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domingo, 23 de diciembre de 2018

DICIEMBRE EN VENEZUELA ES UN VELORIO


1.- Es como si fuera semana santa: Todo silencio, ni un fuego artificial, a lo lejos se escucha apenas algo de música. 

2.- El pueblo callado reservándose las palabras como si estuviera en penitencia.

2.- Ni los niños en las calles jugando, unos más que otros con sus pantalones rotos juegan pelota en las calles.

3.- Cada familia en sus casas para evitar gastos, ni siquiera visitan a sus familiares para no causar molestias ni gastar agua porque tampoco tenemos.

4.- Y en las casas viendo la televisión para apaciguar el aburrimiento. Mientras los que podemos todavía buscamos trabajo "matar algún tigrito" que nos genere ingresos, sin importar las festividades navideñas.

5.- Al salir en las calles te "topa" con los conocidos quienes manifiestan sus males, entonces piensa, ¡para qué salir! Si los demás están peores que nosotros mismos.

6.- En la fecha en que estamos y todavía la gente esperando los juguetes y el pernil que el presidente prometió al pueblo.

7.- Los aguinaldos ni alcanzó para comprar las hojas para hacer las hallacas, así que no hay cena navideña.

8.- Mujeres llorando por sus hijos que se fueron al extranjero.

9.- Y los que todavía tienen para hacer algo en la cena navideña, son muy reservados para no causar molestias al vecino que no tiene. Aunque la generosidad nunca se pierde, siempre comparten el poco de pan que tiene.


Ni ropa de estreno, ni fuego artificial, ni cena navideña, ni comida, ni medicina, ni café, ni agua, sólo la delincuencia desatada.

Escribe Hogareña




sábado, 22 de diciembre de 2018

TRATAR DE SER FELIZ

¡Es posible ser feliz en un huracán de adversidades! 
En donde tratas de salir adelante,
pero siempre hay tormenta que te detiene.

En donde los deseos son más grande que la vida misma,
sin embargo, está allí esa amenaza  que te hace retroceder
y esperar a ver si por algún lado sale un rayo de sol.

¿Es mejor esperar que salga el rayo de sol o 
salir en la lluvia para hacer posible los sueños?

A lo mejor, en la otra esquina hay un radiante sol 
y solo la tormenta está en estas cuatro esquinas. 

O nos quedamos estáticos a esperar el rayo de sol
y ser feliz con lo que nos queda.

Quizás dure mucho la tormenta, así que es mejor
ponerse un impermeable y salir a ver que pasa.


 


Escribe Hogareña

viernes, 21 de diciembre de 2018

ESPÍRITU DE LA NAVIDAD

Quien motiva salir adelante y luchar en la lucha son la familia. Son mis hijos quienes me animan darle sentido a la vida.

Creo que sin ellos no estuviera donde estoy. Le doy gracias a Dios por esas dos personas quienes da respiro a mi alma para decirme que Dios si existe y que todo lo que hacemos vale la pena.

A mi madre quien también la vida no ha sido fácil vivirla, es una mujer luchadora, con tremenda fortaleza y me da aliento con un abrazo y un te quiero, acurrucándome entre sus brazos, haciéndome sentir otra vez niña con la misma seguridad de cuando nací.  

A todas esas personas quienes forma parte de nuestras vidas, en el autobús, en la cola del supermercado, en la calle, en el trabajo, en ustedes quienes cada día lee mis publicaciones. Muchas gracias por hacerme sentir viva. 

No es nada fácil vivir en Venezuela, porque cada día enfrentamos retos diferentes que antes se solucionaban como si nada (comida, inseguridad,  medicinas, transporte, aseo urbano y otros), a veces, con ganas de irse del país, en otras ocasiones solo lloramos nuestras desgracias, sobre todo cuando vivimos en carne propia que nos oprimen aún más, pero aquí estamos con ganas de seguir trabajando y luchando por un mejor bienestar. 

