El pronóstico no es alentador. Se pronostica que la situación del país
para el año que viene será peor que de la actualidad. Más escases, más
delincuencias, menos tolerancia entre los venezolanos, más hambre y más
pobreza.
Menos empleos, menos empresas, menos educación, menos economía, menos
unidad. Más bien sería una pelea entre lobos.
Las amas de casas tenemos miedo de lo que pueda pasar, mucho miedo por
nuestro hogar, sobre todo por nuestros hijos, nos preguntamos ¿Cuál será el
futuro de nuestros hijos? Será que estarán protegidos y resguardados, será que
conseguiremos alimentos, serán incluidos a una sociedad prospera y todas esas
cosas buenas que siempre le deseamos a nuestros hijos. Tenemos dudas. Estamos
muy nerviosas y no lo digo yo, sino cada madre venezolana.
Si ya estamos muy mal con tan solo conseguir los alimentos que le
dedicamos para hacer mercado más de tres días, por lo menos conseguir la cesta
básica, si casi no salimos para evitar ser víctimas de la inseguridad o cualquier
atropellamiento que se pueda encontrar, que más quiere…
Los que sufren más son aquellas personas que no tienen empleos, que son
más del ciento por ciento de la sociedad venezolana y que se bandean o se las
inventan para sobrevivir. Y ni hablar los que viven en pueblos alejados de la ciudad
y caseríos, pues no les llega nada de alimentos.
Escribe Hogareña
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