Cómo no visitar a la familia después de tanto
tiempo, unos cuantos meses sin verlos ni saber nada ellos. Así que decidimos
visitarlos. Entre alegrías y abrazos nos recibieron, algo de música, comidas y
alegrías en el aire, la pasábamos muy bien. Unos cuantos primos, dos tías y
cuatro tíos, mi madre, unos amigos y algunos vecinos se acercaban para saludar.
Es así la acogida y el cariño de los venezolanos.
Después de un rato, cuando el alboroto se
había calmado, los hombres como de costumbre juegan dominó y las mujeres hablando
de lo que sea. Tocó la puerta tres muchachos que no pasaban más de veintitrés
años de edad y con el mismo cariño comenzaron a saludar con un beso en las
mejillas y rostros risueños. Me pareció conocer a uno pero los otros dos no
sabía quien era. Sabía que era Pedrito el hijo del señor Tomás, pero dentro de
la discreción me quedé callada para disimular saber quiénes eran. Ellos se sentaron
junto a los que jugaban dominó y cuando todos los demás se habían marchado,
sólo quedaba mi familia y los que jugaban.
De repente uno de ellos se me acerca y de
dice:
-
Te veo muy
rara ¿a que no sabes quién soy yo?
-
No, no lo sé.
-
Yo soy Ángel
-
¡Ah!
angelito, por Dios hijo, usted si ha cambiado…
-
Cónchale mi
tía, no me llame de usted, yo doy tu pana.
-
Sí claro
vale… cuéntame que hace…
-
Estoy matando
tigrito por allí, tú sabe cómo está la vaina…
-
Sí claro,
está muy difícil la situación…
Es un jovencito no más de dieciocho años de
edad.
-
Y tus hijos –me
dice con una sonrisa cálida pero a la vez triste.
-
Están
dormidos
-
Sí maita me
dijo que te casaste y tiene dos.
Es el sobrino de una vecina en donde vivía
antes, siempre decíamos en los juegos que ra nuestro hijos porque era el más
pequeño.
-
Mira Ángel yo
no sé en qué está metido vale, pero pórtate bien chico, tú está muy joven para
echar a perder tu vida…
-
Nada mi tía,
yo estoy jodio…
-
En decir ESO valle en sí es sólo Empezando a Vivir.
-
No vale más
bien he vivido demasiado…
-
Pero trata de
cambiar…
-
Yo quiero
pero los panas no me dejan… yo estoy jodido…
-
Te voy a
contar algo…
-
No vale no me
cuentes nada, porque yo soy muy nerviosa, entonces no voy a poder dormir
pensando en cosas…
-
Si mi tía te
lo voy a contar… tú sabe que estoy metido en problema…
-
Ya cállate vale ...
-
Bueno mi tía,
estoy en problema, dentro de tres días el sindicato me va a borrar del mapa.
-
¡ah! cómo tu
está loco
-
Así como te
lo estoy diciendo, el sindicato me tiene a la mira… y hoy estoy disfrutando en
familia, solo para que me recuerden porque sé que dentro de tres días no voy a
estar con ustedes, bueno, y lo hago para que recuerden bonito, tu sabes…
Yo más nerviosa que nunca, quería que alguien
viniera y me salvara de esta conversación pero nadie a la vista y más que eso
era la tristeza y dolor que estaba sintiendo…
-
Bueno tú
sabe, metí la pata con el sindicato y eso se paga con la vida…
Escribe Hogareña