LA CULPA

Cómo nos gusta echar la culpa a cualquier persona, y a veces somos tan injustos que nos echamos la culpa a nosotros mismos también. Por la “culpa” de esto y de lo otro. Que si tú y que si yo, pero jamás decimos “así tenía que pasar las cosas”. Estoy de acuerdo que cada quien hace su vida como mejor le parezca, pero hay personas que se pasan la vida echándole la culpa a todo el mundo por sus propias malas actuaciones.  

Será el destino, la vida escrita en un libro o era Dios que lo quiso así, que no pudiste aprender a manejar bicicleta porque tu papá jamás te enseñó o que no sabes bailar porque a mamá nunca le dio tiempo, pero que hiciste tú para aprender manejar bicicleta o bailar. En vez de pasarse la vida lamentando por lo que no pudo ser más bien trata dar lo mejor te ti, porque la culpa y el rencor desgasta la vida poco a poco sin uno se dé cuenta a consecuencias del de esas cosas terrible que crece en nuestros corazones y cuando menos piense se ha pasado la vida en la culpa.

Culpa o no culpa hay que levantarse, reconocerlas fallas y seguir viviendo.

Nota: Y no es por nada, en lo personal me molesta sobremanera que en mi país se le eche la culpa a todo el mundo menos a los que están culpando.

Escribe Hogareña