Rezo para que mi esposo le vaya bien haciendo cola para comprar
cemento, se fue desde la una de la madrugada, y se regresó inmediatamente para
decirme que llamara a emergencia porque un hombre estaba tirado en la orilla de
la acera. Seguidamente llamé a emergencia y después me puse a rezar por el
señor herido y para que a mi esposo no le pase nada.
Desde las nueve de la noche mucha gente haciendo cola otra
vez, y otra vez, no se sabe si van a vender cemento ¡Ojalá! Y rezo y rezo para
que sea verdad. No puedo dormir. No solo por el señor herido sino también para que
a mi esposo no le pase nada y que se pueda vender cemento.
Ya estoy lista desde las tres de la mañana. Vamos
acompañarlo hacer cola y entre los dos comprar ocho sacos de cemento porque
solo te venden cuatro por personas.
Rezo y rezo para que no se forme el alboroto que ya es
costumbre en cualquier cola, que no haya peleas ni discusiones, que mucha gente
está acostumbrada pero que todavía yo no me acostumbro.
Mi corazón late rápidamente, mis manos tiemblan y rezo y
rezo como si fuera mi salvación y protección.
Escribe Hogareña
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