Ads 468x60px

Last Video

jueves, 10 de julio de 2014

PAJARITOS EN EL AIRE

Por un día dejé los problemas a un lado. Las benditas colas que las llevamos a cuesta como la cruz en el hombro, la inseguridad que está matando a los venezolanos, la rabia incluyendo la ira del pueblo venezolano colmado de humillación, las peleas de la oposición contra oposición, la del gobierno contra el mismo gobierno y las de la oposición contra el gobierno, las cerradera de empresas proporcionando despidos de miles de empleados porque el gobierno “tomó la batuta”,  ahora están quebradas, es el caso de SIDOR. Los buhoneros por doquier y se multiplican más que las hormigas, y para completar el gobierno engañando al pueblo, tratando de esconder lo que no se puede esconder, tapar el sol con un dedo como “pintarle pajaritos en el aire” y nadie le cree, ni siquiera su propia gente.
Las benditas amenazas de los “sindicatos” y de los choros pagados por el gobierno llamados tupamares o no sé como carrizo les dicen porque otros los llaman el salón de batalla, patrulleros de Bolívar o motorizados armados del Alcalde.
Lo cierto es que cuando todo marchaba bien, me llaman al teléfono y me dicen “oye, hay leche en tal sitio, si quieres tiene que venir hacer cola”, pues todo lo que se me había olvidado regresó a la mente, tenía que hacer cola para comprar leche y papel sanitario. Lo que creía que sería un día bien bonito se entorpeció por una bendita cola. Y tenía que hacerla porque solo me quedaba un cuarto de leche, y aunque tenía doce rollitos de papel “tenía que comprar, porque no sabemos si vamos conseguir dentro de quince días”. Así estamos.

Escribe Hogareña

miércoles, 9 de julio de 2014

DÍA ESPECIAL

Más orgullosa de mis hijos "Dios me los Bendiga". Es un día muy especial, un paso más para ellos y para mí. Por eso no pude escribir. no eran colas, ¡no! nada que ver. solo son mis dos amores.


martes, 8 de julio de 2014

RECUERDOS

Son sentimientos encontrados, que nos revuelven el alma de un pasado marcado de bonitos recuerdos y que de vez en cuando anhelamos con tanta vehemencia. Lo guardamos en nuestros corazones como la niña de nuestros ojos. De ese pasado donde todo era más fácil, dónde el peligro, los desafíos y las dificultades eran más fáciles. Será porque vemos la vida de otra forma o porque no éramos tan maduros como lo somos ahora. Sea como sea, esa añoranza se siente en las calles, en las avenidas, en la gente y hasta en el aire que respiramos.
Son que esos recuerdos que se siente en el alma y lo expresamos alegremente cuando nos reunimos en cualquier lado con los amigos. “Echamos los cuentos” y bla, bla, bla y bla pero que importa lo que se hable, lo importante es la felicidad que brotamos por nuestros poros mientras seguimos hablando sin parar y los demás se contagian imaginando todo el panorama, el ambiente, el diálogo y hasta los personajes.
Son recuerdos que es imposible de creer. Eran otros tiempos, otras aventuras, otra realidad. Los demás se quedan boquiabiertos quizás diciendo que es embuste o que está exagerando.


