LA DANZA DE LAS FLORES

Había una hermosa flor en el jardín…
La mas hermosa entre todas….
De niña ella, la observaba cuidadosamente…
Le brillaban los ojitos con tan solo mirarla.
Pero le enseñaron que no podía tocarla…
Porque un maleficio fatal caería sobre ella…
Paso el tiempo, y todas las demás flores morían.
Menos la la hermosa flor del jardín.
La niña creció y siempre miraba la flor con profunda tristeza por no poder tocarla…
Una noche calurosa la niña ya convertida en mujer tuvo un sueño con la flor….
Se despertó con una sonrisa en los labios
Y embriagada de felicidad…
En ese momento escuchó como la Flor le decía
VEN, puedes tocarme…
Ella dudosa, temerosa, se quedó pasmada…
Pero no debo tocarte, ocurrirá algo horrible…
Confía en mi VEN...
Salio entre puntillas al jardín con cuidado para que nadie la viera…
Se acercó más y más...
A medida que lo iba haciendo su corazón latía y  más fuerte...
Hasta que se paró frente a la flor
Y La Flor le dijo:
Toma uno de mis pétalos y cómel...
Ella sin dudarlo lo hizo…. Y al hacerlo deseó más y más
Y comenzó a degustar más pétalos, cada vez que lo hacia se sentía
plena, mas ligera, se sentía como la misma flor
Y comenzó una danza intima de colores…
Y danzó con el universo y fue ella una flor…..
Una explosión de agua de estrella broto de la Flor….
En ese momento ella se desmayó… al despertar buscó a la flor
qué hice??... me he comido a la flor…
y la flor respondió: AQUÍ ESTOY…
Mil pétalos mas habían cubierto a la flor…
Pero esta vez con un brillo más intenso…
Sorprendía….
“Puedes venir las veces que quieras y degustar”
Le dijo cálidamente la Flor... Y así todas las noches danzan ella y la flor...

LUDMILA E. FIDALGO H.

Y PAGÓ A MEDIA

Después de tanta presión la mujer me pago a media. Es decir, según ella había gastado el dinero. Y no tenía cómo pagarme.

Aún así, me sentía con mucho miedo porque siempre está rodeada de muchos hombres.

Pensé lo peor, sin embargo, insistía que me pagara.

Y le dije que me pagara con algún objeto que tuviera el mismo valor que le había dado. Entonces apareció con seis pares de zapatos totalmente nuevo para saldar la mitad de lo que me debe.

Todavía me debe, ahora ella dice que entre hoy y mañana me termina de pagar.

Dios quiera que sí, mi Dios querido. Porque pasé varios días de lucha para que me pagara algo.

Para sacar los papeles falsos había involucrado a funcionarios del servicio público para tal fechoría. Yo investigando y sin discutir, así como consultar abogados y que me asesoran personas que tienen que ver con estafa (funcionarios) me ayudaron a solucionar tal problema de la mejor manera.

Sin discutir y ser diplomático fue lo que me ayudaron.

Escribe Hogareña

DESCUBIERTA

Todavía con el problema de la estafa. La mujer sigue sin devolverme el dinero.

Aún sabiendo que la descubrí.

Le debe a mucha gente, e involucró a muchos funcionarios del gobierno a inconsciencia de ellos, porque le decía que iba a una cosa y resulta que era otra.

Como no quiero problema solo mi dinero, he estado detrás de ella. Según que me paga hoy en la tarde.

Veremos si es verdad.

De lo contrario la denunciaré por estafa.

Escribe Hogareña

MÁS CUENTO

Gracias Dios mío por tu infinita misericordia. A "Letras con Arte" Editorial de España, por escoger otros de mis cuentos.

