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lunes, 30 de junio de 2014

SENTIR CON EL ALMA

Me he encontrado a muchos de mis amigos y me dicen “todavía estoy esperando que escriba de mí”, y yo los miro fijamente a los ojos y les contesto “como hago pues”. Es tan fácil escribir pero tiene que sentirlo y salir del alma. Lo que quiero decir que cuando escribo de alguien o de algo es porque lo siento. Por ejemplo, cuando me dicen “no escriba tanto de política” y yo les contesto “pero es lo que estamos viviendo en carne propia, no es un invento, es la impotencia, el dolor, las ganas de llorar, no tenemos necesidad de pasar por esto”. Luego vuelven a decirme “pero tu sabe como es el gobierno, te van a cerrar el bloger” y vuelvo a contestar “pero como hago, me quedo callada aguantando y aguantando hasta que me mate una rara enfermedad por no decir lo que siento”.
Pero bueno cada quien tienen algo que contar, es la magia de cada quien, somos tan diferentes, algunos con más, otros con menos, pero únicos. Quieren tener un momento de gloria o simplemente quieren saber lo que siento por ellos, más bien como lo ven las otras personas, los que están afuera.
Y claro que lo van a tener, ya verás que muy pronto escribiré y escribiré sobre ti, no solamente porque quiere que escriba  de ti sino porque lo siento.


Escribe Hogareña

viernes, 27 de junio de 2014

MIS PRIMERAS ANTOLOGÍAS

Por fin mi primer libro. Para mí, es mucho. Son veintes cuentos recopilados desde hace tiempo. Todavía estoy corrigiendo algunos detalles y el fastidio de los requisitos que te piden unos tras otros que no le veo fin, pero ojalá pueda solucionarlo pronto.
Lo que más importa es tener mis cuentos plasmados en hojas, en ese olor a tinta y papel. Pero primero va a estar disponible por amazón.htm mediante createspace. Espero su apoyo. Pronto les aviso.

Escribe Hogareña

jueves, 26 de junio de 2014

UNO, DOS, TRES Y CUATRO

A veces quisiera “tirar la toalla” y dejar que todo siga su curso, sin proyectos ni deseos de que se hagan realidad los sueños, simplemente quedarte allí en la mecedora, junto al jardín y mirar el cielo mientras veo pasar la nubes con sus figuras asimétricas.
Con el cansancio a cuesta, lo que me provoca es perderse del tiempo, a lo mejor ir a la playa o a las montañas, al lado de mis seres más querido o hablar con alguien que no he visto desde hace muchos años.
Olvidarse del curso de la vida, y de mi misma. Encontrarme más relajada o apropiarme de mi espíritu.
Después de tantos días de emociones, algunas buenas y otras no muy buena, solo te queda el agotamiento y lo que provoca es rendirse. Tantas trabas, uno, dos, tres y cuatro e infinidades de veces y no  veo el final que se hace cada vez más lejos.

Escribe Hogareña

miércoles, 25 de junio de 2014

EL HERMANO DE ÁNGEL

El hermano de Ángel era el galán del barrio y más que galán era el picaflor o don Juan. Todas las chichas se morían por él. Creo que la única que no le importó su rostro y sus palabrerías fue a mí, y creo que sería porque vivía en las nubes soñando en otras cosas. Recuerdo oí decirle a la muchacha de la otra cuadra “yo no voy hacer nada con tu novio, es contigo la cosa”. Luego se dio cuenta que yo lo miraba fijamente a los ojos y simplemente él se sonrió y guiñó un ojo.
 Que si bailó con la muchacha tal, que si me dijo esto,  que si me vio de tal forma y tantas cosas que escuché de las chicas que más bien era una novela. El muchacho fue prometedor, aunque no estudió, trabajaba en una empresa básica y la vida era más fácil. Un día nos dio la noticia que se casaba, y recuerdo que las mujeres se entristecieron, sin embargo, yo observaba los cambios ocurridos en su vida.
Había tomado vuelo, parecía dueño de las calles y se sentía grande. Un carro, su novia y un buen trabajo. Se casó por todo lo alto, tremenda fiesta. Nosotros asistimos, claro, y recuerdo que bailamos hasta el amanecer.
Un día me dijo mi padre que lo habían votaron del trabajo (se paralizó la empresa), y desde entonces siguió sus andanza en las calles. Y que más puede hacer un hombre que solo sabía soldar. Vendió el carro. Su esposa embarazada y con dos niños menores de tres años. Ya no era el galán del barrio y las muchachas felices proclamaban “de lo que me salvé”.
Mucho después me enteré que estaba preso, pues, en una fiesta se formó una pelea y por accidente o no, mató a un muchacho. Le dieron la pena máxima y la está cumpliendo.
Fui testigo como su madre luchó por sus hijos y cómo lloró  cuando éste cayó preso, se puso muy flaca, el cabello se blanqueó y las arrugas salieron muy rápido. Imagínense cómo se debe sentir en este momento por la muerte del otro hijo. Son dos hijos, uno casi perdido y el otro se perdió en un instante. La escuché decir “me quitaron a mi hijo”. Ahogada en llanto, el rostro que no es rostro y sin ganas de vivir.
Con solamente pensar en mis hijos, se me pone el corazón chiquitico y arranco a llorar. Soy madre y, sé lo que da una madre por sus hijos.
Y como se sentirá ese muchacho encarcelado, en no poder ver por última vez a su hermano. Arrepentido por los errores cometidos, quizás. Esto es lo que hay en mi pueblo.


