Feliz cumpleaños hijo. Fue una torta no muy grande, pude hacer hasta torreja con la harina (todos felices por lo menos comer un pedacito de torreja). De bebida jugo de mango, claro que el refresco no está escaso pero está bien caro. Claro no podía faltar el arroz con pollo porque rinde más. Y la celebración empezó desde las siete de la mañana hasta las cuatro de la tarde, ya que después que cae el atardecer te pueden atracar en la propia casa (es mejor evitar cualquier tragedia). Y fuimos felices, mi familia, mi hijo y yo (llevamos a los niños para el parque, se bañaron en la piscina jugaron hasta más no poder). Compartimos y hablamos bastante sin temor a nada. Claro siempre con el susto para que no pase la hora de irse los invitados, por supuesto que los invitados fueron la familia (algo muy reservado). Y lo más importante, todos quedamos satisfecho especialmente el cumpleañero.
Escribe Hogareña
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