias y todo el sistema de trabajo para luego masacrar a todos aquello que se interpusiera en su camino, sobre todo a los líderes.

Ahora con más responsabilidades Stephanie aprendería como llevar el trabajo que cada día necesitaba de su liderazgo, se había convertido en una maga de la mafia. Lo llevaba en la sangre, por mucho tiempo que había tratado en no involucrarse a ese tipo vida, pues ya ahora estaba a la cabeza de un gran grupo de hombres y mujeres bajo su tutela, y quienes hacía lo que ella ordenara.

Xavier miró el otro lado de Stephanie quien llevaba un vestido verde claro brillante muy largo con dos rajas en el lado de cada pierna que le hacía notar su piel trigueña. Tenía la misma mirada de Helena y Martín. Los tres de la misma sangre y el mismo poder.

Era pocas veces que Xavier llegaba a su casa y se veía más involucrado en omisión a los actos ilícitos de la familia. Siempre haciéndose la pregunta que habría sido de su vida sin el cariño de Helena quien lo protegía y lo cuidaba mucho.

Helena que delante de su presencia hacía notar una mujer decente, tranquila y sumisa pero al momento de entrar en acción pues llevaba las riendas y tomaba  grandes decisiones y si tenía que matar lo hacía.

-Te amo Helena –Decía Xavier

-Te amo más.

Helena se había enamorado de Xavier desde el primer día que lo vio, supo que sería su esposo porque ella obtiene lo que desea, por las buenas o malas, pero que en esta ocasión no fue necesario obligarlo a que la quisiera porque era correspondida.

UNO Y DOS

Cada día para Uriel se le hacía imposible sostener el bar. Después que había perdido a Gabriel, seguidamente de Stephanie, y al fin, David le había dado un ultimátum que trabajaría hasta final de mes y que se llevaría a Raquel pues se sentía devastado. Por su parte Delia recibía invitaciones por todos lados, quien estaba a flor de su vida y no la perdería por estar con un hombre que jamás la supo valorar, sin embargo, seguía esperando que Uriel volviera a ser el hombre de antes. Aquel jovial hombre lleno de energía y picardía que deseaba comerse el mundo.

-Raquel todavía no se va, Diana jamás nos dejaría, yo también podría doblar mis baile –decía ella para animarlo

-Solo necesitamos a don Rafael de nuestro lado, buscaremos otras chicas, con nueva vibra, que tenga ese toque especial.

-Así me gusta Uriel. Siempre hemos llevado este negocio entre los dos… vamos anímate, una más, una menos, qué más da, pues somos nosotros dos.

El aviso en el bar seguía puesto.

LO QUE SE AVECINA

Los preparativos de la boda había empezado. Rafael había dispuesto el gran salón del club Ítalo, Aunque quería algo sencillo y discreto pero Karen lo quería todo. Por lo que el organizador de boda le había sugerido los mejores jazmines, el pastel, el vestido, el baile y todo aquello que acarrea en la boda.

Karen ya vivía en la mansión, y tomó posesión de la habitación principal. En el desayuno que era costumbre encontrarse la familia por lo que ese día se encontraba, Regia, Ignacio, Gabriel, Joe, Karen y Rafael.

Karen y Gabriel, apenas si cruzaban palabras porque Gabriel se sentía vigilado por Ignacio y no podía advertirle de lo cruel que era esa familia. Mientras que en el corazón de Regia crecía un odio hacia Karen y no soportaba verlo con su padre, por alguna razón presentía que no era de fiar. Pero en realidad ninguna mujer era suficiente para su padre.

LA AUSENCIA

La preocupación de Mario por Lupe era evidencia, pues, tenía días sin saber de ella. Por lo que fue a casa de sus padres que también estaban preocupado por ella y que no tenían idea de su paradero. Por lo que Mario se dirigió a la mansión Del Monte y que no obtuvo respuesta de Maxi.

La última noche que había hablado con Lupe, la notó preocupada y distante, y aunque le había dicho que no la molestaría pues no podía resistir sin saber de ella.

-Seguro que se enamoró y se fue con otro hombre –dijo Ignacio irónicamente

Mario con indignación le contestó:

-Jamás lo haría sin avisarle a sus padres.

-Cuando existe amor, no existe más nada… solo amar –siguió Ignacio.

 

 

 

 

 

 

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