Escribe Hogareña

lunes, 7 de julio de 2014

NO PORQUE ESTÉ TRISTE


No quiero escribir nada en especial, no quiero escribir hoy, y no porque esté triste ¡no!, solo que no quiero escribir. No es que no tengo nada que escribir, si tengo mucho que escribir, son muchas ideas que tengo en la cabeza quiero escribirlas. Solo que no quiero escribir. Quizás sea, por ese bendito cuento, o porque todo lo que he escrito, está allí indefenso, al intemperie. Solo quiero dar la media vuelta y quedarme viendo a mis hijos jugando en el jardín.
No quiero escribir y no porque esté triste, nada de eso, solo me provoca un poco de café con leche y unas galletas junto al televisor mientras mis manos ajusta el lápiz creyón, porque todos los escritores utilizan bolígrafos o plumas finas menos yo, solo me gusta un lápiz creyón y un saca-punta. Y no sobre hojas blanca, claro que no, sino sobre libretas con sus hojas bien contadas y líneas bien firmes, son anotaciones unas tras otras, sin perder nada, que no se pierda entre los papeles las palabras, oraciones, párrafos y toda una página.
Solo eso, lo que haré, escribir con mi lápiz y mi cuaderno, aquí o allá. Es mejor que el ordenador o lo que sea.
No quiero escribir, y no porque esté triste, sino que quiero terminar el cuento y terminar otro, corregir y esperar que otros lo corrijan. Si tú me quieres ayudar a corregir y leer un poco me avisa.

Escribe Hogareña

viernes, 4 de julio de 2014

EL PERDÓN IV

El hombre que cometió un delito, pero que después que la adrenalina y el furor se ha calmado y piensa bien lo hizo, se arrepiente. Para después pedir perdón por sus faltas. Y mi pregunta es ¿A pesar de su arrepentimiento, se merece perdón? Aunque llore y clame por su alma. Lo digo porque ya el mal está hecho. Somos capaces de perdonar a alguien quien nos hizo algo muy malo.
A veces decimos “se lo dejo en manos de Dios” pero muy en el fondo de nuestro corazón sabemos que el dolor está allí carcomiendo el alma.
Está bien, perdonamos, pero la “justicia es justicia”, se cometió el error y hay que pagar. Así como a la vida nos cobra los errores cometidos.  Por ejemplo, salimos en la noche y por algún motivo decidimos caminar por un callejón (y aunque no sabemos que hay al final de ese callejón) en la inocencia seguimos caminando, para después toparnos con alguien que nos quita la vida. Es decir, por nuestra decisión la vida no nos da otra oportunidad, ni siquiera nos da chance de rectificar y mucho menos de pedir perdón.
La muchacha que se infectó de Sida por una mala decisión, la vida no espera que pida perdón para curarse, solamente se cobra lo que tiene que cobrarse.
Claro nosotros somos seres humanos y pensamos, y podemos perdonar porque tenemos un ser divino que nos enseñó desde niño ser humilde y amar al semejante, por otro lado, está la sociedad, la convivencia, la ética, moral y educación, y todas esas cosas que nos pones vulnerable para perdonar cualquier cosa.
Por eso digo, que están las cosas que perdonamos sin remordimiento, las que perdonamos pero cuando vemos a esa perdonas recordamos todo el daño que nos hizo, y las cosas que no perdonamos haciendo que nos duela el alma, y está el más fuerte “el perdonarnos a nosotros mismos”.

Escribe Hogareña

jueves, 3 de julio de 2014

EL PERDÓN III

Se merece perdón ese hombre que acaba de salir del ministerio de economía, después de muchos años haciéndole daño al país, ahora que se le volteó la tortilla, merece ser perdonado por los venezolanos, donde estamos sufriendo las consecuencias de sus malas decisiones. Por creer en lo superficial.
En mi caso jamás lo perdonaré. Por la muchas gentes que han muerto haciendo cola. Por los niños que no tienen que comer. Por las infinidades peleas de mujeres por un rollo de papel sanitario. Por la inseguridad. Por la corrupción. Porque nos tratan como animales mientras ellos están sentados felices y burlándose de nosotros. Sí por la burla, es una humillación que nos están haciendo.
Cuando lo veía y a veces lo veo en televisión, periódico u otro medio de comunicación, se me revuelven las entrañas y me lleno de ira. Que Dios me perdone pero de lo que soy yo no lo perdonaré. Por su culpa y culpa del gobierno estamos como estamos. Ahora clama perdón.
"Está más que rayao y que zapatee por otro lao" eso dice mi gente.

