En las calles se ve
la confusión de la gente tanto de las personas del gobierno como de la oposición,
son muchas conversaciones irónicas, irracionales y hasta sin sentidos. Tantas
opiniones de una y otra parte, letrados y no letrados, de barrios y
urbanizaciones nadie se queda atrás sin decir una palabra, desde el zapatero
hasta el médico, lo cierto es que todos estamos sufriendo la decadencia de un
país destrozado. Y seguimos “engrinchados”, a la defensiva dispuestos a dar
cualquier respuesta entre tanta tensión y peor aún dispuesto a cualquier cosa
con tal de defender lo que por derecho nos pertenece, o sea, la casa, la
familia y hasta el pan de cada día.
Los estudiantes siguen llevando la peor parte. Los que están en las
calles protestando y los que no. Todos pagan “justo por pecadores”. Presos todo
el mundo, lo tratan como criminales, aunque no parezca.
Los profesores dicen “hoy vemos clases, sea como sea” y de repente en
medio de la clase en donde el salón está lleno de estudiantes, llevando a cabo
la planificación del día, los sorprende una bomba lacrimógena, día tras días.
Claro otros afueras protestando por la inconformidad por los quienes dirigen el
país.
Hasta donde se va a llegar con toda esta situación, Venezuela se cae en
pedazos y con ellos los venezolanos, entre la discordia, el recelo, el miedo,
la rabia, la ira e impotencia “todos agarrados de los pelos”. Los problemas se
salen de control y parecemos el lejano oeste de esas historias vaqueras donde
no hay un comisario que combata ni defienda al pueblo.
Todos sabemos lo que está pasando, algunos se guarda entre sí sus
sentimientos, otros los expresan con cólera y el más fuerte y sin pelo en la lengua lo habla sin que le
quede nada por dentro. “Solo se necesita salir a la calle para saber lo que sucede”.
Escribe Hogareña
0 comentarios:
Publicar un comentario