Se me acaban los insumos en mi hogar. Por
lo tanto me estoy llenando de muchísimo valor, valentía y tenacidad, pero sobre
todo mucha preparación psicológica para comenzar hacer cola otra vez.
Siempre digo que no voy hacer más cola
pero siempre hago lo mismo. Son promesas
y decisiones que siempre se rompe.
Claro, tengo miedo que me pueda pasar algo
o a mi esposo, y peor aún a uno de mis hijos. Pero no tenemos opción.
Levantarnos de madrigada e ir de mercado
en mercado para ver que están vendiendo y comprar. Un producto de un lado y
otro en otro lado. Mientras, la piel se tuesta, el cabello se pone amarillento
y las ojeras abarcan mi rostro. Me deshidrato y siempre me enfermo.
Sufro de asma por lo que perennemente cuando llego a casa, es con el pecho apretado y pensando en la locura del día y
en el trajín.
Cientos de personas golpeándose,
empujándose y diciendo malas palabras y allí estoy yo haciendo lo mismo, no me
queda de otra.
Escribe Hogareña
0 comentarios:
Publicar un comentario