AQUELLA MUJER

Escribo y borro,escribo y borro, escribo y vuelvo a borrar sin poder hacer ni siquiera una oración, pensando tonterías, nada genial, estoy sentada en el ordenador con lamente en blanco, con el cuaderno de dibujo de mi hijo, dos ganchetas y el diario de mi suegra, quisiera leerlo pero todavía no es el momento. Es un tesoro preciado esperando el momento preciso para ser homenajeado. Muchos años guardados en una maleta que reposaba en el closet y no fue hasta ahora que tuve el valor de ver los tesoros de su hijo. Y como si nada me lo regaló, será porque sabe muy bien que nadie como yo para merecer tal regalo o más bien sabe que yo lo voy a cuidar, y así será.

Es solamente un viaje que hizo a Europa, y como no apreciar ese regalo, como no leerlo y disfrutar de sus sentimientos de esa aventura que una citadina llevó consigo durante años. Ella no está aquí pero su espíritu y toda ella, está escrito en esas cuantas líneas, la siento cerca. En ese viaje largo pero a la vez corto que la describe.

Escribe Hogareña