 Escribe Hogareña

martes, 24 de junio de 2014

ÁNGEL

Cuando queríamos un mango de la punta de la mata, llamábamos a Ángel, y en santiamén saltaba de una rama a otra y nos bajaba el mango. Muchas veces se cayó de las ramas pero siempre se levantaba con una tremenda sonrisa y volvía a subir. Jugábamos a la “pelotica de goma”, a la “gallinita ciega”, al “fusilao”, al “tocaito”, al “palito mantiquellero”, al “escondite” y muchos juegos que en este momento no recuerdo. Lo cierto es que Ángel terminaba por caerse por donde quiera e incluso, si iba caminando tranquilo, lo raro era que nunca le vimos ni siquiera un rasguño. Pues lo bautizamos como el “gelatina” y decíamos:
-          Epale gelatina que vamos a jugar hoy.
Y él con una sonrisa menuda contestaba:
-          Lo que ustedes quiera…
Siempre lo imaginé como una gelatina de fresa. Y cuando lo llamaba gelatina de fresa, él me decía “no soy de fresa, soy de piña”, pero como las gelatina de piña nunca me gustó preferí imaginármelo siempre de fresa en silencio.
Claro éramos cuatro niñas, y mi hermano y él no nos podían ganar jamás. Siempre veíamos a Ángel brincar de un lado a otro. A veces nos traía un coco de su casa, varias guayabas, hasta limones, lo que él pudiera traer. A medida que fuimos creciendo se enamoró de mi hermana, creo que a mi hermana también le gustaba pero nunca dijeron nada, quizás sea porque crecimos juntos o porque quién se enamoraría de “gelatina”.
Nos distanció los estudios o más bien la adolescencia y con ello los deseos y sueños diferentes. Nosotros estudiando y gelatina dejó los estudios. Nuestros amigos eran de la universidad y de gelatina los de la calle.
Él se enamoró de una muchacha a quien le decíamos cabeza de chocolate, sobrenombre que él mismo le puso, era por los enredos de su cabello y su color marrón. Y nosotras nos atrevíamos un día en decirle:
-          Cónchale Ángel, (claro porque como éramos adultos, nos comenzamos a llamar por nuestros nombres), Cónchale Ángel porque te casaste con cabeza de chocolate y él decía:
-          Porque sí, me enamoré  y deja la vaina vale…
Su trabajo era de albañil, herrero, carpintero y lo que saliera. Muchas veces trabajó en pequeñas contratas de las empresas básicas, pero no lograba quedar fijo. En muchas ocasiones cuidó las espaldas de mis hermanas de gente que quería robarla cuando regresaban del trabajo. Quizás sea porque se la pasaba en la calle, brincando de aquí para allá y nunca le pasaba ni siquiera un rasguño.
De ojos café claro, caucásico, de sonrisa cálida y fácil de conversar. Siempre alzando la mano para saludarte y sobretodo en la esquina del portón de su casa esperando un no sé qué. Una esposa y sus hijos. Esperando un trabajo. Celebraba con sus amigos, lo balearon muchas veces y por más que corrió duro, ésta vez no se salvó. Muchos tiros, por todos lados, así terminó Ángel el domingo en la noche.
Su madre llora y su padre se resiste al llanto, sus hermanas desconsoladas y su esposa destrozada mientras sus hijos, no pueden creer lo que sucedió. Tenía treinta y cuatro años de edad.
Estoy tan triste, otra persona muy cercana a mí muerta inesperadamente. A la vez tengo mucha ira porque son muertes que podrían ser evitada si el manejo del sistema del país evocara a las necesidades del pueblo (tantos planes de seguridad y la inseguridad va de mal en peor). Nos estamos matando unos a los otros. Tantos jóvenes caídos como si estuviéramos en guerra.  Sólo un fin de semana en el estado Bolívar hay más de catorce muertes por armas y no haya justicia.

