Vacaciones de "Semana Santa" en casa... con mi familia sin mucho trajín. Un pastel de pescado bien grande, que pasamos más de tres días comiéndolo porque no se puede perder ni las migajas, Arroz, ensalada y tajada, por supuesto jugo de limón con papelón. Lo más económico y sin exagerar mucho. Bajo la sombra de la mata de parchita para apacigua el inmenso sol, jugando papagayo con mis hijos.
Pensado que no tengo harina de maíz. El primo llamando para que le regale o venda aunque sea dos gramos de leche para su hijita de un año, pero de dónde saco y de verdad que me entristece. Desde hace tiempo no tomo café con leche y mis hijos no se toman un vaso de leche desde enero.
Nada de espagueti, jabón de baño (donde lo compro). Y pensar que desde mañana tengo que hacer cola. Ni una torreja caliente con queso rallado, un bistec encebollado, hay Dios...
Mi hermano súper contento con su hijita recién nacida. El regalo perfecto para la niñita sería varios paquetes de pañal y latas de leche de cualquier fórmula, es lo único que me ha pedido los padres.
Un litro de aceite me regalaron ayer y me cayó como anillo al dedo. Aceite, aceite, aceite qué feliz estoy con ese litro de aceite.
¡Ah! terminé la novela que estaba escribiendo, ahora falta las correcciones y todo lo demás...
Escribe Hogareña
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