"Amado Dios protege a mis hijos de noche y de Dios"
Del poder de oración de madre tiene mucho poder.
Bendito Dios.
"Amado Dios protege a mis hijos de noche y de Dios"
Del poder de oración de madre tiene mucho poder.
Bendito Dios.
Un poco adentro del río está la red para recoger el pescado en la atardecer cuando cae el sol. Mientras la curiara revolotea con el golpe del agua en la arena.
Ya los niños quieren montar en la barca para jugar el pescar con un pedazo de nailon.
Mientras la mamá desde la puerta de la casita miran detenidamente como juegan los niños mientras le da de amamantar al bebé recién nacido.
Los hombres bajo la sombra tejen la red para salir en la noche en la jornada laboral en el medio del río.
Pedacito de almas inocente que se hunden en la decidua de un mundo injusto.
Las diferencias de conocimientos entre uno y otro se dispara como rehenes como animal enjaulado.
La verdad se mueve de quien se cree tener la razón absoluta. Y moverse entre grupos de gente con el mismo idealismo es el detonante de la discordia.
Justo por pecadores todos caen unos tras otro como si nada, como pajarito sin carril.
Y poco a poco transcurre el tiempo quedando en el olvido el sufrimiento que alguna vez derramó sangre en las tierras áridas.
Señor mío. Déjame decirle lo mucho que lo quiero y lo amo. Que he aprendido mucho de tu paciencia, humildad y sobre todo compresión.
Señor mío. No existe en ti el orgullo ni la prepotencia y cada día da lo mejor de ti para hacerme feliz.
Señor mío. No dudes de mi amor por ti que en tu ausencia te llevo siempre en mis pensamientos.
Señor mío. Quiero que confíes en mi como yo lo hago en ti. Que tus dudas se despejen y que te quedes tranquilo.
Señor mío. Al verte dormido abrazo juntitos dándome tu calor me das seguridad y sobre todo amada.
Señor mío. Eres mi esposo, mi fiel compañero, amigo mío. Mi Mariano.
Niña de mi vida. Tu último suspiro lo llevo en mi alma como si fuera ahora mismo que estuviera en mis regazos.
Niña de mi vida. Pienso en tí en cada amanecer porque eres como el sol que ilumina mi alma.
Niña de mi vida. Los momentos que vivimos juntas llenaste de esperanza, amor y cariño mi existencia y me hiciste sentir el amor más bonito en toda la existencia.
Niña de mi vida. Recuerdo tu calor, tu calor, tu rostro risueño que avivaz mi amor por ti. Y sé que pronto estaremos juntas para querernos.
Niña de mi vida. Te extraño muchísimo y quiera retroceder el tiempo para darte todo mi amor.
UN SUSPIRAR AL AMAR
Voy a escribir poesía en tu piel,
Con un lápiz de besos tiernos y
Llenarte de caricias mientras te siento.
De a poquito y suavemente
Hacerte vibrar hasta que desespere.
Miraré a tus ojos y sentiré tu deseo,
Y así sentir tus gemidos muy cerca de mí.
Mi corazón estalla de felicidad.
Aunque aún tiemblo al mirarte,
Sabiendo que me deseas tanto
Con mismo deseo que tengo yo.
Llenarte el oído de palabras dulces,
Mi boca te silencia con un beso.
Escucho los latidos de tu corazón
Y siento tus manos sudorosas.
Gotas de sudor siento en mis dedos,
Que dicen que me deseas como yo también.
Aprieta mis pechos contra el tuyo,
Mientras mis manos recorren tu espalda.
Puedo ver tus pupilas dilatadas de pasión,
En el frenesí del éxtasis mencionaré tu nombre,
Llevándote hasta lo más alto,
Donde vuela el cóndor.
Nuestras mejillas rozan de pasión
En un sentir del significado del amor.
Y susurro tiernamente “te amo” y
Toca mi alma, mi mente, hazme el amor.
Y allí estoy, mis manos recorriendo tu espalda,
Los dos juntitos, somos un solo ser.
Me tienes: te deseo
Te tengo: me deseas.
Te besaré desde arriba hasta abajo,
Muy despacio para que sientas que
En este mundo infinito solo existe
Tú y yo.
Eres lo que más quiero, lo grito,
Sin estridencias, sin miedo y sin más nada.
Y me impregnaré de ti, de tu idilio y de tu sabor,
Y qué me importa el mundo y la vida misma.
Si he de morir, que sea allí en tus brazos.
