LA SORPRESA DE CLAUDIA I

Entre conversaciones Claudia nos dice que quiere estudiar y nosotras asombradas nos quedamos mirando sin decir una palabra, aquellas risas salieron volando por la ventana reinando la incógnita. Sin más nada ella siguió diciendo:

-          -He aprendido la lección, bueno ya ustedes saben que nunca me gustó estudiar, pero creo que es hora retomar aquello que nunca pude terminar.

Y mi hermana más curiosa le pregunta:

-         - ¿Y eso porqué?

-          -Ahora tengo más tiempo y ya mis hijos están grande…

-          -¡Pero antes no tenía hijos y tampoco quisiste estudiar! – agrega la morocha

-          -Si pero los golpes de la vida te ensaña que debes echar para adelante sea como sea…

-          -¡Y no es muy tarde!

-          -Pero estoy más viva que nunca, y si es el momento de levantarme lo haré porque así lo quiero.

Mientras más respondía más hacíamos pregunta:

-      -¿Qué vas a estudiar? –le pregunté.

-          Medicina

-          -¡Ah! – exclamamos todas

-          Sí medicina, me gusta ayudar  los demás y no me da miedo la sangre…

-          -Pero de aquí que te gradue… -sigue mi hermana.

-         - Sea como sea, eso es lo que voy a estudiar

Volvimos a mirarnos en el mismo silencio del principio. Solo ella con los ajos más brillante que nunca, parecía que había nacido otra vez, se recogió el cabello lentamente, le dio un sorbo al café y volvió a decir:

-         - Nunca es tarde para empezar, solo hay que empezar…

Quizás sea la experiencia, los golpes de la vida, el cansancio acumulado de sus cuarenta y cinco años de edad, tres hijos, cuatro nietos y dos divorcios quien la enseñó que no importa la nada sino vivir como si fuera el último día y lo viviría como quiere.

Escribe Hogareña