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Una vez me contó que cuando era joven andaba en bicicleta para visitar a
su novia, mi madre, pues un hombre caucásico se le acercó y le preguntó si
quería trabajar. Era que mi padre tenía puesto su futuro en los cafetales,
sembrar verduras como la yuca y el ñame que se daba muy bien en aquellas
tierras tropicales y montañosas, sus deseos de vender maíz en el mercado
mayorista lo llevaba soñar en una granja de gallina. Pero aquel día tan raro,
en que se cayó de la bicicleta raspándose las rodillas le ofrecieron ir a la
ciudad, propuesta en la que le consultó al abuelo y éste imaginando una
oportunidad que no podía desperdiciar, porque de verdad que mi padre lo más que
estudió fue hasta tercer grado, se aventuró a la ciudad muy bien planificada a
“Puerto Ordaz”, él viviendo al frente de donde pasaba el tren y en donde me
crié. Allí en esa empresa le enseñaron a soldar, cada uno de acuerdo a su
vocación, porque cientos de camiones de hombres sacados de los campos e
instruidos por estos hombres construyendo muchos puentes, barcos, edificios,
galpones, carreteras, casas tan hermosas que hicieron de ciudad Guayana la urbe
del país y en alguna ocasión de Latinoamérica.
Naces, creces, se transforma la vida, envejece y muere, quien se salva del misterio de la vida, muchos científicos han tratando de detener la vida, saltar la vejez y más que eso de la muerte pero nadie lo ha logrado, por lo menos eso creemos. Se ha inventados tantas paradigmas como la fuente de la juventud, mantener las células y el cintillo del adn enfrascado,hasta el cuerpo después de muerto congelados para ver si algún día se invente la vida eterna y puedan resucitar, la clonación quién sabe. Muchas hipótesis e inexplicables ideas ocurridas en la historia.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgs5n2TCoQlv2YZN8tavbX76VSfm4UR5KYzFLFeoX5muEZORJskYT-dQlwp2jWr0jFfu0huMJ8bgFDgtWXOVhG95LRDrxpkEcgW8615jfm8P8AiChcBYKH8hYs8993ZPGIyrFFrRuVQ72wp/s1600-rw/Img20_17-04-2014.JPG)
Hemos pisado la luna, ir de
turismo en el espacio, hasta casi vivimos en martes, la casi afirmación de los
ovnis, las apariciones de la virgen María, de santos, hablar con espíritus y a
lo mejor un hombre invisible camina entre nosotros, cada día la tecnología es
más agresiva, quizás dentro de poco tendremos entre nosotros robot como parte
de la familia, pero será posible descubrir o transformar el ciclo de la vida,
esa la que estamos consciente pero nos da tanto miedo llegar a la vejez y luego
partir. Es mejor, vivirla lo más felices que se pueda, sin tener mucho que
pensar, rodeamos de aquellas personas que más nos ama y amar con furor, hacer
lo que se debe hace sin hacer el mal a nadie. Y como la curiosidad mató al gato
seguiremos en este dilema hasta por lo menos descubrir algo.
Tanta felicidad anheladas desde varios días, hoy es el momento, qué más da, aquí estoy esperando como nunca, ansiosa, se que pasará la alegría que siente mi corazón que acelerado resplandece de juventud, es un anuncio, hay que vivirlo, pronto se desvanecerá, es una noche, son los minutos,es un baile contigo, te irá y no te volveré a ver, jamás, pero no importa, los recuerdos vivirán en mi corazón y te recordaré como la niña que le tiemblan las manos cuando el papá la toma entre brazos y la estremece hacia el cielo. Así te recordare, momentos esperados que pasan en un instante y se pierde en el aire como se enreda la humacera en el viento.
Las nubes están grises,
la luna no se ve, está lloviendo, el atardecer parece triste, el día parece
triste, yo estoy triste, mi corazón está triste, mi alma está desgarrada por el
dolor que fluye de él. Mi espíritu desolado no tiene consuelo, mi vida sin ti
es un río de llanto que cada día me desgarra más y más hasta quedar sin
aliento, sin aire y sin esperanza de volverte a ver. Cada día se hacen lejanos
los recuerdos de tu rostro pero el dolor está intacto como el primer día que
partiste de nuestro lado, este nudo en la garganta que me ahoga y me quema por
dentro, es como vivir desamparada, como niña abandona a media noche donde la
gente zumba la basura.
