DESCONSOLADO
ADIÓS
Un escalofrío que recorre cada
centímetro de mi piel, aflora el sentimiento del arrebato y las ganas de
sacar cientos de palabras de mis labios hasta aliviar el dolor que hace macerar
un nudo en la garganta y las lágrimas rodar por las mejillas. Escucho los
árboles mecerse mientras el viento anima a los ramajes que se mueven sin cesar.
Está a mi lado y quisiera
gritar la pena que me carcome lentamente, pero apenas la tensión de las
palabras se escuchan temblorosas, y duele cada vez más. Desvío la mirada al
hablar y de reojos puedo observar los dibujos marcados en esa chaqueta marrón y
el cabello cubrir parte de su rostro, e imagino el tiempo paralizado, y
las hojas desvanecerse, la fría brisa chocar al suelo en espiral para
levantar el polvo, el cielo cubrirse de enormes nubes negras y no me queda
más que callar.
Se terminó lo que teníamos que
decir y nos refugiamos en las primeras gotas de agua que tal vez limpie la
tristeza y nos aleje para un nuevo porvenir. Terminar es duro, claro que sí,
sin negar que duele tanto, sobre todo cuando se pierde entre la gente con
la esperanza perdida, y aún más cuando el invierno se asoma tímidamente en éste
día en que murió un amor.
DAILET M. BUTTO R.
Mi cuento seleccionado por la Editorial "Letras con Arte" en España
En el concurso Historia Otoño e Invierno
Escribe Hogareña
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