Me volvieron a invitar a participar en otro cuento y no se
me ocurre nada. Tengo la mente en blanco, hasta en escribir en este momento.
Aquí estoy sin saber que escribir. Rogando que mi hijo salga bien en el examen
de matemática y matando plaga como arroz como decía mi tía Nancy. Y no sé
porque estos días sí me he acordado de ella. Será por el cuento de la “Mata de
Guayaba” en que la mencioné o porque una vez me ofreció si quería hallaca o
bollo y por supuesto dije hallaca y cuando me sirvió la comida era el mismo
bollo pero más ovalado. Quise decir maíz pre-cocida sancochado, es la masa de
harina de pan, de la que se hace arepa pero sancochada. Servida solamente con
queso y mantequilla. Yo me quedé pasmada pensando que era hallaca de verdad,
claro va cubierta de harina de pan pero rellena con carne. Pues, me enteré que
en la capital le dicen hallaca a los bollos que le decimos aquí en ésta ciudad.
Ésta mañana mi amiga me dijo “ni loca me volvería a casar,
pasé mucha vaina con éste carajo, ahora está en las minas y mejor que se que
allá” y yo entre risas le decía “pero cálmate vale, no es tan malo”.
Le dije a mi hermana que quería un abrazo de ella, que me
hace mucha falta tenerla a mi lado. Gracias a Dios a la tecnología que puedo
hablar con ella todos los días. Y escribirles a todos ustedes.
Ahora a ver si me sale un cuento…
Escribe
Hogareña
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