Mis hermanas están más tranquilas, viven con mi madre. Con lo que le quedaron de objetos quedaron arrinconados en la sala que no pueden caminar a ningún lado.
Mi hermano ayer se salida al trabajo pasa unos hombres en moto y le saca una pistolota y le quitan el envase de comida que llevaba al trabajo para alimentarse en el almuerzo.
Y yo digo, tan lejos ha llegado nuestra sociedad que hasta un envase de comida roban... que clase de seres humanos nos se están formando en Venezuela.
De lo más vil, terror e indignación. Parece que somos monstruos sin corazón. Mucho jóvenes sumergidos en la delincuencia y las droga es el pan de cada uno de ellos. Son niños de nueve años en adelante los que se encuentran en éste mundo de delitos.
Estamos muy mal y creo que vamos peor. Aunque no lo crean, hoy tengo más miedo que ayer. Se oyen muchas historias de lo que son capaces de hacer estos jóvenes por cualquier cosa y son miles de jóvenes sumergidos en éstos delitos y que no les importa la vida de los demás.
Guerra es la que tenemos los venezolanos con la inseguridad, donde la comunidad no está armada pero los delincuentes sí.
Escribe Hogareña
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