Pero quiero vivir, para seguir disfrutando
De esta hermosura que es estar contigo,
De tus locuras al hacerme el amor.
Los suspiros que se unen, se confunden,
Con el vaivén de nuestros cuerpos,
Que ese último gemido de placer concreto,
Y en tus brazos quedo, enamorada.
Enamorada más que antes,
Y en tus brazos reposo
Con nuestros cuerpos entrelazados,
Puedo decir, que eres tú y que soy yo.
LUCERO ESTRELLA
POE
MARIA E. RAMÍREZ
Quien habría pensado que Susana llegaría a desvanecerse desde de tanta lucha y persistencia.
Era tan fuerte y tenaz que todas las chicas del barrio querían ser como ella.
Se levantaba desde muy temprano a la faena cotidiana, sin miedo al trabajo y muchos menos al mundo desafiante que la sorprendía cada vez con alguna sorpresa.
Pero ella con valentía no le tenía miedo a nada. Seguía adelante con una sonrisa de picardía que generaba envidia a la gente.
Ella sabía las habladurías de las personas por lo que respondía que todo era por la fortaleza que le había dado Dios.
Ahora verla en cama parece inimaginable tal postura. En su rostro se nota la rabia de no poderse levantar y ser la misma de antes.
El cura vino ayer para confesarme como aviso de una muerte muy pronta y los transeúntes se asoman a ver que pueden visualizar para luego hablar en la plaza del pueblo.
Desde entonces la hacienda no es la misma, los caballos entristecido dejaron de relinchar y su perro Catirucio al pie de la cama esperando que lo llamen.
La familia tiene la esperanza que se levante de la cama y que vuelva al pateadero para alegrar a los árboles, al sol y al riachuelo que pasa al final del patio.
Pero no hay remedio para la enfermedad que la aqueja dijo el doctor. El mal de amor la consumió lentamente hasta llevarse las fuerzas, los deseos de salir adelante y ver la vida de otra manera. Es muy tarde.
El ser humano termina matándose uno al otro.
No importa de qué bando sea, pero hay muchas personas muertas por culpa de una verdad propia.
Parece que la pandemia mundial del COVID no fue suficiente para entrar en razón que debemos estar unidos.
No sirvió de nada reflexionar ante tal tragedia mundial.
Ni siquiera los terremotos ayudan a entrar en conciencia de que se debe vivir en paz. En estos últimos años han muertos innumerables de personas sin distinción de raza, color, religión o estatus social.
Solo hay impotencia, dolor, sufrimiento y la esperanza de que el mundo cambie.
Me miras fijamente a los ojos. Con esos ojitos de parapara que me dicen ternura. Y sé que con esa mirada me describe de un amor bonito que se llama Amor.
Quiero salir corriendo para abrazarte pero me quedo callada porque sabes que en lo más profundo de mi corazón también me estás abrazando.
Grito tu nombre al recordar el primer día cuando te vi salir de mi vientre y dibujaste en mi sonrisa la alegría de gozo al.verte respirar y quise tenerte en mis brazos para nunca dejarte jamás.
Eres la luz que ilumina mi tristeza y la ilusión de un mundo mejor. Quiero el mundo a tus pies y lo mejor de la vida para ti.
Verte crecer ha sido a sido el mejor regalo que me ha dado Dios. Y no hago más que pensar en ti. Y a veces, aunque a veces parezca dura, pues, solo deseo lo mejor para ti.
Dios te bendiga siempre hijo de mi corazón, parte de mi y parte de mi existir.
Esos ojitos de mi vida es el renacer de cada amanecer.
En este mundo en que estamos viviendo consecuencias destructiva hecha por el mismo hombre. Te pido Dios la paz entre el hombre en la humanidad.
Te pido Dios por las personas que sufren. Ese dolor del alma y corazón roto por la perdida de un ser querido y el desespero de encontrar la paz en su corazón.
Te pido Dios por los que tienen una enfermedad y por los que están pasando momentos de angustia y sufrimiento. Que se acabe el dolor lo más pronto posible.
Te pido Dios por las personas que han muerto para que Dios lo acoja en su santa gloria.
Te pido Dios por los líderes del mundo para que sepan guiar por el bien de la comunidad la paz mundial.
Te pido Dios por esas personas de corazón duro para que sean misericordiosos y cambien su forma de pensar.
Te pido Dios por mis hijos, familiares y amigos. Protegerlo señor y guíalos por el bien camino.
Necesitamos Dios que por tu misericordia nos conceda la paz. Ayúdanos señor siempre y nos deje a la deriva.