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martes, 11 de noviembre de 2014

COMO SI NADA

Hace mucho pero mucho sol. No provoca ni salir al jardín. Otra vez los perros rompieron la bolsa de basura, es una locura, basura por todos lados. Camino de la escuela un gato podrido colmado de cal por el hedor, él único que lo lloró fue mi hijo al verlo de regreso a  casa la semana pasada. Y más adelante un perro abombando  en una bolsa negra. Y la vida sigue adelante como si nada.
Es curioso para mis hijos observaron las diferentes etapas que ha transformado el gato muerto. Le primera vez mi hijo dijo “parece que está dormido, se le ve la piel suave”, después “están hinchado”, ahora “está flaco y hediondo, porqué tiene esa cosa blanca encima”, pues, fue los vecinos que le echaron cal para apaciguar el mal olor.
El señor indigente desapareció como si nada, qué rumbo habrá tomado, lo que nunca se le olvidó llevar fue esa una bolsita azul que le zumbaron cuando lo dejaron adrede y no sé porque llevaba una libreta entre los brazos, una libreta sucia, rota y llena de barro, por un momento imaginé que era el historial médico, pero no lo creo, eso es imposible.
Escribe Hogareña


lunes, 10 de noviembre de 2014

JOLI

Es designio de Dios de que el está pasando vaina siga pasando más vaina como si fuera un castigo. Del que está jodido esté más jodido en el transcurso del tiempo. Del que es miserable siga siendo el mismo miserable que vemos todos los días.
Que nunca veamos alguna lucecita al final del camino que nos diga “ésta es la esperanza”. Al contrario vemos más calamidad que se va apoderando de a poquito de nuestras vidas que no va ahorcando. Que a pesar de las inmensas luchas para ganar terreno solo se vea el cansancio sin ninguna recompensa. Es el cansancio acumulado en nuestros hombros, es como los hombres de aquella novela “camino al dorado” que a pesar de sus imaginaciones de llegar al dorado en medio de la calamidad solo encontraban la muerte lenta.
Así describo la vida de Joli, muchacha rústica, torpe y sin saber hacer nada pero que se casó con un hombre modesto y de ellos nacieron tres lindos niños. Esa misma muchacha que pasó mucho trabajo en su niñez, que fue violada de niña y vendida una vez por su madre a un viejo asqueroso por  tres locha. La que se casó y solo sabe atender a sus hijos y marido que tanto la quería, y que aún en la inmensa pobreza la familia era feliz. Una, en muchas familias que veía la vida de otra forma, hasta que alguien atropelló al esposo. Está muerto. Ahora que será de Joli con sus tres niños sola, de que va a vivir, otra vez sola en el mundo, entre la pena y el dolor. Claro el esposo se llevó la peor parte pero es ella la que tiene que seguir luchando. Me pregunto ¿Qué hará ahora, que está sola?  Dios tenga piedad de ella y los suyos.

