Que vida tan dura la que vivimos los venezolanos que aparte de todas las calamidades que tenemos, pues no llegó esta pandemia que nos ha jodido aún más.
Con tanta pobreza pues la mayoría de los ancianos y no tan ancianos mueren a mengua.
Acabo de enterrar a otra tía que por mucho tiempo venía luchando contra ese virus, no bastó en estar hospitalizada. El hambre que aguantó más la enfermedad se la comió.
Es el tercero de la familia que muere y es tan doloroso sentir esa sensación que no siente más dolor porque uno mismo es el dolor.
Lágrimas secas, sin deseos, desasociego, me dejan un vacío el no poderla ver más nunca. Se lleva conmigo la poca alegría que tenía. Todavía no sano mis heridas.
Había llegado su tiempo, se sentía preparada para salir, aún cuando el miedo la envainaba. A pesar de las largas noches de insomnios y a pesar de muchos días de pensamientos.
Ya preparada, abrazó muy fuerte a su madre, y esta le sussurraba al oído que era tiempo de marcharse. Muchas lágrimas no dejaban de salir y ella se resistía en salir.
Y algo la empujaba hacia la puerta como un imán. Pues, ya era la hora.
Dio varios pasos y vio por ultima vez a su madre quien la miraba con frialdad, después que se secó las lágrimas.
Caminó lentamente y se admiró lo que veía afuera. Era un mundo diferente, distinto; ya no estaba triste, sus pulmones se llenó de aire fresco y se endulzó del dulce aroma del amanecer.
Siguió adelante, y se admiró de los rayos de luz, muy brillante y vivaz. No tenía palabras que decir, por ese camino verdoso, que jamás había visto, el aire puro la ahogaba de alegría y se entumecía entre el porvenir y de lo que estaba viviendo.
Tampoco quería saber lo que se venía más adelante. Ese futuro lleno de emociones la hizo olvidar del lugar que dejó en llantos, inevitablemente siguió su camino como si algo la empujara, sentía el calor de la piel. Y se percató que más atrás la seguían otros.
No quiso acelerar el paso para toparse con algunos, pero seguía rodando sin contención.
Era libre como las aves, como los peces en el mar, como las olas que rompen en la orilla de la arena, como las estrellas del mismísimo cielo.
Abrió sus brazos y se rompió en mil pedazos, porque para eso fue hecha, con delicadeza y ternura, para perderse en el instante, para aliviar la tristeza, para enjuagarse con la piel, para ser sentida, para consolar al que se desgarra por el sentimiento.
Escribe Hogareña
El dolor no se puede describir de ninguna manera. Todavía el cuerpo de mi tío está caliente dentro de la tumba cuando ya murió mi otra tía, y no la que estaba hospitalizada, sino otra más.
Qué dolor tan grande en menos de una semana se murieron dos tíos. Otros tres luchan por su vida.
Padres de mis amigos mueren. La gente mayor de edad caen como gotas de lluvia. La muerte nos sorprenden sin avisar, llega a cada familia llevándose a nuestros seres queridos.
Mi Dios son tantos muertos, esto es una guerra bacteriológica. Es una lucha a un virus que nos matas rápidamente.
Hoy salí porque me tocaba la segunda dosis de la vacuna. ¡Y mis amigos!, parece mentira pero todavía hay mucha gente que no utilizan topa boca.
Es una cantidad muy grande de gente que todavía no creen que existe el bendito virus.
Cuando menos creen que pueda pasar las cosas pasan, pues pasan, el sábado enterramos a mi tío por convid, y ahora a mi tía por gastroentiritis. Mi Dios que dolor tan grande.
Y lo irónico es que la menos pensaba que se iba a morir, se murió. Todavía se recuperan mis otros dos tíos de covid. Y una tía por parte madre está en cama por este virus... le pido a Dios su misericordia por mi familia. Bendito Dios.
En este momento estoy llorando, no puedo contener el llanto. Pues mi tío murió de covid, y para seguir la desgracia, mis otros dos tíos que viven en la misma casa están contagiados. Son más de doce miembros en esa casa y resulta que todos están contagiados, ya que tuvieron contacto con mi tío.
Este maldito virus que nos quita a nuestros seres queridos. Es un dolor tan grande y como digo siempre, colmada de impotencia por no poder hacer nada.
