Gracias a "Diversidad Literaria" en España por escoger mi cuento:
LA
PROCESIÓN DEL DIFUNTO
El sol quema nuestra piel, y
deseé por un momento estar bajo aquel mangal donde José pasa las tardes después
de arrear el ganado. Es un día amarillo casi rojo y los carricitos siguen
corriendo a nuestro alrededor sin hacerle caso a su madre que aún se seca las
lágrimas. Desde anoche las mujeres lloran y ahora camino al cementerio el polvo
se levanta, al difunto lo llevan de primero, le sigue el cura y los demás le
seguimos gimiendo, todos vestido de negro. Acompañamos en el dolor de
Martinica, ahora la viuda.
DAILET M. BUTTO R.
Escribe Hogareña
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