AQUEL CARNAVAL

Se podía respirar la alegría en el ambiente, los niños corrían felices a los alrededores, la música había contagiado a las personas disfrazadas que bailaban sin parar, detrás de esas máscaras se escondían misteriosamente unos rostros transformados capaces de hacer lo que quisieran sin temor a ser descubiertos. La inauguración del carnaval había empezado con la exhibición de alegóricas caravanas,  fuegos artificiales y terminando las fiestas en la plaza mayor con música en vivo.

María Eugenia también estaba disfrazada de princesa, buscaba a su hermana quien se aglomeró entre el gentío que se dejaba llevar por el ritmo de los instrumentos que los músicos tocaban y la perdió de vista, estaba sola y desamparada, aunque nadie era desconocido en ese pueblo pequeño, le hacía falta su compañera, miraba con desdén, al hombre grasoso que tenía en sus manos un gancho paseándolo entre el caldero de aceite, al muchacho que vendía algodón de azúcar de diversos colores, a la mujer con su tablero lleno de cigarrillos, pero en lo que más se fijaba era en el niño que limpiaba los zapatos del bodeguero de la esquina por unos cuantos centavos, éste reía de emoción, mirando con malicia a las mujeres bailar  mientras le pulían los calzados con un trapo manchado de una crema negra, luego, de unos minutos el hombre le dio unas monedas.

Eduardo se acercó a María Eugenia al verla perdida y confundida, era un rostro triste dentro de la alegría que sentía, quiso acompañarla, quien la animaba y buscaba entre la gente a la hermana perdida. Los presentes alegremente zapateaban, daban vueltas, emanaban el calor al son del ritmo de la música,  sin saber si reían detrás de esas mascaras que ocultaban sus rostros.

Las estrellas brillaban más que nunca, aunque parecían distraídas y distantes de aquella noche placentera para el pueblo, por un momento el tiempo se detuvo entre el festejo y la apacible neblina que comenzaba a esparcirse. María Eugenia rendida se sentó en las escaleras que dan a la alcaldía, veía a los niños jugar, a muchos de ellos los conocía, pues era un pueblo pequeño ¿Quién pierde a alguien en tan chiquito lugar?, se preguntaba.  Justo al lado estaba Eduardo y sin más nada ella decidió recostar su cabeza junto a su hombro, en aquel niño que sentía algo en su estómago las veces que la veía, quería abrazarla pero moría de nervios.

Escribe Hogareña

RESOLVIENDO

Tratando de solucionar el problema. Hoy me encontraré con la mujer que me estafó.

Les confieso que tengo mucho temor.

Pero con mucha veracidad y valentía.

Escribe Hogareña

Y YO CAÍ

Aunque no lo crean toda la noche sin dormir, pensando cómo carrizo procesar tal situación.

Hoy iré a enfrentar a la persona que me estafó, para ver si puedo salvar algo de dinero. 

Le pido a Dios mucha paciencia y cordura. Sobre todo que todo me salga bien.

Hay mucha gente mala. Que solo se ocupa de aprovecharse del más inocente. Y yo caí redondita. Que esto me sirva de lección.

Escribe Hogareña

ME ESTAFARON


Lo que tanto temía era verdad. Me estafaron... ahora me siento utilizada, con indignación y mucha rabia.


Ni siquiera se cómo describirlo. Ahora ver que pasará mañana, cuando reclame mis derechos.

Escribe Hogareña

ESTOY TAN ASUSTADA

Les confieso que siento temor que alguien me hayan estafado, por la simple razón que le pagué sin estar segura...

Es una sensación agridulce y un ardor en el estómago que no se quita con nada.

Cómo se me ocurrió tal barbaridad de pagar antes.