Ojalá que el próximo año sea mejor que este, aunque cada año es peor que el anterior. El mejor de los deseos para mi país y su pueblo que ya nos estamos preparando para lo que se nos viene encima y no es nada bueno.

A pesar de las circunstancia seguiremos unidos con la esperanza de un nuevo cambio que nos ayude salir de la oscuridad en donde estamos. 






Escribe Hogareña
Y BIENVENIDO EL ESPÍRITU DE LA NAVIDAD



Mi pequeño Nacimiento




Mi Árbol de Navidad



Mi Mami




Los seres que más amo 



Escribe Hogareña

martes, 18 de diciembre de 2018

Y EL DRAMA NO TERMINA

La verdad es que retrocedemos al pasado. Empezar de nuevo y no conquistar sino reconstruir, un país destrozado.

Si ustedes vivieran en carne propia como ha quedado PDVSA, y hoy en día, cómo se está destrozando Canaica "El Salto Ángel", es muy triste.

Y el pueblo protestando (o más bien humillándose)  por un pedazo de pernil, en la cual, reciben maltratos  con bombas lagrimógenas y golpizas. 


Escribe Hogareña

domingo, 16 de diciembre de 2018

MEJOR ARREGLAR LOS PAPELES


Todo este año con problema de la nevera, sino es una pieza es otra. Dura un mes que funciona bien y luego deja de funcionar, lo cierto es que en estos momentos la nevera está mala. Pues comprar otra es imposible y la pieza que le hace falta es imposible de conseguir por la escasez, y las que se consigue son usada, es por eso que dura un mes y máximo dos meses. El técnico se las ingenia para adaptarle otra que no es de la misma marca y bueno allí vamos, sin amargarse aunque a veces me pone mal.

Lo que quiero decir es que ayer cuando llevaba al técnico afuera de la casa, me detiene mi vecina a dos casas de al lado y me invita a tomar café, yo no tomo café, pero no la quise despreciar e inmediatamente que me da la taza de café que menos mal que era más guarapo (suave) que café y la doña sin más nada se puso a llorar. Ella es una señora de ochenta años más o menos pero es muy fuerte con todos los conocimientos del mundo.

Entre lágrimas me expresa que su hijo se va del país la próxima semana. Ya se le fue una hija, y hace dos años se le murieron dos hijos en un accidente de carro, y ahora se le va otro. En mi impotencia en vez de abrazarla y consolarla, aunque tenía un nulo en la garganta, le dije que las circunstancia lo amerita, que tenía que tener fortaleza y todas esas cosas que se dicen para que se quedara tranquila.

No la abracé no porque soy mala, sino para hacerla entender que son cosas que pasan y que tiene que dejarlo en manos de Dios. Finalmente ella comprendió, se secó las lágrimas, hablamos un rato de las matas medicinales y sus caraciones, de la harina de maíz que no se consigue para hacer las hallacas, de la situación del país y terminamos en lo misma conversación del principio y otra vez a llorar. Le sequé las lágrimas y finalmente me contó historias de cuando sus hijos estaban pequeños, era como si lo estuviera viviendo en ese instante, con lujo y detalle.

El trabajo de su esposo necesitaba viajar y ella era enfermera y con esos dos sueldos les sobraban  dinero para pasar las navidades, ya para ésta época tenia dos pavos listos, hallacas que regalaba a todos los vecinos de la cuadra y familias, juguetes y ropa para todos sus hijos que eran siete. 

Ahora ella ve como sus hijos que son profesionales no pueden ni comprar la comida para pasar las navidades. "es una desgracia" expresa ella con dolor y luego agrega "yo no puedo irme con mi hijo por la edad que tengo, porque sino me fuera, esto no lo aguanta nadie"

Después de un rato, en la despedida agrega "no me vayas a dejar sola, vente para acá en las tardes para hablar" y yo afirmo con la cabeza así que le doy un abrazo de despedida pensando que prácticamente todos los profesionales y gente con capacidad laboral se fueron del país, pasan los días y más venezolanos se van, será mejor que vaya arreglando mis papeles por si acaso"  


Escribe Hogareña
Con vacaciones escolares y yo todavía con horario de trabajo... ¡MUY BUENOS DÍAS!