Escribe Hogareña

lunes, 23 de junio de 2014

TENÍA UNA AMIGA II

La amistad no se negocia, se gana. La amistad de esa amiga que se perdió por su irracional forma de pensar, deja mucho que desear. En mi caso no dejaría jamás una amistad por su forma de pensar, porque en el fondo todos somos iguales.
Soy católica y tengo amistades evangélicos, de testigo de Jehová y hasta ateo, amistades homosexuales que algunas ocasiones me defendieron, amistades sifrinas como dicen mis amistades del bajo mundo, amistades más jóvenes  y más viejos que yo, amistades de pensar ideológicos diferentes a mí, amistades del barrio, amistades que creen en misticismo, extraterrestre y cosas inimaginables. ¡Qué más da, así es la vida!
Pero quién soy yo para cambiar la forma de ser de los demás y es como decía una gran amiga “en este país hay que saber vivir, porque tú no sabes cuando vas a necesitar de esa persona”. La cosa es no perjudicar a nadie, sin cambiar y mucho menos pretender que los demás sea como uno mismo.

Escribe Hogareña

viernes, 20 de junio de 2014

TENÍA UNA AMIGA I

Nos conocimos en la escuela. Entre reuniones y conversaciones nos dimos cuenta que teníamos mucho en común, primeramente porque nuestros hijos tienen la misma edad. Pero más que eso era la sencillez y el cariño que se hizo sentir inmediatamente al interactuar.
Un día ella empezó a invitarme al “salón de batalla” y yo como tenía que venir a escribir o simplemente llegar a casa para hacer los quehaceres diarios siempre le respondía “hay amiga, disculpa, pero no puedo” y ella cambiaba la expresión de su rostro con algo de enfado, sin embargo, seguíamos hablando por lo menos unos minutos en la escuela.
Pasaron los días y ella me decía:
-          Tú siempre está ocupada, ven conmigo para allá porque a ti te conviene…
Y yo:
-          Cónchale vale, me gustaría pero no puedo…
La verdad es que ya sabía que ese salón de batalla se trataba de la política del gobierno, y más que eso eran peleas entre ellos mismo, (chismes: que si tu dijiste, que si yo deje, esto y lo otro). Son representantes del consejo comunal, unos llamándose copeyanos y otros adecos, y la verdad es que todos vienen de un pasado de cualquier otro partido. Lo cierto es que cualquier persona que se hace llamar revolucionario o socialista vienen de copei, adeco, causa r u otro partido, claro menos algunos de la nueva generación de jóvenes.
Luego, pasaron los días, y esa misma amiga me convenció para meterme en una misión, pero todo fue fracaso, siempre firmaba encuesta que nunca hice, clases que nunca se dio, pues es una corrupción latente. Finalmente no acepte más, que usaran mi nombre para tales cosas. Me enfurecí por no dar clases aún firmando asistencia de nombres y apellidos de hombres y mujeres que nunca conocí, aclaro que tampoco acepte pago no ganado (dinero). Y lo peor es que siempre me decía ahora sí vas a dar clases y nunca llegó ese día.
Pasó un tiempo y me llegó con un pasaporte, se iba a Cuba a recibir un curso de las “filas de combate”, y por supuesto me invitó y yo le dije:
-          No puedo dejar  a mis hijos solos…
Y ella:
-          No lo vas a dejar solos, los va a dejar con su papá.
Jamás dejaría a mis hijos y por tal motivo me dejó de hablar. Ahora nos vemos en la escuela o en la calle y no me habla. Se voltea sin responder a mi saludo. A veces solo alza la mano y me da la espalda.
A veces siento discriminación por parte de su persona, quizás sea porque sabe que no soy de su tilde político o porque no acepté la corruptela de las misiones. Pero mi conciencia está limpia.
Me han dicho que las filas de combate y los que conforman el salón de batalla, no les habla a otras personas que no sean de su gente. Es la ignorancia combinado con la discriminación.
Jamás pero jamás dejaría de hablarle a otra persona por pensar diferente a mí. El hecho es que los del gobierno y oposición son seres humanos antes de cualquier cosa, y sea como sea estamos sufriendo los mismos males.
Desde el que anda en la calle recogiendo lata hasta el médico lo podemos necesitar algún día en el momento menos esperados.