Yo sin moverme porque vivo en otra ciudad.
EL JODER
Con todo lo que estamos pasando y todavía hay gente con mala intenciones que buscan la manera para joder a otro.
Aquí no vale, crisis del país y mucho menos si la pandemia sigue haciendo de las suyas. Pues, aquí lo único que vale es joder a la gente.
Hay que cuidarse hasta de la amabilidad de los vecinos.
No buscamos la unidad sino el estar jodiendo
Gente que llega a nuestras vida, gente que se van y otras que quedan allí para toda a la vida, o por lo menos hasta que dejemos de respirar o ellos de respirar.
Qué difícil es decir adiós a alguien que de una u otra forma formó parte de nuestras vida y nuestro camino por este mundo.
Es un sentimiento de mucho dolor que al instante se hace difícil de asimilar, aunque con el tiempo se resigna. Pero valga Dios como duele las despedidas.
Hoy por hoy, aparte de los venezolanos emigrando como hormigas, pues y ahora el covid arrasa con mucha gente que conozco, y así como así, sin dar tregua.
Me llena de mucho dolor, y parece increíble de creer por todo lo que estamos pasando.
Con hambre encerrado.
Cuando tres poetas se juntan en un contrapunteo, pues, salió una hermosa poesía
UN SUSPIRAR AL AMAR
Voy a
escribir poesía en tu piel,
Con un lápiz
de besos tiernos y
Llenarte de
caricias mientras te siento.
De a poquito
y suavemente
Hacerte
vibrar hasta que desespere.
Miraré a tus
ojos y sentiré tu deseo,
Y así sentir
tus gemidos muy cerca de mí.
Mi corazón
estalla de felicidad.
Aunque aún
tiemblo al mirarte,
Sabiendo que
me deseas tanto
Con mismo
deseo que tengo yo.
Llenarte el
oído de palabras dulces,
Mi boca te
silencia con un beso.
Escucho los
latidos de tu corazón
Y siento tus
manos sudorosas.
Gotas de
sudor siento en mis dedos,
Que dicen
que me deseas como yo también.
Aprieta mis
pechos contra el tuyo,
Mientras mis
manos recorren tu espalda.
Puedo ver
tus pupilas dilatadas de pasión,
En el
frenesí del éxtasis mencionaré tu nombre,
Llevándote
hasta lo más alto,
Donde vuela
el cóndor.
Nuestras
mejillas rozan de pasión
En un sentir
del significado del amor.
Y susurro
tiernamente “te amo” y
Toca mi
alma, mi mente, hazme el amor.
Y allí
estoy, mis manos recorriendo tu espalda,
Los dos
juntitos, somos un solo ser.
Me tienes:
te deseo
Te tengo: me
deseas.
Te besaré
desde arriba hasta abajo,
Muy despacio
para que sientas que
En este
mundo infinito solo existe
Tú y yo.
Eres lo que
más quiero, lo grito,
Sin
estridencias, sin miedo y sin más nada.
Y me impregnaré
de ti, de tu idilio y de tu sabor,
Y qué me
importa el mundo y la vida misma.
Si he de
morir, que sea allí en tus brazos.
Pero quiero
vivir, para seguir disfrutando
De esta
hermosura que es estar contigo,
De tus
locuras al hacerme el amor.
Los suspiros
que se unen, se confunden,
Con el
vaivén de nuestros cuerpos,
Que ese
último gemido de placer concreto,
Y en tus
brazos quedo, enamorada.
Enamorada
más que antes,
Y en tus
brazos reposo
Con nuestros
cuerpos entrelazados,
Puedo decir,
que eres tú y que soy yo.
LUCERO
ESTRELLA
POE
DAILET M, BUTTO R.
Escribe
Hogareña
VUELA MI AMOR
Quise intentarlo contigo,
Pero falló el intento.
Ir contra corriente, a veces no es bueno.
Es mejor dejarse llevar,
más adelante se puede encontrar aguas más tranquilas.
Quise intentarlo contigo,
y te entregué mi corazón,
mi corazón que está herido.
Pronto sanará.
Quise intentarlo contigo,
no importa ya.
nunca fuiste mío,
ni yo tuya.
vuela mi amor.
Escribe
Hogareña