Escribe Hogareña

miércoles, 2 de julio de 2014

EL PERDÓN II

A veces perdonamos a la otra persona, y hasta convivimos con ella, pero cuando pensamos en las cosas que nos hizo se nos revuelven las tripas y la rabia se viene a la cabeza confundiese con el dolor en el corazón y que por más que tratemos reparar el daño no podemos.
Hay otros casos cuando decimos “no lo perdonaré jamás”, y es verdad, por más que tratamos de perdonamos no podemos. Le pasamos al lado y lo miramos de reojos omitiendo el saludo.
Se encuentra también el líder o jefe que por su forma de pensar le hace daño a los demás. Son esas personas que se le mete entre ceja y ceja las ganas de arrancarle el alma y que si se resbala se lo come vivo, pobre jefe ojala nunca se equivoque.
Por su supuesto está, el dejar pasar las cosas o equivocaciones cometida por una madre, un padre, un hijo u otro ser querido.
¡Qué sucesos debemos perdonar! ¡Qué cosas debemos dejar pasar! ¡Cómo curar el alma! Son tan difíciles, y eso que la iglesia nos enseña a perdonar. Es lo que se va aprendiendo a medida que pasa el tiempo, y es la misma vida que nos da la respuesta.


Escribe Hogareña

martes, 1 de julio de 2014

EL PERDÓN I

El perdón que es del hombre y no de Dios, el que a pesar exista el arrepentimiento pero el mal ya está hecho, que no se cura con nada en el mundo, el que no se puede ver con los mismos ojos de antes.
Quien se merece el Perdón:
1.- La pareja que es infiel.
2.- El hombre que mintió.
3.- El que jugó con los sentimientos de otra persona.
4.- El que le ha hecho tanto daño al país por estos últimos años y que ahora se arrepiente.
5.- El que mató a otra persona.
6.- El que critica a la otra persona.
7.- El que escondió un secreto.
8.- El que no tuvo el valor de defender a su amigo.
9 El que castigó.
10.- el que torturó.
11.- El que le puso traba a la otra persona.
12.- El que nunca dijo nada, se quedó callado.
Son esos y muchos más que se viene a la cabeza pero que no se dicen. Será que se merece perdón. Y con ese perdón es necesario la justicia.

Escribe Hogareña

lunes, 30 de junio de 2014

SENTIR CON EL ALMA

Me he encontrado a muchos de mis amigos y me dicen “todavía estoy esperando que escriba de mí”, y yo los miro fijamente a los ojos y les contesto “como hago pues”. Es tan fácil escribir pero tiene que sentirlo y salir del alma. Lo que quiero decir que cuando escribo de alguien o de algo es porque lo siento. Por ejemplo, cuando me dicen “no escriba tanto de política” y yo les contesto “pero es lo que estamos viviendo en carne propia, no es un invento, es la impotencia, el dolor, las ganas de llorar, no tenemos necesidad de pasar por esto”. Luego vuelven a decirme “pero tu sabe como es el gobierno, te van a cerrar el bloger” y vuelvo a contestar “pero como hago, me quedo callada aguantando y aguantando hasta que me mate una rara enfermedad por no decir lo que siento”.
Pero bueno cada quien tienen algo que contar, es la magia de cada quien, somos tan diferentes, algunos con más, otros con menos, pero únicos. Quieren tener un momento de gloria o simplemente quieren saber lo que siento por ellos, más bien como lo ven las otras personas, los que están afuera.
Y claro que lo van a tener, ya verás que muy pronto escribiré y escribiré sobre ti, no solamente porque quiere que escriba  de ti sino porque lo siento.


Escribe Hogareña

viernes, 27 de junio de 2014

MIS PRIMERAS ANTOLOGÍAS

Por fin mi primer libro. Para mí, es mucho. Son veintes cuentos recopilados desde hace tiempo. Todavía estoy corrigiendo algunos detalles y el fastidio de los requisitos que te piden unos tras otros que no le veo fin, pero ojalá pueda solucionarlo pronto.
Lo que más importa es tener mis cuentos plasmados en hojas, en ese olor a tinta y papel. Pero primero va a estar disponible por amazón.htm mediante createspace. Espero su apoyo. Pronto les aviso.

