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sábado, 13 de enero de 2018

PERDIENDO LA RAZÓN

Poco a poco vemos como los venezolanos está perdiendo la razón:

1.- Para irse del país a costa de lo que sea, se montan en balsas, sin analizar el peligro que genera tal riesgo, pues, lo más importante es irse del país.

2.- Saquear haciendas para generar una matanza de animales, sin respetar y arriesgando la vida que alguno le disparen (eso es irrumpir los bienes ajenos, es decir, robar). El dueño de la hacienda con las manos atadas y tentando de muchas cosas.

3.- Sigue el silencio peligroso en las calles, la gente deambulando de un lado a otro, esperando un no se qué. No solamente de un sector sino todo el país. Ya no se puede esconder que el camión que se pare en cualquier lado con algún producto es saqueado, que si algún negocio se descuida es saqueado, que la gente se reúne para alborotar y saquear.

4.- Cada día los productos son más elevados y los saqueos acrecientas, y da mucho miedo.

5.- Gente pasando hambre, niños desnutridos y muertes prematuras. Es un horror adentrarse a los barrios y condolerse con los niños pasando hambre. Que te queda mirando con su carita inocente esperando algo de ti. Y lo peor es que tenemos las manos atadas.

6.- Los jóvenes que se levantan no le queda de otra que irse del país y los que se quedan es para saquear, robar y meterse a delincuente, porque hasta los que tienen profesión roban o realizan fraudes para subsistir (según comentarios).

7.- Pobres ancianos que en vez de estar en sus casas disfrutando su vejez bajo una mata de mango o de merey, se ven obligados a salir  a las calles a pasar vaina, buscando comida que no consiguen por ser los más vulnerables y ganan los más fuertes. Ahora en los bancos sacando efectivos; cientos de ancianos en colas, maltratados e irrespentando sus derechos.

8.- Con la nueva escasez que es la falta de efectivo, y como ahora se venden el efectivo al 270%, la gente se la pasa en los bancos sacando 10 bolívares diarios y en otros bancos son 20, y máximo 30. Y lo peor que esa cantidad de dinero solo sirve para pagar pasaje porque una harina de maíz cuesta 80 bolívares y la carne 250 bolívares.

9.- Con las elecciones presidenciales que ya sabe todos los venezolanos quien va a ganar, sea como sea, la tensión aumenta de a poquito. Todos murmuran opiniones, en secreto y el silencio peligroso está allí.

Escribe Hogareña


jueves, 11 de enero de 2018

Y YO POR ESTAR CREYENDO

Por estar ofertando en línea me estafaron (transferí el dinero y la persona nunca más respondió los mensajes y mucho menos las llamadas). Y lo peor es que voy a las autoridades y dicen que no pueden hacer nada. Así vivimos en este país. Todo el mundo hace lo que le da la gana. Y yo por estar creyendo.

Me encuentro con las manos atadas, ¡a dónde tengo que acudir!


Escribe Hogareña

lunes, 8 de enero de 2018

viernes, 5 de enero de 2018

EN QUÉ PAÍS APARTE DE ÉSTE SE VENDE EL EFECTIVO AL 175%

Es el pan de cada día que tenemos los venezolanos, hasta escases de efectivo hay.

Si paga con tarjeta es un precio exorbitante.

Si paga con billetes viejos es un precio menos que el exorbitante pero que también saca los ojos de la gente.

Si paga con billetes nuevos se puede obtener el producto un poco más barato.

Y como los bancos restringen dar un límite de efectivo a sus clientes así la cuenta sea propia, entonces se ha vuelto un negocio muy lucrativo.

Es lo último en Venezuela, se vende el efectivo hasta más del doble.


Escribe Hogareña
ENERO VENEZOLANO PARECE VIERNES SANTO


Escribe Hogareña

martes, 2 de enero de 2018

EL 2018

El último día del 2017 la pasé en la cama, mirando la televisión junto a mis niños. La razón es que no hay nada que celebrar. Claro que traté de hacer una cena de fin de año decente:

1.- No hice mi tradicional cena que es pollo deshuesado y relleno, ni ensalada con manzanas, ni hallacas y mucho menos el pan de jamón.

2.- Por fin me regalaron cuatro hallacas y esa fue la que serví (yo no la pude hacer porque me faltaba la zanahoria, aceitunas y alcaparra, todo los ingredientes estaban incomprables).

3.- Había amasado la harina de trigo, porque tenía un poquito de jamón y queso en la nevera pero pensaba cómo quedaría el pan de jamón sin pasas y sin aceitunas. Pero como nunca falta Dios también me regalaron un pan de jamón así que dejé la masa para hacerle desayuno a mis niños.