Escribe Hogareña

jueves, 19 de junio de 2014

HABLANDO Y HABLANDO

Qué lindo cuando un familiar te visita después de tanto tiempo sin verlo. En mi caso es mi hermana menor. Llegó ayer. Hablamos, hablamos, hablamos y hablamos de todo, que si esto, lo otro, fulanito de tal o aquello. Y mis hijos nos decían “ustedes si hablan” “no dejan concentrarme en los estudios” y nosotras hablando y hablando. Llegó la madrugada y nosotras hablando y hablando hasta más no poder. Ahora, me dice “no tengo mantequilla ni arroz” y yo “bueno en tal supermercado están vendiendo” y vamos a ir dentro unos minutos. Y lo mejor es que no voy a estar sola. Seguiremos hablando, hablando, hablando y hablando de todo. Ella se va mañana y espero que tengamos el tiempo suficiente para decirnos lo que tenemos que decirnos "jejejeje". Por el día de hoy el mundo es nuestro y estamos haciendo lo que mejor sabemos hacer  “hablando, hablando, hablando y hablando de todo”.



Escribe Hogareña

miércoles, 18 de junio de 2014

AQUEL Y ÉSTE

Todos decían, incluyendo los de la oposición “¡oh! Que hombre tan inteligente”, “se las arregla para inventar otra”, “Cómo hace para que la gente caiga en sus redes”. Pero una mala jugada de la vida hizo que esos sueños se truncaran por su desaparición y no sin antes preparar lo que se llama otra atrocidad “plan de la nación” poniendo en las riendas a un hombre con ganas de hacer aquel sueño realidad, pues es una promesa, con la única diferencia de que este hombre no ha leído tanto como aquel hombre, que hasta en sus discursos comete errores uno tras otros. Y es, en donde esa gente descontenta se aprovecha de su debilidad para hacer valer sus diferencias y a otros se le caen las vendas de los ojos. Aún cuando la opresión es más fuerte, porque a pesar que el ex presidente desaparecido tenía el carácter más fuerte era una persona muy estratégica.
Para mí en estos momentos hay más represión, atosigamiento y sobre todo discriminación que antes. Más bien se irá agudizando al pasar del tiempo, cuando la gente abran los ojos, que ya lo está haciendo (quizás sea por los golpes de economía, inseguridad y social).
Ya no está el carisma, el encantador de serpiente, el intelecto ni mucho menos aquel hombre que pinta cosas lindas en lo que sea.
Si tan solo éste se diera cuenta que no puede reencarnar en el otro, que debe cambiar su metodología porque a él no le queda. Si tan solo dejara de oprimir al pueblo. Si tan solo se activara la economía. La gente lo amaría un poquito más. No lo digo solamente yo, sino también la gente en la calle. Es esa gente que conozco cada día en las colas, en la escuela cuando llevo a mi hijo, en la parada de autobús, en el parque, en el kiosco al comprar el periódico, en la panadería, cafetería y en todos lados en donde me pare. No es el clamor de solamente yo, es el pueblo que grita y llora sus penas.