Escribe Hogareña

JUSTICIA

(Hey, yay-yay, yeah)

Y te vi llegar, no pude evitar preguntarte
Pude notar en tus ojos tristes que lloraste, lloraste, lloraste
Te maltrató, dime qué te hizo ese cobarde
Su mamá no le enseñó que eso a una mujer no se le hace
No se hace, no se hace (no, no, no, no, no)

Déjame quitarte el maquillaje
Déjame sentirte y abrazarte
Píntate la boca y ponte bella
Quiero verte así como eras antes
Deja el sufrimiento en el espejo
Coge tu cartera, yo manejo
Cómplice la noche de nosotros dos

Y él te hace dormida (wuepa)
Y tú aquí en mi cama (aaah)
Muertos de la risa (jajaja, uy)
Y él no sabe nada
Yo no soy bandida (no, no)
Yo soy una dama (sí)
Hicimos justicia porque en el amor el que la hace la paga (ay)

El que tenga tienda que la atienda
O que salga de ella y que la venda
Si un hombre es quien la pega eso es un macho (wuh)
(Y que es una mujer cuando pone los cachos)
Él no sabe que ella tiene suplente
Es que hace tiempo nadie me pone caliente (uy)
Que me mete con flores y no con golpes

Y si él no te da cariño, yo me atrevo
Lo que es viejo pa' uno, pa' otro es nuevo (nuevo)
Si se cansa, llegó el relevo (aquí estoy yo)
Lo que es viejo pa' uno, pa' otro es nuevo

Y si él no me da cariño, yo me atrevo (así)
Lo que es viejo pa' uno, pa' otro es nuevo (sigue así)
Si te llamo, le haces relevo (jajajaja)
Lo que es viejo pa' uno, pa' otro es nuevo (nuevo, ay)

Déjame quitarte el maquillaje
Déjame sentirte y abrazarte
Píntate la boca y ponte bella
Quiero verte así como eras antes
Deja el sufrimiento en el espejo
Coge tu cartera, yo manejo
Cómplice la noche de nosotros dos

Y él te hace dormida (wuepa)
Y tú aquí en mi cama (aaah)

Muertos de la risa (uy)
Y él no sabe nada
Yo no soy bandida (no, no)
Yo soy una dama (sí)
Hicimos justicia porque en el amor el que la hace la paga (ay)

Y él me hace dormida (wuepa)
Y yo aquí en tu cama
Muertos de la risa (uy)
Y él no sabe nada
Tú no eres bandida (no, no)
Tú eres una dama (sí)
Hicimos justicia porque en el amor el que la hace la paga (ay)

Si él no me da cariño, yo me atrevo
Natti Na, Na-Natti Na
Lo que es viejo pa' uno, pa' otro es nuevo
Ay, nos fuimos de doble play

Letra: Silvestre Dangond // Natti Natasha

DISYUNTIVA

Ayer todo el día sin internet. Gracias a Dios que hoy amanecí con la señal estable.

Ojalá se mantenga.

Escribe Hogareña

IDILIO DE AMOR

Místico atardecer se refugia en el alma de Eugenia, despertando nuevas emociones a lo desconocido. Se adueña de sus pensamientos haciéndola volar hacia el infinito del deseo de querer ser amada. Un beso tierno inimaginable renueva su espíritu, y poco a poco, las caricias aparecen en la sutilidad de la experiencia de quien la protege. Sus manos se entrelazan al dejar caer el brasier, sintiendo el fuerte palpitar de su corazón de un romance idílico.  Quiso detenerse por un instante, pero su cuerpo lo impedía, él también temblaba, lo pudo notar, desbordando la locura del frenesís, quizás la pasión quien la impulsaba recorrer el cuerpo mientras susurra al oído un te amo.

DAILET M. BUTTO R.

Gracias a Diversidad Literaria en España por escoger otro de mis cuentos. 

Escribe Hogareña

¡QUÉ MÁS SE PUEDE VENDER!

Vendiendo hasta las medias rotas, si alguien está interesado, sólo para poder comer.

Si existiera el diablo, entonces todas las almas de los venezolanos, de aquellos que estamos en este suplicio de país, le perteneciera.

Solo para conseguir un poco de comida.

 Yo también a esta altura de mi hambre le vendería el alma al diablo. Lo malo que es ficción.

Escribe Hogareña