Escribe Hogareña

viernes, 7 de noviembre de 2014

TANTAS COSAS

Me levanté a las cuatro de la mañana, después de bañarme y cepillar los dientes, me toqué los senos como de costumbre. Y siempre mis dedos llegan a las mismas glándulas que simplemente el doctor me dijo que son nódulos. Pero que tengo que estar pendiente y hacerme siempre el examen mamario semanalmente. Después vestirme mi esposo quería que me quedara en la cama otro rato y como lo menos que quiero que me toquen lo rechacé. No aguanto el dolor de cabeza, el mismo dolor de cabeza y malestar que tengo desde hace más de una semana. Aquel que le conté que estaba enferma. Y mi vecina, entre bromas y risas me dice:
        Cuidado con tus mosquitos eso… es chikungunya… no me los pase para mi casa…
Y yo le contesto no lo es. Los síntomas no son los mismos. Tengo un gripón grandísimo y el pecho bien apretado que tuve que nebulizarme hace cuatro días. Y la fiebre del mosquito no da gripe. Ayer en la tarde me visitó una amiga que es médico y me dice:
        Amiga si tiene: dolor de cabeza, dolor de garganta pero no las tienen inflamadas, dolor muelas y las mandíbulas, y te duele todo el cuerpo entonces es dengue.
Ciertamente, tengo todos esos síntomas, pero no me ha dado fiebre. Y para que sea dengue tiene que darme fiebre “pensé”. Eso sí, me duele el pecho de tanto toser, estoy tomando los medicamentos, aquellos en los que hice cola hace tres días.  Mi amiga me dio tremendas recetas, todo con acetaminofén, por si es dengue, hacerme el examen de orina y hematología completa. Y dejar que el mismo cuerpo combata ese virus.
Claro que no fui, una vez que hice el desayuno me aliste y con dos envases llenos se desayunos para los niños de la escuela. Mis hijos tenían una evento en el salón que no podía faltar “El abrazo en Familia” y allá estaban las maestras quejándose de los representantes que no colaboran, y además de las habladurías que estos formaban porque todos los días tenían que dar un bolívar para comprar queso y rellenar las arepas para el desayuno de los niños, y yo les dije:
        Claro, a mi no me importa dar un bolívar, hasta daría cinco o diez… pero es responsabilidad del gobierno dar el desayuno completo… como va a dar la harina nada más, entonces, para eso no le den nada… después tu los oyen diciendo que la comida de los niños está garantizada, y no es así.
Cuando voy al salón de mi otro hijo, todos comenzamos hablar de las familias y la maestra nos dice que es viuda, que tiene un año que su marido lo mataron. Todas nos quedamos pasmada y no sabíamos que decirle y una representante muy atrevida le preguntó:
        ¿Y cómo lo mataron?
Y ella entristecida y los ojos aguados contestó:
        No quiso seguir pagando vacunas, pues,  tenía que pagar vacuna a los policías y a los malandros de la zona… teníamos una cauchera…
Me quedé sin palabras e inmediatamente cambié la conversación. Ya de regreso a casa los perros rompieron las bolsas de la basura y todo el frente está horrible, pero antes tenía que escribir y aquí estoy, escribiendo como loca, con los pensamientos clavados en el bolívar para comprar el queso, en el infortunio de la maestra que quedó con tres niños chiquitos, yo con mi gripón y la casa un caos. Pero afortunada de tener a mi familia completa.
Escribe Hogareña

jueves, 6 de noviembre de 2014

VIVIR ASÍ...

No crean que la situación está fácil en mi país. Es muy difícil y duro vivir así. Cuando sales a la calle, puedes observar colas en todos lados. Las calles están  horribles con sus innumerables huecos y basuras por todos lados. Ayer por lo menos un carro llegó a dos cuadras de donde yo vivo y tiró a un señor (indigente) con una bolsita como si  él fuera un trapo sucio. Pobre señor quien se ocupará de él.
Esta no es la Venezuela que yo conocí cuando apenas tenía quince años, recuerdo que iba al parque con mis padres, en la entrada del parque habían chicos que nos guiaban por los sitios más emblemáticos, te entregaban un folletos, las plantas verdosas y sin hojas, y una patrulla vigilaba para que todo marchara bien. Ahora no lo puedo hacer con mis hijos por el mal estado que se encuentran estos sitios turísticos y el abandono total de las instalaciones.
Recuerdo pasear por las avenidas y era de buen gusto sentarse en un banco a comer helado y observar a las personas que pasaban por el frente. Ahora no se puede hacer por temor que te atraquen o si no los buhoneros te tapan el paisaje. Claro, que a veces comemos helados pero en la casa mirando la televisión.
Antes iba al mercado y compraba lo que sea, recuerdo el chocolate caliente, papas horneadas, el maní tostado o el queso amarillo. Ahora no los hay, sino más bien el estrés de las personas quejándose de esta mala vida.
Recuerdo que cada quien hacía lo mejor que le convenía. ahora  tienen que ponerse un traje rojo porque sino te tachan como traidor. Es horrible este gobierno que vive en una constante amenaza, amenaza y más amenaza. Y se las pasan atosigando para que nadie los traicionen su lema es "hay que seguir, no se cansen". Y como sea, gente la gente está cansada de tanto pasar trabajo y penas. 
Por más que hagan campaña, sigan amenazando, regalando limosna y todo lo que le pase por la mente los venezolanos estamos cansado por esta vida miserable.
Ayer salí a comprar medicina para el asma y solo venden dos cajas de diez comprimidos, mi esposo que sufre del corazón no consiguió las aspirinas, o sea dos semanas sin tomarlas, hicimos una cola para comprar acetaminofen una caja por persona.
¡No se puede vivir así! y lo peor es que vendrá más calamidad.
Escribe Hogareña

