QUISIERA...

Quisiera que en esa gira nacional que está haciendo nuestro presidente nacional, se paseara por las inmensas colas que hacemos los venezolanos para conseguir los productos básicos.

Quisiera que nuestro presente se paseara  solito con su carrote, tremendo reloj y ropa de marca por los barrios de mi país.

Quisiera que nuestro presidente se paseara por las cárceles venezolanas y estrechara su mano con algunos de ellos.

Quisiera que nuestro presidente se acercara a las liceos públicos e instalara alguna conversación con esos alumnos, educadores y representantes...

Quisiera que nuestro presidente me visitara, que entre a mi cocina y abriera mi nevera.

Quisiera que nuestro presidente sintiera lo que yo siento en éste momento.

Quisiera que nuestro presente se pasea por nuestras calles, sin tener nada preparado como se lo prepara su gente, simplemente él y su comitiva, sin poder, y viviera lo que yo estoy viviendo en éste instante.

Escribe Hogareña

Y CÓMO NO VOY A LLORAR

Hacerme la vista gorda ante las manifestaciones de estudiantes en todo el territorio venezolano, es imposible. Muchos estudiantes de todo las profesiones universitarias indignados por la muerte de un joven que ni siquiera tenía que ver con lo que estaba sucediendo (era un joven que pasaba para llegar a donde se encontraba su tío), pues lo mataron. Un policía que tenía orden para enfrentar con armamento a los manifestantes. Un pobre policía que solo hacía su trabajo. Una orden impuesta por el mismo gobierno, aprobado y sacado por faceta oficial. De utilizar armas en contra de los que salen a las calles a protestar. 

Ahora nos encontramos en un dilema, un joven de catorce años, que ni culpa tenía de pasar por la calle, y que se encuentra su sangre manchada en el pavimento. Y un policía imputado con todo el peso de la ley injusta de nuestro país quienes mandaron a utilizar armamentos en las manifestaciones. 

Es muy fácil poner preso al policía y echarle la culpa, claro él fue quien utilizó el arma, pero realmente los culpables fueron todos aquellos quienes aprobaron esa ley, vagabundearía o como se le llame, para solamente amenazar a quienes manifiesta en las calles por la mala situación del país.

Si pensaron que con esa ley se iba a dejar de manifestar, sería morir. Junto con los estudiantes estamos muchas mujeres, que somos madres y que nuestros hijos están en las calles deseando un país como lo vivieron mis padres y abuelos. Porque ellos son el futuro del país, son ellos los que formaran cada pedacito de tierra en prosperidad y son ellos los que pueden hacer que la sociedad sea mejor.

No se puede seguir aguantando más.

Ya llevo dos semanas haciendo cola y todavía no he logrado comprar la cesta básica para que mis hijos puedan comer. Sería un tontería quedarme tranquila sin levantar mi voz en pos de las injusticias. En este mismo instante mi corazón llora no solo por ese joven asesinado, sino también por el policía y más que eso por mi país y los venezolanos.

No es nada fácil hacer una cola seis horas solo para comprar un kilo de detergente o cuatro rollo de papel. Y cómo no voy a llorar...

Escribe Hogareña

MI CUENTO DE NAVIDAD

Mi cuento de Navidad seleccionado por Letras con Artes:

AMENIDAD NAVIDEÑA

Llegó Esperanza con la temática del abrazo, y yo aburrida me escondí detrás del cortinero, podía auscultar a los niños entusiasmados abrir sus regalos y la familia desde hace rato habían avivado la magia de la unión. Al decir que era la mejor navidad sería mentir, es como todos los años, la misma alegría que nos llevan a acoplarnos cada vez más.

Nerviosa seguía a oscuras sin ganas de saber de Prosperidad,  que me perseguía con sus consejos, por lo que caminé de puntillas hasta mi cuarto para no saber de nadie y encontré a mi hermana ilusionada, mirándose al espejo, colocándose una gran flor a un lado de su cabellera, mientras cantaba estribillos navideños.

El brillo de la felicidad renacía nuevamente en cada esquina de la casa al escuchar las campanadas de la iglesia anunciando la epifanía, y  Esperanza confabulada con Prosperidad, gritaban mi nombre por doquier y pude ver la mesa adornada de muchos colores, sabores y olores. Y fueron los murmullos del gentío enloquecidos, quienes me recordaron que en ésta época la vida se olvida. Por lo que guardé la confusión debajo de la cama y florecí al lado del capullo del amor.

DAILET M. BUTTO R.

Escribe Hogareña

UN CORAZÓN...

