EN
ÉSTE LIBRO
Las hojas caen lentamente
como el deseo que se disipa a través de los años. Aún pudo sentir sus cálidos
labios acariciando los míos y no me ha
dejado dormir en muchas noches de soledad. Sentada en el banco del parque hojeo
aquel libro de amor y en sus palabras de pasión entierro el pasado imposible de
revivirlo, así como éste viento impetuoso que vuelve a levantar las hojas y los
niños riendo corren detrás de ella sin poderlas alcanzar. Jamás volviste a
llamarme y el tiempo pasó, sigo en el mismo lugar, sin esperanza de volver a
verte. Nos quedamos estancados en aquellas promesas inocentes y el bullicio de
la gente en el parque hace dejarte a un lado.
Escribe Hogareña
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