miércoles, 5 de noviembre de 2014

ALEGRÍA EN NAVIDAD

Nada de arbolitos de navidad porque esa tradición no le pertenece a nuestro país. Nada de San Nicolás porque tampoco pertenece a nuestro país. Nada de pavo, nada de bolitas ni luces y mucho menos de guirnaldas.
Sólo se venderán lo que los comerciantes tienen en el depósito del año pasado.
Aquellas luces que tanto alegraron las calles y avenidas quizás éste año no la veremos. Más bien estarán alumbrando las colas de los venezolanos en las puertas de los comercios. Más nada.
Acaso no es de otro país la celebraciones de las fiestas patronales, o quien carrizo la inventó. Quien inventaría comer cochino en navidad y las famosas hallacas. O el mismísimo cumpleaños. Son costumbre adoptadas por los venezolanos.Ni hablar de la religión y la política.
Yo creo que son escusas para tapar la vergonzosa desdicha de los venezolanos.
Y si pondré mi arbolito de navidad con sus luces y un San Nicólas.  Haré lo posible para que mis hijos estrenes su ropa y zapato. Y si voy a comer hallaca así tenga que cortar las hojas de la mata de plátano que tengo en el patio. Los juguetes estarán bajo el árbol y disfrutaré de la alegría de mis hijos. Espero tener felicidad entre la dureza de  mi país.
Escribe Hogareña

martes, 4 de noviembre de 2014

EL COCHINO ESTÁ SEGURO

¡Caramba! Está segura la pierna de cochino para las fiestas decembrinas. A matarse todos los venezolanos que tienen dinero para comprar una perna de cochino. El gobierno lo dice como si fuera una gracia o un heroísmo, como si de eso nos salvara de tanto calvario.
Dos container de juguetes para los niños. Lo que tienen dinero que le compren a sus hijos el juguete que encuentre y no el que desea. Pero no sin antes hacer tremenda cola, rozarse la piel sudada y hasta jalarse los pelos si es necesario.
Las hallacas es un lujo, el pan de jamón inalcanzable, los zapatos del niño son de cartón.
Mientras tanto soñaremos tener en el centro de la mesa una tremenda pierna de cochino como soñamos darles leche a nuestros hijos que por alguna razón me siento responsable por sus vasos de leche.
¡Cuando se terminará ésta pesadilla!

Escribe Hogareña

lunes, 3 de noviembre de 2014

Escribe Hogareña: MI TERCER CUENTO

Escribe Hogareña: MI TERCER CUENTO: Parece que es un sueño o mentira. Tantas luchas y esfuerzo para lograr lo que más he querido. Ahora es tan fácil que se me hace imposible d...

MI TERCER CUENTO

Parece que es un sueño o mentira. Tantas luchas y esfuerzo para lograr lo que más he querido. Ahora es tan fácil que se me hace imposible de creer. Mi tercer cuento seleccionado para conformar un libro, entre más de dos mil cuentos y mi nombre y cuentos están en esos libros. Claro ni siquiera finalista ni el ganador pero seleccionaron otro cuento más ¡Qué felicidad! Estoy cada vez más cerca gracias a “letras con Artes” en España. Aquí les va mi cuento:

LA MATA DE GUAYABA

Desde niña siempre quise leer al revés como lo hacía la tía Nancy, es por eso que me esforzaba por practicarlo en la punta de la mata de guayaba, entre los ramales lisos de tanto pasarle las manos de un lado a otro que apenas si se notaba las agraciadas figuras blanquecina con tonadas marrones arcaicas del tallo. Siempre cargada de ambarinas guayabas y su oloroso sabor a mermelada, despertaban bellos sentimientos.  La que no dice nada si estoy riendo o llorando, simplemente está allí esperándome.
Entre las horquetas pronuncié mis primeras vocales,  para luego pasearme entre libros y cuentos sin que mamá entendiera ni un poquito la pasión de la lectura y de monear en la mata cuando regresaba de la escuela. Solo compartí esa felicidad con las hojas que no paraban de bailar gracias a los cánticos del viento. Pero más tarde descubrí que la tía no sabía leer a eso atribuía agarrar el periódico al inverso, y con razón la mata se reía de mí, con razón no podía entender lo que me quería decir las frutas cuando le encontraba algún gusano, con razón me rasguñaba las cascaras secas del escapo que emergía con tanta facilidad.