Un corazón triste que ríe es la más difícil. Pero nada es imposible. Y poco a poco se puede sonreír en lo difícil y en la misma impotencia.

Escribe Hogareña

SOLEDAD

¡Buenos días! Aquí ya son las ocho de la mañana, mi esposo e hijos a orilla del río pescando "dicen ellos" lo único que sacan es caribe. Con este tremendo sol implacable. Y mi razón de no haber ido es porque estos días he agarrado mucho sol, y estoy cansada. solo quería estar como estoy en este momento. Un poco de soledad, escuchando música y haciendo lo que más me gusta "escribir". 

Y no podía dejar de escribir en mi blog, y dos cuentos más, para un concurso de literatura. Ya están casi terminados, solo falta hacerles algunas correcciones más y listo para enviarlos.

Escribe Hogareña

AYER

Las raresas no dejan de pasar en el país. El Alcalde metropolitano (en la capital) fue apresado de una forma muy extraña. 

Tremenda tangana (gente matándose)  se realizó en el supermercado makro (muchos golpes, groserías y cansancio), solo para comprar leche y pañal desechable. Además en los supermercados chinos vendieron jabón para lavar ropa y otro supermercado vendió café, pues ami no me tocó comprar ese día porque fue por el terminar de la cédula.

Nuestro presidente una vez más encadenó los medios de comunicación, amenazante y el creerse más fuerte del país. Justificando sus actos y los de sus gabinete. Sigue con su idea de un golpe de estado o de su persona. Y muchos dicen que es para tapar otra devaluación de la moneda.

Ayer salí un momento a la calle y aunque no lo crean no pude comprar nada, pero gasté el poquito dinero que tenía encima. Pensándolo bien sería, por el agua que le compré mis hijos, el periódico de mi esposo y el pago del transporte. 

Escribe Hogareña

QUE VIVIRLA...

Si  a través de tu mirada, me recordaría que existe la esperanza sería un milagro, pero si visualizara tu sonrisa te envidiaría por la simple razón que quisiera tener un poco de paz. Jugaría como un niño, como esos niños que nunca sabe lo que sucede a su alrededor. 

Bailaría hasta el amanecer si pudiera, como lo hacía antes. Antes de tener pudor, y sin querer, quisiera abrazarte aunque sea un momento para que me transmitiera tu confianza, que tanto necesito en éste momento.

Si soy feliz, claro que lo soy, no tengo otra salida, pues, no me queda de otra, ni modo que me pase la vida triste porque así sí moriría y no quiero eso, no solo por mí sino por mis hijos. 

Lejos muy lejos, descubrí, aunque ya lo sabía, pero se me había olvidado que la vida hay que vivirla.

Escribe Hogareña

Escribe Hogareña: MI CUENTO

Escribe Hogareña: MI CUENTO: Otro cuento seleccionado y vuelvo a sentir la misma alegría de aquel día cuando me enteré que seleccionaron mi primer cuento, con la difere...

MI CUENTO

Otro cuento seleccionado y vuelvo a sentir la misma alegría de aquel día cuando me enteré que seleccionaron mi primer cuento, con la diferencia que tengo más deseos de seguir adelante y la ambición de perfeccionar  mi estilo y creatividad.

Nuevamente gracias a "letras con Artes" en España. Muy, muy  pero muy orgullosa:

UN DÍA DULCE

Patica de algodón salió muy temprano a pescar granitos de azúcar. Al pasar las horas,  melosa deliciosa impaciente fue en su búsqueda, pero al verlo en la profundidad del río de miel acaramelado, muy abrazado con chispas de chocolate come que comer merengue de limón se sorprendió, por lo que dio brincos sin rumbo entre las galletas crocantes.

Melosa deliciosa furiosa, llegó a la madriguera de mermelada y como son tan buenos amigos, la escuchó pacientemente, y en el ocaso, cuando dejó de lamentarse la acompañó a la mansión de helado y allí estaba patica de algodón al lado de chispas de chocolate con grandes barquillas de fresas y nada pasó.

DAILET M. BUTTO R.

Escribe Hogareña

CRISIS QUE NOS ENVAINA

Son las ocho y cuatro de la noche. Las calles alegres de la gente celebrando el Carnaval, música por todos lados y mis hijos emocionados por ir a pescar mañana, les encanta muchísimo.

Mi piel está tostada por el inmenso y resplandeciente sol, y es difícil hacerse sentir las noticias más triste de estos días, será por la alegría que emana de los venezolanos, es decir, somos felices a pesar de las penurias porque es nuestras características, porque estamos marcados como un sello o porque lo llevamos en nuestra sangre. Es divertirse, bailar la canción más pegajosa, la que suena más duro pero sobre todo la que haga más bulla. 

