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viernes, 31 de octubre de 2014

MUJER VI

Una mujer estaba haciendo cola, llevaba medio día agarrando sol y el ajetreo entre empujones y malas palabras la dejó con los cabellos alborotados, hablaba de esto y de lo otro, de repente un hombre se acercó y la sacó de la cola por la misma melena, la mujer pegó un grito y cuando lo vio se quedó pasmada, entonces el hombre dijo “estoy cansado de llegar a casa y no encontrar almuerzo, que vaina es ésta, todos los días haciendo cola tras cola, hasta cuando… los niños están solos, la casa es un desastre y tú aquí muy tranquila, vamos a la casa carajo” pues era el esposo, todas nos quedamos mirando, unas decían “este hombre es un pasado vale, la mujer haciendo cola para comprarle la comida y él le pega” y otras agregaban “pero también recuerda, que hay mujeres que se ponen obsesionada o fanática haciendo cola y más cola, por lo menos yo hago cola cuando necesito, no hago cola solo por hacerla”.
Después que se casó se olvidó arreglarse el cabello, de vestirse bien y utilizar una pintura en los labios, como lo hacía cuando estaba soltera, ahora está gorda y las demás decimos “amiga que pasó contigo porque te abandonaste así. Apenas si se le ve al frente de la casa en aquella bata que jamás pensamos verla así. Ella siempre tan cuidada, meticulosa y coqueta.
Están las mujeres que se lamentan de su suerte, y viven echándose culpa en el pecho sin valorar lo que tiene a su lado. Ambicionan lo que no tienen y lo que jamás tendrán. Pero jamás hacen nada para cambiar esa realidad sino que esperan a un hombre que le cambie la vida.
Las que se visten como hombre, actúan como hombre y parecen hombres. Los niños de la escuela la imitan en son de burla y ella ni caso le presta.
Las que odian, envidian y desean todo de la fulanita de la esquina. Que  si tienen la oportunidad destruyen lo que sea.
Se encuentran las que no pierden la oportunidad de coquetearle a quien sea, así sea el esposo de su mejor amiga y se hacen llamar “amigas por siempre”.
La ex de Carlos lo dejó por otro, porque según el otro le iba a dar lo que nunca Carlos le dio. Carlos le había dado una casita no muy grande, tenía carro propio, y le daba lo que ella necesitaba. Pero ella no estaba a gusto o no lo quería en realidad. Le había sido infiel varias veces, pero Carlos nunca nos creyó. Pues, salía a trabajar y siempre creyó en ella. Para sorpresa de todos un amigo lo llamó y lo llevó al lugar donde ella estaba con otro tipo y fue allí cuando abrió los ojos y comenzó a juntar el rompe cabeza. A pesar de su infidelidad Carlos le pidió que no lo dejara pero ella se fue con el otro tipo y salió embarazada. El otro tipo nunca le compró una casa más grande, y no tienen carro y no la lleva a pasear. Ella en este momento está pasando por muchas carencias, vive alquilando (y como le va a comprar casa con ésta situación tan difícil que estamos pasando los venezolanos), está arrepentida y quiere volver con Carlos. Pero él ya se recuperó tienen otra mujer. De los errores también se aprende. Y de qué forma aprendió ésta mujer valorar lo poco que tiene.
Cuando se cree que hemos visto todo, pues, no hemos visto nada. Este es el principio de algo visible y cotidiano.

Escribe Hogareña

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