DAILET M. BUTTO R.


Escribe Hogareña

viernes, 31 de octubre de 2014

MUJER VI

Una mujer estaba haciendo cola, llevaba medio día agarrando sol y el ajetreo entre empujones y malas palabras la dejó con los cabellos alborotados, hablaba de esto y de lo otro, de repente un hombre se acercó y la sacó de la cola por la misma melena, la mujer pegó un grito y cuando lo vio se quedó pasmada, entonces el hombre dijo “estoy cansado de llegar a casa y no encontrar almuerzo, que vaina es ésta, todos los días haciendo cola tras cola, hasta cuando… los niños están solos, la casa es un desastre y tú aquí muy tranquila, vamos a la casa carajo” pues era el esposo, todas nos quedamos mirando, unas decían “este hombre es un pasado vale, la mujer haciendo cola para comprarle la comida y él le pega” y otras agregaban “pero también recuerda, que hay mujeres que se ponen obsesionada o fanática haciendo cola y más cola, por lo menos yo hago cola cuando necesito, no hago cola solo por hacerla”.
Después que se casó se olvidó arreglarse el cabello, de vestirse bien y utilizar una pintura en los labios, como lo hacía cuando estaba soltera, ahora está gorda y las demás decimos “amiga que pasó contigo porque te abandonaste así. Apenas si se le ve al frente de la casa en aquella bata que jamás pensamos verla así. Ella siempre tan cuidada, meticulosa y coqueta.
Están las mujeres que se lamentan de su suerte, y viven echándose culpa en el pecho sin valorar lo que tiene a su lado. Ambicionan lo que no tienen y lo que jamás tendrán. Pero jamás hacen nada para cambiar esa realidad sino que esperan a un hombre que le cambie la vida.
Las que se visten como hombre, actúan como hombre y parecen hombres. Los niños de la escuela la imitan en son de burla y ella ni caso le presta.
Las que odian, envidian y desean todo de la fulanita de la esquina. Que  si tienen la oportunidad destruyen lo que sea.
Se encuentran las que no pierden la oportunidad de coquetearle a quien sea, así sea el esposo de su mejor amiga y se hacen llamar “amigas por siempre”.
La ex de Carlos lo dejó por otro, porque según el otro le iba a dar lo que nunca Carlos le dio. Carlos le había dado una casita no muy grande, tenía carro propio, y le daba lo que ella necesitaba. Pero ella no estaba a gusto o no lo quería en realidad. Le había sido infiel varias veces, pero Carlos nunca nos creyó. Pues, salía a trabajar y siempre creyó en ella. Para sorpresa de todos un amigo lo llamó y lo llevó al lugar donde ella estaba con otro tipo y fue allí cuando abrió los ojos y comenzó a juntar el rompe cabeza. A pesar de su infidelidad Carlos le pidió que no lo dejara pero ella se fue con el otro tipo y salió embarazada. El otro tipo nunca le compró una casa más grande, y no tienen carro y no la lleva a pasear. Ella en este momento está pasando por muchas carencias, vive alquilando (y como le va a comprar casa con ésta situación tan difícil que estamos pasando los venezolanos), está arrepentida y quiere volver con Carlos. Pero él ya se recuperó tienen otra mujer. De los errores también se aprende. Y de qué forma aprendió ésta mujer valorar lo poco que tiene.
Cuando se cree que hemos visto todo, pues, no hemos visto nada. Este es el principio de algo visible y cotidiano.