Como es nuestra costumbre mojarnos en carnaval, pues éste año no hay agua, así que, solamente vemos las hermosas comparsas que preparó el gobernador porque para eso sí hay presupuesto y ahora más que vienen las elecciones de diputados que conforman la asamblea nacional.

Nuestra familia nos quedamos en casa, todavía asustados porque para robarle el carro a mi hermana la encañonaron y la amenazaron de muerte, a mi otra hermana la maltrataron y casi se llevan a los niños que iban en carro, pero de lo único que no se salvaron los niños fue los tremendo golpes contra el piso al sacarlos. Están muy nerviosos y más nerviosos estamos nosotros. 

Y días antes mi madre fue al mercado y la robaron con un cuchillo. Pues ya entramos en las estadísticas del hampa.

Estamos en casa, sin agua pero muy alegres porque estamos vivos. Agradecida de Dios y por su misericordia. Aún todas las noches rezo para que cuide a mi familia y todas las familias,  y que pronto salgamos de esta crisis que nos envaina.

Escribe Hogareña

ESPECIALMENTE HOY

En primer lugar: según el presidente desmanteló un atentado a su gobierno por parte de algunos militares. 

Segundo lugar: Muchos heridos en manifestaciones en la capital y otras ciudades hacia los estudiantes de la república que protestaban por aquellos quienes siguen privado de libertad por manifestaciones de hace un año.

Tercer lugar: Salió a luz un tercer sistema cambiario que nadie entiende y tratan de estudiarlo. Todo un enredo. solo los que lo inventaron lo entiende, pues su invento es según para apalear la secases o satisfacer un poco la necesidad del pueblo. Es por eso, que incentiva a los inversionistas privados. Pero como van a invertir si siempre lo están amanazando.

Cuarto lugar: Mi esposo salió a las dos de la mañana para hacer cola, y se encontró a la policía azotando a los que hacían cola, llevándose preso por lo menos a diez personas. Y cuando los policía se fueron, las personas salieron corriendo de todas partes, para hacer la cola. Por supuesto que mi esposo no pudo comprar nada. Llegó a la casa desanimado y un poco triste.

 Quinto lugar: Una joven aterrada me pide que la acompañe a la parada de autobuses porque tiene miedo que la atraquen, Y como yo no soy super man, llamo a un taxi de confianza que la ayude. Que tampoco él es superman y que también arriesga su vida.

Sexto lugar: Está bien claro que el gobierno está preparado para cualquier cosa, siempre lo he dicho y lo sostengo, nada ni nadie podrá contra él, y ellos están dispuesto a cualquier cosa. Como por ejemplo, la aceptación de usar armas en manifestaciones es una evidencia. 

Octavo lugar: Y en esa misma tristeza, mi esposo agrega cabizbajo "verdaderamente los empresarios tampoco colaboran para apalear o controlar las colas, no se justifica lo que vivimos diariamente, no dormir en las noches, hacernos correr, en colearse en las colas, las peleas entre la gente y los atropellos, es porque los empresarios no les importa al pueblo, tampoco ayudan y no aplican un sistema más humano".

Escribe Hogareña

LOS POBRES HOMBRES DE LA CANCHA I

Para los trabajos que hacen los obreros que barren las calles de la ciudad. Primero los ve que van llegando unos a uno en un sitio determinado, después de un rato los ve juntos, riendo y hablando. Ya como a las siete de la mañana llega un camión verde oscuro y se baja un soldado que más bien parece cubano. 

Los pobres hombres con su envase de comida entre las manos y una franela en el hombro se forman alineados unos tras otros, bien ordenados.

Entonces, el soldadito comienza a pegar gritos y más gritos, y las caras de terror de la pobre gente que ni siquiera se atreven a pestañear no saben que hacer. El soldado se pasea en medio del grupo formado, hablando y hablando con voz fuerte, palabras y más palabras que los hombres no entiende pero que hacen caso para que le den un día de trabajo.

Después de una hora, formados y parados como unos pendejos es que los mandan a subirse en la tanqueta para llevarlos a barrer las calles y cortar montes. 

Es lo que sucede cada mañana, allá en una cancha deportiva todos los días cuando llevo a mis hijos a la escuela.

A estos pobres hombres le están llenando la cabeza que sabe Dios de qué locura, solo para ganarse unos realitos, que no les alcanza para comer.

Escribe Hogareña