4.- Tenía una papas desde noviembre (las había comprado para llevarla a la escuela de mi hijo menor para colaborar en una ensalada de gallina que se iba hacer para celebrar la navidad y que nunca se hizo porque ningún padre de los niños de la escuela tenía para colaborar). Pues, hice puré de papa.

5.- Por fin, el treinta de diciembre me pagaron un dinero y salí de prisa al mercado más cercano para comprar pasta para hacer un pasticho porque tenía medio kilo de carne molida en el congelador, y fue horrible porque las caras de la gente decían que no se podía comprar nada (había escases de productos y los que había tenían un costo muy elevado, a alguien le vi un pancito o un cuarto kilo de queso). De mi parte iba a comprar la pasta y no la conseguí en ningún lado, porque hasta los comercio de los chinos estaban vacíos, desde el 25 de diciembre la gente están tratando de saquearlos. Lo cierto es que compré tres tomates bien maduros para hacer la salsa de tomate, tres plátanos maduros, un pedacito que queso duro y allí se fueron casi trescientos mil bolívares. Y como no quería seguir caminando porque me deprimía el silencio peligroso de la gente me regresé a la casa (era un silencio de hambre y desesperanza)

6. Hice el pasticho con una capa de pastilla de pasticho (que tenía más de un año) y otra capa de plátano y otra de pastilla (porque eran siete láminas) y otra de plátano. Y así como si nada quedó el pasticho improvisado.

7.- Buscamos tres limones de la mata del vecino y eso fue la bebida.

8.- El postre una gelatina que tenía reservada desde hace más de seis meses (y que todavía me queda para el cumple de mi hijo menor); la torta la hice con mantequilla y el azúcar que guardé desde el último clap que recibí desde octubre (la tenía reservada para ésta ocasión), los huevos sí los había comprado a principio del mes de diciembre. Una torta burrera fue lo que salió,  no conseguí chocolate aunque no me entusiasmaba buscarlo porque sabía que si lo encontraba no lo podía comprar por el precio y mucho menos las frutas secas que se le agrega para hacer la torta negra.

9.- En la noche me vestí con la misma ropa de siempre, dimos gracias a Dios por la comida, cené con mis hijos y luego me acosté. No había nada que celebrar. Sí escuché fuego artificiales pero solamente al momento de ser las doce y después nada. Una música a lo lejos y las risas de los vecinos.

10. Como resignación me dije: lo más importante es la salud y que mis hijos tienen la comida asegurada para mañana. Porque se que muchas familias no tienen nada y porque al salir a comprar al mercado me deprimió la gente. En ese momento desee tener una varita mágica, de esas que deseamos para hacer aparecer algo y esta vez sería comida para los venezolanos.

11.- Antes decíamos "los niños desnutridos de África" pero ahora los vemos en cada esquina de nuestras calles. Se me parte el alma y lo peor es que no puedo hacer nada, pues, estoy en la misma lucha.

12.- El 2018 será aún peor que el 2017, esa es mi conclusión. Y no hay que ser político, economista o tener un doctorado para saber lo que viene para éste año.



Escribe Hogareña

miércoles, 27 de diciembre de 2017

EL CÓMO PASÉ MIS NAVIDADES

15 de diciembre: mi tía tenía planificado una operación, y cuando la llevaron a hostalizarla para operarla, los doctores le notificaron que su operación fue aplazada. Su hija que es mi prima agarró una tremenda rabia para no decir una otra cosa y formó tremendo lío en el hospital dejando la operación para la semana siguiente. Mi prima como sufría de tensión alta (acompañada con mal desnutrición), le dio un derrame cerebral y quedó en el acto sin poder salvarla, apenas tenía 27 años.

El cuerpo lo entregaron dos días después porque lo pasaron a la PTJ porque nadie se explicaba como una mujer tan joven murió de esa forma, y como sus hermanos no quisieron pagar lo que pedía los funcionarios retenieron el cuerpo.

A los dos días la enterramos, entre la tristeza y el dolor, en una urna que donó la alcaldía porque el servicio funeral está muy costoso y el dinero que se reunió entre toda la familia no alcanzaba.

Regresé a mi hogar el 20 con la insistencia de mi hijo menor que pusiera el arbolito de navidad y así lo hice con su ayuda. Aún con la tristeza y la desesperanza que éstas navidades iban hacer muy triste no solo por la perdida de un familiar, sino que no tenía ni para hacerles una cena navideña decente.

