QUE NO SE DICEN A UNA MUJER

Les cuento amigos que las reglas de las mujeres va en serio, eso de que dicen que cuidado con decirle de aquel pantalón no le queda bien “es verdad”, si la quiere de enemiga pregúntale la edad y por último, nunca pero nunca le digas que está gorda así esa una “gordinflona”

Y aquí les van las razones por lo que viví en los últimos días y lo comprobé:

 Como era la semana mayor, y aquí en mi ciudad hace tremendo calor, acostumbramos salir al río, y yo a un riachuelo, bajo la sombra y hermosos paisajes, el agua fresca sentados en la arena, una lata de refresco y los niños chapoteando en el agua. Me acerqué a las cuñadas de mi compadre, es una familia muy grande, cuatro hermanos, esposas, sobrinos, hijos, y nosotros los invitados. Se acerca la hermana de mi compadre y le dice a su cuñada, después que tenían varias horas charlando entre risas y habladurías, que si el cabello, los zapatos y las uñas:

-          Oye Mireya ese pantalón te queda muy ajustado, te hace ver un playón y la barriga se te sale…

La mujer se la queda mirando, y luego dice:

-          Si claro porque ese pantalón que tu tiene te queda muy bonito…

-          Disculpa vale, no era para que te molestara, solo quería…

-          Nada chica, cambiemos de conversación y porque no quiero…

Y yo pasmada agregué:

-          ¡Mira a los niños, creo que la corriente se los está llevando!

Todavía sin saber lo que había pasado me senté al lado de los hombres que no hacían más que hablar de sus recuerdos de cuando eran jóvenes y cuando me aburrí de escucharlos, decidí ir a jugar con los niños en el agua. Detrás de mí se metió otra muchacha, madre de unos de los niños de la misma edad de mi hijo mayor, pues hablamos de los niños, sus juegos y estudios, después de una pausa, intercambiamos nuestros nombres, y me pareció que entramos en confianza, y como en toda conversación hablamos de los hombres y sus mañas por lo que le pregunté su edad y la mujer se puso fría, y sin decirme más nada se volteó y se marchó, sólo escuche decir entre los dientes “eso no”. No sabía en qué pensar, si ella me habló de su esposo, de sus hijos, de su casa, trabajo, hasta una mancha que tiene entre las piernas, jamás comprendí porque se había molestado por preguntarle su edad, entonces recordé aquellos presagios de mi abuelita cuando decía “a las mujeres no les gusta decir la edad, es más, cuando llegan a treinta pasan diez años cumpliendo la misma edad”. ¡Qué cosa es esa! Es verdad lo que decía la abuela, pero a mí no gusta mentir en mi edad y mucho menos me molesta que me la pregunten.

A mi comadre que tenía muchos años sin verla, jamás le dije que estaba súper gorda por la simple razón que sabía que se molestaría, que ese traje de baño de dos piezas no le quedaba bien porque los rollitos se le salían por doquier, pero lo bueno es que ella era feliz y se sentía bien consigo misma a pesar de lo gorda y que ese traje de baño no disimulaba la gordura y es grato haberla visto siendo ella misma.

Escribe Hogareña