SI TE DEJO ENTRAR
Esa noche, Gabriel no dijo palabras y se
dejaba llevar por lo que decía Regía, tan cortés, amable y cariñoso
-Gabriel había perdido el conocimiento, pero
lo importante es que aquí está con nosotros compartiendo –Dijo Regia en la cena
-Pero, ¿Dónde estuviste en todo este
tiempo Gabriel? –Preguntó Rafael
-Fuera de la ciudad con unos
parientes Don Rafael.
-Y porqué no te comunicaste con nosotros.
-Creí que no fuera lo prudente, lo mejor
era mantener la distancia.
Rafael, tenía más preguntas que respuestas
pero para eso estaba Regia para apaciguar todas aquellas dudas que su padre
tenía.
-Ya, ya, ya, ya basta de pregunta padre,
lo importante es que está de regreso y a mi lado.
Regia agarró de mano a Gabriel y él trató
de soltarse pero Regia le apretó la mano.
-Padre, tendrá su trabajo de siempre con
nosotros verdad.
-Claro que sí hija, tu sabes bien que es
así
-Viste Gabriel, que tienes todo con
nosotros otra vez.
Gabriel había vuelto a su puesto original,
y en los encuentros sociales Regia aparecía tomada de la mano con él.
DESPUÉS DE TODO
Stephanie que le había tomado cariño a
Gabriel, y quien le había prometido cuidarla se sintió traicionada. A la misma
vez recordaba las palabras de Gabriel y sus promesas de estar siempre con ella,
por lo que le causaba duda que si estaba bien, porque jamás se habría ido sin
despedirse. Mientras por otro lado recibía presión de su familia para que
volviera a casa.
Estaba sola y sin protección, desconsolada
y desamparada. No sabía qué hacer hasta que vio a las páginas sociales a Gabriel
y Regia tomados de manos. Y llegó en sus pensamientos que Gabriel había
preferido su venganza que estar con ella. Por lo
que decidió irse con su familia. En su casa la esperaba Helena y Martín quienes
la recibieron con una cena familiar en la que se encontraba Xavier.
Stephanie se asombró al mirar a Xavier
junto a Helena. Stephanie que tenía tiempo conociendo desde hace tiempo a
Xavier le dijo:
-¿Qué haces aquí Xavier?
-Eso mismo pregunto yo
Soy la hermana de Helena
-Y yo su prometido…
Stephanie asumió que Xavier no sabía a lo
que se dedicaba la familia pero tampoco se lo diría. En ese tiempo la familia
se habían apoderado del cartel del oeste, quien Martín con astucia infiltró su
gente al otro bando y descubrió sus estrategias y todo el sistema de trabajo
para luego masacrar a todos aquello que se interpusiera en su camino, sobre
todo a los líderes.
Ahora con más responsabilidades Stephanie
aprendería como llevar el trabajo que cada día necesitaba de su liderazgo, se
había convertido en una maga de la mafia. Lo llevaba en la sangre, por mucho
tiempo que había tratado en no involucrarse a ese tipo vida, pues ya ahora
estaba a la cabeza de un gran grupo de hombres y mujeres bajo su tutela, y
quienes hacía lo que ella ordenara.
Xavier miró el otro lado de Stephanie
quien llevaba un vestido verde claro brillante muy largo con dos rajas en el
lado de cada pierna que le hacía notar su piel trigueña. Tenía la misma mirada
de Helena y Martín. Los tres de la misma sangre y el mismo poder.
Era pocas veces que Xavier llegaba a su
casa y se veía más involucrado en omisión a los actos ilícitos de la familia. Siempre
haciéndose la pregunta que habría sido de su vida sin el cariño de Helena quien
lo protegía y lo cuidaba mucho.
Helena que delante de su presencia hacía
notar una mujer decente, tranquila y sumisa pero al momento de entrar en acción
pues llevaba las riendas y tomaba grandes decisiones y si tenía que matar lo
hacía.
-Te amo Helena –Decía Xavier
-Te amo más.
Helena se había enamorado de Xavier desde
el primer día que lo vio, supo que sería su esposo porque ella obtiene lo que
desea, por las buenas o malas, pero que en esta ocasión no fue necesario
obligarlo a que la quisiera porque era correspondida.
UNO Y DOS
Cada día para Uriel se le hacía imposible
sostener el bar. Después que había perdido a Gabriel, seguidamente de Stephanie,
y al fin, David le había dado un ultimátum que trabajaría hasta final de mes y
que se llevaría a Raquel pues se sentía devastado. Por su parte Delia recibía
invitaciones por todos lados, quien estaba a flor de su vida y no la perdería
por estar con un hombre que jamás la supo valorar, sin embargo, seguía
esperando que Uriel volviera a ser el hombre de antes. Aquel jovial hombre
lleno de energía y picardía que deseaba comerse el mundo.
-Raquel todavía no se va, Diana jamás nos
dejaría, yo también podría doblar mis baile –decía ella para animarlo
-Solo necesitamos a don Rafael de nuestro
lado, buscaremos otras chicas, con nueva vibra, que tenga ese toque especial.
-Así me gusta Uriel. Siempre hemos llevado
este negocio entre los dos… vamos anímate, una más, una menos, qué más da, pues
somos nosotros dos.
El aviso en el bar seguía puesto.
LO QUE SE AVECINA
Los preparativos de la boda había
empezado. Rafael había dispuesto el gran salón del club Ítalo, Aunque quería
algo sencillo y discreto pero Karen lo quería todo. Por lo que el organizador
de boda le había sugerido los mejores jazmines, el pastel, el vestido, el baile
y todo aquello que acarrea en la boda.
Karen ya vivía en la mansión, y tomó posesión
de la habitación principal. En el desayuno que era costumbre encontrarse la
familia por lo que ese día se encontraba, Regia, Ignacio, Gabriel, Joe, Karen y Rafael.
Karen y Gabriel, apenas si cruzaban palabras
porque Gabriel se sentía vigilado por Ignacio y no podía advertirle de lo cruel
que era esa familia. Mientras que en el corazón de Regia crecía un odio hacia
Karen y no soportaba verlo con su padre, por alguna razón presentía que no era
de fiar. Pero en realidad ninguna mujer era suficiente para su padre.
LA AUSENCIA
La preocupación de Mario por Lupe era
evidencia, pues, tenía días sin saber de ella. Por lo que fue a casa de sus
padres que también estaban preocupado por ella y que no tenían idea de su
paradero. Por lo que Mario se dirigió a la mansión Del Monte y que no obtuvo
respuesta de Maxi.
La última noche que había hablado con
Lupe, la notó preocupada y distante, y aunque le había dicho que no la
molestaría pues no podía resistir sin saber de ella.
-Seguro que se enamoró y se fue con otro
hombre –dijo Ignacio irónicamente
Mario con indignación le contestó:
-Jamás lo haría sin avisarle a sus padres.
-Cuando existe amor, no existe más nada… solo amar –siguió Ignacio.
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