Vendiendo hasta las medias rotas, si alguien está interesado, sólo para poder comer.
Si existiera el diablo, entonces todas las almas de los venezolanos, de aquellos que estamos en este suplicio de país, le perteneciera.
Solo para conseguir un poco de comida.
Yo también a esta altura de mi hambre le vendería el alma al diablo. Lo malo que es ficción.
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Hogareña
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