ESPERAR LA VENGAZA DIVINA

Una amiga decía: ¡todo el mal que haces, se devuelve, la vida se cobra las injusticias que hagas!. Ahora yo me pregunto¿tendrá razón mi amiga?, quien tiene el poder divino para jurar que esa persona que hizo el mal, le irá mal más adelante, nadie tiene ese poder. A menos que se tome la justicia con las propias manos. Si alguien dice que “Dios te castigue”será posible que de verdad Dios lo castigue, que le caiga las siete plagas de Egipto y lo hunda en el infierno. Otras personas dicen “lo dejo en manos de Dios” y es cuando reflexiono que tiene que ver Dios con todas esas cosas. Lo que si estoy segura que todo lo que sube tiene que bajar, no se sabe cuando y como pero siempre bajar, tarde o temprano, lo posible o imposible sería si caerá sobre esa misma persona.

No tenemos la certeza que la justicia que necesitamos tener, se haga realidad, y qué pensará esa persona que sabe las consecuencias de su mal acto y lo que está piensa su adversario te aseguro que dirá “no es mi problema” o a lo mejor dirá “no me importa lo que piense”. Qué probabilidad hay que una problema cotidiano por decirlo así (una discusión, disgusto con alguien, un favor que no se hizo, el pago de una deuda, que no le dio permiso y todos esos detalles que veces ni siquiera nos damos cuenta que le hacemos daño a otra por nuestra convicción de pensamiento), entonces sale de nuestra boca cientos de palabras colmadas de ira y rencor y terminamos diciendo por nuestra impotencia “menos mal que arriba está un Dios, que para abajo ve”. Es nuestra gana de tener un Dios vengador y que haga lo que queramos, aún sabiendo que la posibilidad de ver humillada a la otra persona es cero.

Escribe Hogareña