Un año más sin ti y te
recuerdo muy poco, pero lo poco que recuerdo hace que me hunda en el
abismo de la soledad, en el pasado, en
tu sonrisa, en mi niñez, en aquellas veces que con tus tiernos abrazos me
consolaba, ahora te fuiste, no está, tu presencia se ha ido muy lejos, se
perdió y no la encuentro, quisiera encontrarla, verte otra vez, pido una vez,
una última vez, aunque sea una última vez,
este sería mi último deseo, quisiera ir allá en este momento para darte
las gracias por todo lo que hiciste por mí y decirte que te amo, que siempre te
amé, aunque ya lo sabías y lo sé por tu sonrisa, sí, por tu sonrisa, siempre
tan cálida, llena de alegría, felicidad, serenidad, esa misma serenidad que
siempre te caracterizó.
Ya terminó de llover y
mi corazón descansa en estas palabras, mis mejillas están húmedas y mi hombro
ya tiene frío, se que está aquí muy cerca de mí, tan cerca que puedo sentir tu
calor, tu voz, tus gesto y tus consejos, ahora puedo decirte que te amo, que te
amo, que te amo, mi papá, ahora sé lo que tú sentiste aquella vez cuando muchas
veces te vi escondido detrás de la mata de mango llorar por mi abuelo, luego
por mi abuela, es el mismo dolor que ahora comparto contigo.
Sí pasamos tantos días
espinosos que a veces parecía que íbamos a morir de hambre, nunca desmayaste,
no nos abandonaste y salimos adelante. Como olvidarlo, jamás lo haría, no
puedo, no debo, no quiero, su rostro tan sutil, angelical, amable, melancólico
que siempre transmitía tranquilidad en los momentos más difíciles
transformándolo en alegría y paciencia, jamás lo olvidaré, jamás lo haría,
ahora puedo culminar estas líneas diciéndote a mi Padre: Que fuiste el mejor
padre del mundo y que hicimos un buen equipo juntos, nos veremos tarde o
temprano pero nos veremos y sé que estarás allí esperándonos con los brazos
abiertos, te amo papi, tu hija.
Como era la semana mayor, y aquí
en mi ciudad hace tremendo calor, acostumbramos salir al río, y yo a un
riachuelo, bajo la sombra y hermosos paisajes, el agua fresca sentados en la
arena, una lata de refresco y los niños chapoteando en el agua. Me acerqué a
las cuñadas de mi compadre, es una familia muy grande, cuatro hermanos,
esposas, sobrinos, hijos, y nosotros los invitados. Se acerca la hermana de mi
compadre y le dice a su cuñada, después que tenían varias horas charlando entre
risas y habladurías, que si el cabello, los zapatos y las uñas:
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhMad26azFBTUQWPKXE0ArcqTgiWVRuT3v1CxD1m1_AaJgPuyyY5sPzntQbTB8yYM_cyNvbWfCxH8q6rXajIwVyp3RJ1RQANzHBLNq9doEwCQPXj_7eVzGcPeH9ICn-rFThB-sCSAEHm60Y/s1600-rw/Img03_17-04-2014.JPG)
Todavía sin saber lo que había pasado me senté al lado de los hombres
que no hacían más que hablar de sus recuerdos de cuando eran jóvenes y cuando
me aburrí de escucharlos, decidí ir a jugar con los niños en el agua. Detrás de
mí se metió otra muchacha, madre de unos de los niños de la misma edad de mi
hijo mayor, pues hablamos de los niños, sus juegos y estudios, después de una
pausa, intercambiamos nuestros nombres, y me pareció que entramos en confianza,
y como en toda conversación hablamos de los hombres y sus mañas por lo que le
pregunté su edad y la mujer se puso fría, y sin decirme más nada se volteó y se
marchó, sólo escuche decir entre los dientes “eso no”. No sabía en qué pensar,
si ella me habló de su esposo, de sus hijos, de su casa, trabajo, hasta una
mancha que tiene entre las piernas, jamás comprendí porque se había molestado
por preguntarle su edad, entonces recordé aquellos presagios de mi abuelita
cuando decía “a las mujeres no les gusta decir la edad, es más, cuando llegan a
treinta pasan diez años cumpliendo la misma edad”. ¡Qué cosa es esa! Es verdad
lo que decía la abuela, pero a mí no gusta mentir en mi edad y mucho menos me
molesta que me la pregunten.