Escribe Hogareña

jueves, 30 de octubre de 2014

MUJER III

Están las maniáticas que les gustan limpiar y limpiar, que no pueden ver un defecto en la estancia porque se ponen fúricas y pierden el control, son ese tipo de mujeres que no les gustan a los niños, las que nunca han tenido hijos.
Ni hablar de las que no les gustan limpiar, por donde quiera una ropa regada, platos por todos lados, pero nunca pintura en los labios le faltan. Quizás sean aquellas las que nunca van a sufrir del corazón.
Pero las más problemáticas son aquellas que creen en lo paranormal, más bien, en brujería. Viven la vida creyendo que todo el mundo le está echando brujería. Encienden velas, se bañan con hojas de todo tipo y fuman tabaco todas las noches. Caen en trancen y creen tener el espíritu del negro Guaicapuro o María Lionza. Se las pasan diciendo que al marido lo tiene amarrado otra mujer, que el niño no duerme porque el espíritu tal lo está visitando, que si en la puerta de la casa te echaron que sabe que cosa mala y pare de contar.
Y no hay que dejar de mencionar las que dominan al hombre, y los golpean. Y las mujeres que ven a la pareja dicen “por lo menos una en un millón no se deja joder por un gran carajo”. El hombre extiende la ropa, lava los platos, barre la casa y hasta le rasca la espalda a la mujer.
Por puesto, las infieles. Son aquellas que les gustan a un hombre y sea como sea lo consigue, así sea casado o ella esté casada.
Las santas, las que se las pasa en la iglesia rezando el Ave María y el Padre Nuestro, y creen que las demás son impuras. Que son las únicas que pueden entrar al reino de los cielos. Y se las pasan criticando a todo el mundo, que no dejan que las demás pisen su terreno y se creen más que el mimísimo sacerdote.
Están las calladas que aguanta todo sin decir nada, las que sufren en silencio y hace lo que los demás digan incluyendo a sus hijos.
Las chismosas que critican y habla hasta de ella misma, que no aguanta la lengua para guardar un secreto.
Están las que les gustan echarse un trago. Las que no queman etapas de su vida. Que usan el mismo pantalón pegado a pesar de los años encima, la camisa descotada y tacones gruesos.
Las que les gustan una oficina, estar estresada, trabajando, trabajando y trabajando.
Claro, no podía faltar las faramalleras se las pasan hablando de su esposo, hijos, casa y habla de lo que hace todo el día. No tienen un céntimo encima pero les gusta aparentar. Es decir, tienen la cartera de marca pero no tienen que comer en el día. Y dicen “yo, yo, yo” y las que estamos a su alrededor comentamos “Allí viene esta, para hablar de ella misma qué fastidio, yo me voy antes de que empiece”.
Bueno, y las creativas, las que cosen, tejen, inventan en la cocina, leen, escriben, cantan y hacen lo que sea para mantener la mente ocupada.
Las que sueñan con el futuro, por una mejor casa, carro, estudios y miles de proyectos que le vienen a la mente.
Las que no soporta a otra mujer hablar bien de un hombre, las que no soporta que una mujer se achante a esperar que el hombre le traiga comida, las que se molesta al ver una pareja feliz.
Por último, las que les gustan que los demás le sirvan, no les gustan mover un dedo para levantar un plato y se creen más que la reina Isabel.