Por fortuna los invitaron para el campo, y con todo el dolor del mundo porque lloré como nunca al verlo irse y ellos también lloraron se fueron con su papá, y yo me quedé sola en casa, con un arbolito sin luces y sin cena navideña.

Me sequé las lágrimas al atender una llamada telefónica, pues era una amiga, de esas mujeres mayores (porque así son todas mis amistades), me invitó almorzar a su casa y así lo hice. Y cuando menos lo pensé hasta los vecinos me abrieron las puertas de sus casas. No estaba sola aunque en lo más profundo de mi corazón sabía que la soledad me golpeaba. 

Así pasé el 24 y 25, en la soledad en una casa ajena, pero sabía que mis hijos estaban bien, aunque se que también les hice falta.Yo no tenía ni para comprarle un pantalón ni los tengo y mucho menos una cena navideña.

Y el pronóstico para el 31 es no hacer nada. ¡Cómo carrizo compro algo si está incomprable cualquier producto, es mejor resguardar la comida y comer de a poquito para que rinda!

Por lo menos en el campo mis hijos comieron casería, yuca, ñame y hasta pescaron. Sus tíos le hicieron una cena navideña humildemente cosa que yo en la ciudad no pude hacerle.


Escribe Hogareña
VENEZUELA UN SILENCIO PELIGROSO

Así dicen la mayoría de los venezolanos tensos ante la situación que estamos presentando. En estas navidades oscura, ni hallacas, pan de jamón y mucho menos juguetes para los niños.

El estreno de todos los años quedó en el pasado desde hace tres años. Sólo se compra lo necesario un interior o medias, o mejor un pantalón, de acuerdo a la necesidad.

Arbolito sin luces navideñas porque es mejor comprar la comida. Y la cena navideña es mucho dinero.

El 24 en la noche, se veía la soledad en las calles y caras largas. Uno más que otro escucharon música y hasta bailaron en la depresión. Ni un fosforito, estrellita, cebollita para los niños y mucho menos el tumba rancho se escucharon en ningún lado. 

Los jóvenes eran los únicos que caminaban de un lado a otro, inquietos con ansias de hacer algo y ante la impotencia de ver la tristeza de su madre que solo decían "estamos vivos". Ésta juventud salió a la calle, alegraron a los vecinos que se sentaron al frente de sus casas para hablar.

Y en eso quien sabe Dios decidieron el 25 saquear diversos comercios de la ciudad, ante el hambre, la escases, el no tener un poquito de la riqueza del país, al que solo se está beneficiando por medio la corrupción lo que tienen secuestrado al país.

Con las manos atadas vuelven a las calles a buscar comida sea lo que sea. La delincuencia se desata porque no hay más que hacer acompañado con el dilema  "TENEMOS HAMBRE"

La guardia nacional y policías los enfrentaron muchos heridos y presos, y después de unas horas vuelve el silencio.

Un silencio tenso, un silencio peligroso, un silencio que dice mucho, un silencio que se sabe que algo va a pasar, un silencio que habla que el pueblo está cansado, un silencio que grita libertad, un silencio que llora justicia, un silencio que amenaza que el pueblo va a estallar, un silencio que planifica para estar preparado.

Escribe Hogareña

miércoles, 20 de diciembre de 2017

"CARAS VEMOS Y CORAZONES NO SABEMOS"


"Perro mano... no se puede confiar ni en la propia familia, si te descuida te dan una puñalada por la espalda". Así dijo alguien ayer en el micro bus.

La moral y los valores se pierden poco a poco,  y nadie está por nadie.


Escribe Hogareña

martes, 19 de diciembre de 2017

Dejo de escribir y de repente pierdo a mis seguidores. ¡Cómo los recuperaré!
DÍAS DE FIESTAS

Ser felices en lo poco que se consigue. Al fin y al cabo lo más importante es que estamos vivos y con mucho amor.  Rodeado de personas que nos da su infinito amor. 

Comparado con el año pasado éste fue peor y pareciera que cada año es peor que el anterior. 

Lo que nos mantiene unidos es el amor, la fraternidad y la lucha constante.

Personas que han perdido su vida, otras que agonizan en la tristeza y en la hambruna, los que luchan día a día y los que todavía se pueden dar el gusto de comprarse lo que desea.

En la creencia que los venezolanos debemos sacar algo bueno de lo que estamos viviendo y la esperanza puesta en Dios. 

Escribe Hogareña

jueves, 14 de diciembre de 2017

Y COMO DICE LOS VENEZOLANOS EMPOBRECIDOS:

"Que más pues, tenemos que vivir así, a la suerte de Dios"


Escribe Hogareña
 
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