Dos días la maestra de mi hijo mayor no va a la escuela, claro está
hinchada, con fiebre, picazón en el cuerpo y tremenda rosetas, pues la causa es
la fiebre del mosquito. Cada día siento que está más cerca, ya no es en
Honduras, Guatemala u otro país, está en mi calle, en la escuela de mis hijos y
en mi familia.
Mi sobrino me visita y me dice:
-
No´hombre mi
tía es un negoción vender lo que sea… ponte las pilas y vende jabón azul (de
lavar), detergente o mantequilla… a todo le ganas un buen porcentaje…
Y yo pensando en todo lo que me decía, me imaginaba haciendo cola ahora
no solo para comer sino para vender. Y tanto que he criticado a los buhoneros.
No me veo haciendo tracalería como dice mi esposo. Y él seguía diciendo:
-
Se le gana mi
tía… bastante, es mejor que tener un trabajo fijo… mira si me consigues pañal
te ganas dos mil bolívares, solamente con tenérmelo aquí en la casa, claro yo
los vengo a buscar y te doy tu porcentaje. Te estoy hablando de un bulto o
cinco paquetes.
Me encontré a Mireya y me dice:
-
Tiene que ir
el domingo a votar para elegir a los delegados del psuv, te corresponde en la
escuela…
Y yo asombrada porque fue hace años que tuve
que inscribirme obligada en el partido para que me pudieran pagar unas suplencias
que hice en la escuela, y que por cierto me las pagaron hasta el último
centavo. Y Yo le contesté:
-
Pero bueno
Mireya, ya yo no estoy en eso vale y ya tu sabe que es lo que yo pienso.
Ella me mira de reojos y vuelve a decirme:
-
Chama no
importa vale, anda a votar y quizás puedas optar para un crédito…
Sin embargo, tomé un folleto de seis páginas con todos los candidatos
postulados, y los revisé y allí está en la mesa del comedor... ni se me ha
pasado por la mente en hacer algo o mover un dedo, creo que nadie le toma
importancia, solo los fanáticos.
Escribe Hogareña
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