Como decirle que no a la persona que está al otro lado del mundo.
Creen que por estar en el extranjero tenemos dinero.
Y aquí estamos en la misma lucha cada día.
Todo sacrificio y que hacemos por haber salido de nuestro país es una herida honda que no se cura tan fácil.
Todavía esa herida sigue abierta y duele tanto como si fuera el primer día.
En tierras lejanas que somos extranjero y personas desconocidas se nos hace difícil adaptarnos desde conseguir un hogar hasta buscar empleo. Sobre todo un lugar estable.
Por ser extranjero la lucha es más fuerte y se nos exigen aún más. Nada es fácil. Cada lágrima y sudor nos las ganamos a pulso. Cada céntimo nos cuesta mucho ganarlo.
Apenas estoy empezando abrirme paso en este país extraño, apenas si puedo pagar los servicios y gastos de la casa, con la responsabilidad de dos adolescentes, entonces no me hagan sentir mal cuando me pidan dinero y no poder darle porque yo también tengo mi propia lucha. Apenas si le puedo mandar dinero a mi madre y hermana. No puedo ayudar a nadie más. Hasta que salga de este hoyo en que estoy metida de pagar alquiler, servicios y comida y que cada centavo cuenta.
Solamente me llaman para pedirme. Entiendo la situación de cada quien y quisiera ayudar pero como hago yo si apenas me alcanza para lo justo. Es como ponerme entre la espada y la pared.