LA SORPRESA DE CLAUDIA II

Y más tarde volvimos hablar del tema, a pesar de cambiar de conversación siempre era Claudia la que relucía:

-          Ya muchos médicos viven de esa profesión a esa edad –decía la morocha.

-          Bueno yo creo que para estar sin hacer nada, es mejor mantener la mente ocupada… - decía mi hermana.

Pero para mí era que Claudia había nacido otra vez, es vivir la vida como si fuera el último, siempre vivió para los demás ahora que tiene los conocimientos y la experiencia es necesario ponerlo a prueba, parecía otra, el entusiasmo se le notaba de lejos.

-          Nunca es tarde para empezar –dije.

-          Hermana pero es demasiado tarde.

-          Jamás es tarde, para lo único que es tarde es cuando nuestro espíritu está fuera de nuestro cuerpo.

-          Bueno eso si es verdad.

Entonces, nunca es tarde para hacer realidad nuestros sueños, nunca es tarde para empezar, nunca es tarde para hacer lo que queremos y nunca es tarde para ser feliz. Lo más difícil es empezar pero después que se empieza lo demás viene por sí solo.

Escribe Hogareña