Escribe Hogareña

martes, 17 de junio de 2014

NADIE LE QUITA LO BAILAO

Nadie puede negar que Chavez era un hombre extraordinario y carismático, mucha gente lo admiraba por su forma de hablar, y de aquellas palabras tan lindas, elocuente y por sobre todo con tanta firmeza que decía “más bien era un encantador de serpiente” convencía a cualquiera, tenía ese don de hacer temblar a cualquiera y para todo tenía una respuesta, sea como sea. Pues, era que leía demasiado. Eso es lo que hace que una persona sea intelectual.
Muchas frases, oraciones y cuentos de caminos dicho por él, lo he visto en muchos libros y es entonces cuando digo “¡ah! de aquí fue que tomó esta palabra”. A veces siento un alivio de que no era un súper hombre como dice el gobierno, sino que leyó libros y más libros. Y claro, como es normal en los venezolanos “no les gusta leer” entonces se quedan asombrados por cualquier palabra elocuente, así no tenga la razón, solo importa la forma de hablar lindo.
Quizás sabía que no somos tan lectores, que nos aburre los libros y todas esas palabrerías que son aburridas, que es mejor, ir al parque, correr, reír y hablar.
Estoy segura de que Chavez sabía muy en el fondo de su corazón que el socialismo nunca triunfaría, que más bien traería más pobreza, destrucción de todo un pueblo, así como en otras civilizaciones lo hicieron, claro que lo sabía, pero era su reto, era una meta para él hacer triunfar el socialismo, iría contra la corriente, lo haría posible aunque sea por primera vez en la historia del mundo, él creía en ese proceso, es por eso que se lanzó a esa aventura.
Creyó en lo pensaba y lo hizo saber a todos los venezolanos, los que creyeron en él lo siguieron para defender sus ideologías y los que no creyeron se hundieron en la hoguera del infierno de la discriminación.
Estoy más que segura que tuvo que haber pasado muchos años leyendo las historias del socialismo, democracia, burocracia, dictadura, las doctrinas de los imperios y reyes y todas esas cosas que lo hicieron ser como fue. Y aún así se arriesgó y arriesgó a mucha gente para hacer realidad su sueño.

Escribe Hogareña

lunes, 16 de junio de 2014

IGUALDAD PARA TODOS

No Crean que la palabra de igualdad proviene o fue creada por este gobierno, sino desde los tiempos de Rousseau y quizás mucho más ante. Pero fue este filósofo quien la definió en su explicación del socialismo. Reforzándola así los señores Morellet y Mably. Aún cuando Merellet pensaba que ninguna fuerza humana podía lograr que la igualdad llegara en un pueblo sin causar desastre, por lo que permitía que el gobierno no tuvieran el poder absoluto de su pueblo.
Y eso lo podemos palpar en nuestro país, donde el socialismo es la bandera de los gobernantes tratando de igualar al pueblo, donde todos sean tratados equitativamente, pero lo que ha traído consigo es la pobreza en todos los ámbitos. Una economía decaída, falta de autoridad para gestionar los canales más viables para solucionar problemas y por sobre todo donde el grupo de personas se aprovecha de la situación para hacer de las suyas.
“El poder es para el pueblo” dicen, donde se le da una miseria a la gente y los demás se lo llevan a los bolsillos, para luego, echarle la culpa a ese grupo de personas que no saben en donde están parados. “Fue que se lo robaron” vuelven a decir, llamándolos corruptos.
Y resulta que los corruptos, y los que tienen grandes empresas en el país y en el extranjero son los que proclaman igualdad. Engañando a la pobre gente, a los más humildes, a los que se parten el lomo día y noche tratando de sobrevivir engañados por las patrañas de la élite.
Ese es el ejemplo vivo que la palabra igualdad en socialismo, pues,  no funciona en ningún lado, o se ha visto un alto funcionario haciendo cola o paseando por las plazas solos, jamás, saben que solo tienen que hacer una llamada para que le lleven la comida a su mesa y que la delincuencia está desatada. Y esos delincuentes, más bien esos jóvenes son los que no consiguen trabajo, y no existe sistema que los saquen de esa vida miserable. ¡Dónde está igualdad!, los pobres siguen siendo más pobres, la clase social media siguen luchando, la clase social alta se fueron del país, mientras los que tienen el poder manipula al pobre y se ríen de nuestras miserables vidas, zumbándonos a los mercados tres paquetes de harina o de lo que seas y nosotros agarrados por los cabellos entre peleas e insultos para por lo menos y con el favor de Dios agarrar un rollo de papel.

Escribe Hogareña

domingo, 15 de junio de 2014

FELIZ DÍA PAPÁ

Sin muchas palabras: Feliz día a todos os padres del mundo.
Feliz día papá en el cielo, te extraño mucho.



Escribe Hogareña
 
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