Desde el zapatero hasta el panadero tienen que
pagar vacuna, para que no le roben. Una amiga que trabajaba en Alcasa y por
reducción de personal la despidieron, y es tan mala la situación económica y el
desempleo desenfrenado que se vio obligada montar un “perrocalentero”, es un
pequeñito comercio de comida rápida de pan con salchicha, con cremas y
salsas, y vegetales o todo lo que quiera
la persona, pues para varias también vendía hamburguesas. Un puesto improvisado
al frente de su casa y como lo está haciendo la mayoría de los venezolanos,
sino, es venta de empanadas, arepas, cochino frito y todo lo que se le venga a
la mente y sea de provecho. Lo cierto es que hace unos días le llegó un grupo
de muchachos, que ella misma lo vio nacer, correr en el patio de su casa y
hasta jugaba con sus hijos y uno de ello le dijo:
-
Cónchale mi
tía, tu negocio está echando pa´lante va a tener que pagar vacuna… tu sabe,
pues, pa´ que no quiebre.
Se le dice “mi tía” a la persona que creen
respetar o creen que tiene algo de dinero, y es la responsabilidad de darse
algo.
Y ella asustada pero a la vez tomó fuerza y
les dijo:
-
¡Qué vaina! Yo
que te vi nacer y te limpie el rabo, ahora me vas a tracalear…
-
Yo no, es mi
llave, el que lo va hacer… bueno tu sabe y pa´que no te robe, entonces páganos la
vacuna…
Les cuentos que la palabra mi “llave” la trajo
los cubanos, que quiere decir “mi pana” “mi brother”, “mi amigo”.
-
Yo, no te voy
a pagar nada y esta misma tarde voy hablar con tu mamá.
-
No te meta
con la vieja, porque tu sabe, que haga lo que haga ella no va hacer nada…
-
Sí, ponte a
creer que te voy a pagar, cuántos perro-calientes se vende, cuantas hamburguesas,
eso no me da nada de ganancia solo para comprar comida…
-
Bueno mi tía,
tú decides, hay te la dejo y no respondo…
En la imposibilidad de no poder hacer nada,
les paga una cierta cantidad de dinero considerable para que no la roben.
Son un grupo de jóvenes organizados en cada pueblo,
barrio y urbanización, con el fin de ir a cualquier puesto para cobrar vacunas
que se hacen llamar el sindicato. Y como cualquier comercio están lo que venden
drogas que les pagan a los sindicatos para que los dejen vender, o sea, es una
bomba de tiempo, me pregunto quien irá a parar esta locura. Es el “sindicato”
ya organizado que irán aprendiendo para ser guerrillero, paramilitar, pandilla
organizada o mafia, porque no es nada nuevo que vienen cobrando vacuna. ¡Donde
está la justicia! ¿Quién será el “súper héroe venezolano” que tendrá el guáramo
para poder frenar estas mentes retorcidas, que atropellan a los venezolanos y
más venezolanos, que son golpeados no solos por el gobiernos sino por los malandros
y ahora por los “sindicato” que venían operando desde hace muchos años pero no
tenía nombre. Ahora parece que ya tienen leyes, reformas, estatutos y abogados “ya
tienen forma”.
Antes no entendía lo que era el sindicato, y
no entendía algunas cosas, pero de tanto preguntarles, ya los entiendo, pero
será para mañana que les explique.
Escribe Hogareña
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