Escribe Hogareña


miércoles, 29 de octubre de 2014

MUJER II

Muchas mujeres que no son valoradas ni siquiera por sus esposos, son la mayoría. Son pocas las que realmente se sienten felices. Y las que les envaina la tristeza, se tragan las desdicha despacito, a medida que pasa el tiempo. Se olvidan que necesitan ser alagadas aunque sea una vez al día.
Los hijos ni un beso de los buenos días le dan, pobre mujer solitaria, viva por fuera y muerta por dentro. Están aquellas mujeres que lloran la partida de algún hijo descarriado pero más lloran las que le han matado un hijo.
Una madre soltera con una niña recién nacida tiene el VIH, ella triste le encomienda a su hija a la madre que también llora. Su destino está marcado, no hay medicina para éste virus, así también está mi esposo que no consigue las aspirinas para el corazón. Que está pasando en mi país. El estudiante que se zumbó del hospital al descubrir que tiene VIH. Por alguna razón lo comprendo, pues él sabía que no hay medicina. La mujer está en cama luchando por lo menos para ver a su hija un día más y éste joven se quitó la vida.
Todavía María llora por su hijo asesinado, tiene años así, todos los domingos se le ve caminar al cementerio, así como a otras madres, deseando que sea un sueño. Una cola de mujeres para comprar la comida, día tras día, son colas interminables, jamás se termina, pues, no hay pollo ni carne, por lo que se compra atún en lata. Pareciera que es el gobierno dice lo que tenemos que comer.
Claro que hay carne y pollo en los comercios privados pero a precio inaccesible.
Están las mujeres que brillan de felicidad, sus ojitos están vivos, como las hijas de Chávez, se ven tan fresca y sana, como la ministra Valera, la esposa de Maduro y todas ellas. Claro tienen el poder a su favor. Ellas utilizan toallas sanitarias y las pobres pañitos de tela que lo tienen que lavar para volver a utilizarlo. Sus hijos tienen diez guardas espaldas, comen lo mejor, y tienen su vasito de leche todas las mañanas, los míos solo tomaron agua hoy en la mañana.
Las actrices y esposas de los empresarios, se le ven bien bonitas con sus trajes bien limpios y sus mejillas rosadas, ni siquiera hacen mercados, se lo llevan a la casa, directamente claro, y no se bajan del carrote para comprar periódico porque le da calor.
Están las ejecutivas que sobreviven del trabajo a la casa y que no les da tiempo de recrearse porque tienen que prepararse para día siguiente.
Tengo tremenda gripe que ni me podía levantar de la cama y ni me molesto ir a la farmacia porque no quiero escuchar la palabra mágica “no hay” mejor me quedo en cama, tomando cogollo de citronera con manzanilla, y hacer gárgara de agua con vinagre y esperar que mi cuerpo ataque el virus. Y con miedo pensando que era chikunguya gracias a Dios que no es. Me duele mucho la cabeza, las amígdalas y todo el cuerpo.  

Escribe Hogareña

martes, 28 de octubre de 2014

MUJER I

¡Qué mujer tan tenaz y con mucha fortaleza la que tiene mi madre! Criar cinco niños de edades casi iguales es admirable. De verdad que no dejo de alabarla. Yo tengo dos y ha veces que ahogo.
Qué mujer tan valiente y osada es Lilia, ha luchado, está luchando y seguirá luchando por la libertad de su esposo. No es como otra mujer que se pone a llorar y cruza los brazos esperando un milagro. Ella no. Está allí. Levantada y más fuerte que nunca dando la pelea por amor a su esposo.
Ni hablar del liderazgo de Dilma, que no es lo mismo que Cristina, dos mujeres diferentes. Una más decidida que otra, pero mujeres líderes que mueven cielo y tierra.
Malala, tan pequeña y dulce y que vio la realidad de la vida, más bien, de su vida, en lo cultural, social y costumbres de otra forma. A pesar de su edad es una mujer guerrera.
Tengo una tía que tuvo diecisiete hijos, pobre tía digo yo, pero ella feliz con su poco de muchachos que ya son hombres. Ahora está criando nietos. Y nosotros le decimos "hasta cuando vas a criar tía" y ella contesta "hasta que Dios quiera". Tan trabajadora mi tía.
La señora Sebastiana crío a seis hijos pero cuatro  se le murió en un accidente. Con mucha fortaleza sonríe pero la imagino llorando en las noches cuando la soledad le toca la puerta.
Tantos méritos y felicitaciones que ha recibido María Corina, pero también, muchas humillaciones y palabrotas. Y qué mujer para no dejar que nadie la pisotee. Siempre con su mentón en alto sale por las calles más firmes que antes.
Muchas mujeres en silencio que son golpeadas por sus maridos y que no dicen nada. Unas son asesinadas y las que tienen más suerte quedan traumatizas por el resto de su vida. Las violadas y tratadas como un trapo son aquellas que nadie conoce y que nadie les interesa conocer.
Y las que forman un país, son las amas de casa, son aquellas que le tienen el almuerzo, ropa, casa lista para los hijos y marido. Que sin ellas el hogar no funcionaría bien. Otras, a pesar que trabajan, tienen que llegar a casa haciendo cosas, es decir, dos trabajo, uno sin descanso ni remuneración. Y la que no recibe las gracias de nadie.
Escribe Hogareña
 
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