Señor mío. Déjame decirle lo mucho que lo quiero y lo amo. Que he aprendido mucho de tu paciencia, humildad y sobre todo compresión.
Señor mío. No existe en ti el orgullo ni la prepotencia y cada día da lo mejor de ti para hacerme feliz.
Señor mío. No dudes de mi amor por ti que en tu ausencia te llevo siempre en mis pensamientos.
Señor mío. Quiero que confíes en mi como yo lo hago en ti. Que tus dudas se despejen y que te quedes tranquilo.
Señor mío. Al verte dormido abrazo juntitos dándome tu calor me das seguridad y sobre todo amada.
Señor mío. Eres mi esposo, mi fiel compañero, amigo mío. Mi Mariano.
0 comentarios:
Publicar un comentario