Escribe Hogareña

jueves, 26 de junio de 2014

UNO, DOS, TRES Y CUATRO

A veces quisiera “tirar la toalla” y dejar que todo siga su curso, sin proyectos ni deseos de que se hagan realidad los sueños, simplemente quedarte allí en la mecedora, junto al jardín y mirar el cielo mientras veo pasar la nubes con sus figuras asimétricas.
Con el cansancio a cuesta, lo que me provoca es perderse del tiempo, a lo mejor ir a la playa o a las montañas, al lado de mis seres más querido o hablar con alguien que no he visto desde hace muchos años.
Olvidarse del curso de la vida, y de mi misma. Encontrarme más relajada o apropiarme de mi espíritu.
Después de tantos días de emociones, algunas buenas y otras no muy buena, solo te queda el agotamiento y lo que provoca es rendirse. Tantas trabas, uno, dos, tres y cuatro e infinidades de veces y no  veo el final que se hace cada vez más lejos.

Escribe Hogareña

miércoles, 25 de junio de 2014

EL HERMANO DE ÁNGEL

El hermano de Ángel era el galán del barrio y más que galán era el picaflor o don Juan. Todas las chichas se morían por él. Creo que la única que no le importó su rostro y sus palabrerías fue a mí, y creo que sería porque vivía en las nubes soñando en otras cosas. Recuerdo oí decirle a la muchacha de la otra cuadra “yo no voy hacer nada con tu novio, es contigo la cosa”. Luego se dio cuenta que yo lo miraba fijamente a los ojos y simplemente él se sonrió y guiñó un ojo.
 Que si bailó con la muchacha tal, que si me dijo esto,  que si me vio de tal forma y tantas cosas que escuché de las chicas que más bien era una novela. El muchacho fue prometedor, aunque no estudió, trabajaba en una empresa básica y la vida era más fácil. Un día nos dio la noticia que se casaba, y recuerdo que las mujeres se entristecieron, sin embargo, yo observaba los cambios ocurridos en su vida.
Había tomado vuelo, parecía dueño de las calles y se sentía grande. Un carro, su novia y un buen trabajo. Se casó por todo lo alto, tremenda fiesta. Nosotros asistimos, claro, y recuerdo que bailamos hasta el amanecer.
Un día me dijo mi padre que lo habían votaron del trabajo (se paralizó la empresa), y desde entonces siguió sus andanza en las calles. Y que más puede hacer un hombre que solo sabía soldar. Vendió el carro. Su esposa embarazada y con dos niños menores de tres años. Ya no era el galán del barrio y las muchachas felices proclamaban “de lo que me salvé”.
Mucho después me enteré que estaba preso, pues, en una fiesta se formó una pelea y por accidente o no, mató a un muchacho. Le dieron la pena máxima y la está cumpliendo.
Fui testigo como su madre luchó por sus hijos y cómo lloró  cuando éste cayó preso, se puso muy flaca, el cabello se blanqueó y las arrugas salieron muy rápido. Imagínense cómo se debe sentir en este momento por la muerte del otro hijo. Son dos hijos, uno casi perdido y el otro se perdió en un instante. La escuché decir “me quitaron a mi hijo”. Ahogada en llanto, el rostro que no es rostro y sin ganas de vivir.
Con solamente pensar en mis hijos, se me pone el corazón chiquitico y arranco a llorar. Soy madre y, sé lo que da una madre por sus hijos.
Y como se sentirá ese muchacho encarcelado, en no poder ver por última vez a su hermano. Arrepentido por los errores cometidos, quizás. Esto es lo que hay en mi pueblo.


 Escribe Hogareña
 
Blogger Templates