Escribe Hogareña

viernes, 14 de diciembre de 2018


TE VEO VENIR SOLEDAD

Franco De Vita

No me digas que
Acabamos de comprender
Que lo nuestro llego a su final
Que sin mi tu puedes continuar

Te veo venir soledad

Y no me digas que
No merezco lo que recibí
Y que yo nunca te comprendí
Pero, cuanto esperabas de mi?

Te veo venir soledad

Que las noches no tienen final
Que la vida sin tu no me vale de na'
Otro golpe para el corazón
Que dejaste tirado aquí en este rincón

Te veo venir soledad

Y no me digas que
Que algún día tal vez volverás
Que por ahora no hay nada que hablar
Muchas cosas, si, para olvidar 

Te veo venir soledad

Yo no te olvidaré
Y no me importa si lo creas o no
Te necesito mas de lo normal
Lo siento si no lo supe expresar
Si no supe como demostrar
Pero es la pura verdad

Que las noches no tienen final
Que la vida sin ti no me vale de nada
Otro golpe para el corazón
Que dejaste tirado aquí en este rincón

Por un amor que se niega a morir
Por lo que tu mas quieras no lo dejes así
Que lo nuestro no puede acabar
Que es mas fuerte de lo que podemos pensar

Por eso, te veo venir soledad

Y yo te esperaré
Todo el tiempo que quieras, da igual
Si quieres busca en otro lugar
Y si lo encuentras te puedes quedar 

Te veo venir soledad
Te veo venir soledad
Te veo venir soledad
fuente: musica.com


Escribe Hogareña

QUISIERA SER...

A veces, quisiera ser como mis amigos que pasan varios días sin conectarse en línea, y cuando por fin lo hacen es porque anuncian que están en otros países, pues yo no, sigo en Venezuela.

Tengo otro trabajo, que no me da tiempo ni siquiera de revisar mis correos y cuando tengo tiempo libre es para dedicarle a mis hijos.

En las mañanas doy clases, en las tardes costurera y en la noche ama de casa.

Pero como siempre sigo aquí.

Nota: Con esa otra entrada dinero solo me alcanza comprar en la primera quincena una harina de maíz y en segunda dos harinas de maíz. 


Escribe Hogareña
LOS FRACASOS


Lo bueno de los fracasos es que cuando vuelves a fracasar dice "esto no es lo peor que me ha pasado" así que sigues adelante y quizás vuelves a intentarlo pero de otro punto de vista.

DAILET M. BUTTO R.



Escribe Hogareña

sábado, 8 de diciembre de 2018

¡Y quien irá a votar mañana! Ya ni expectativa hay de quien quedará electo en las elecciones... todo es desánimo y apatía... nadie confía en nada.
MI VIDA POR AHORA

Vivo en un hogar modesto, donde lo más importante para mí y lo que deseo para mi familia es la paz, alegría y mucha unión.

Y como el presupuesto no da lo suficiente para la alimentación, decidí dar clases, aprovechando que también tengo un título en Licenciada en Educación y por supuesto que me aceptaron porque también tengo un diplomado, y un Post Grado, sin contar lo demás. Aquí en Venezuela prefieren vender comida en la calle que dar clases, porque se gana más. Los títulos y los estudios en este país no vale nada.

La verdad es que no quería trabajar, ya que me había acostumbrado atender el hogar, que a pesar de que trabajo más y sin paga, estaba tranquila.

Lo cierto es que ya tengo tres meses dando clases y es mucho estrés, apenas si me voy acostumbrando, y lo peor de todo esto es que la quincena no me alcanza para comprar queso ¡Qué les parece! y eso es una rabia que me da e impotencia por no consentir a mis hijos ni siquiera para comprarle un caramelo.

Bueno, en las mañanas doy clases con carga completa (1er año a 5to año) en el área de Castellano y en las tardes me pongo a coser por encargo, sobre todo pantalones a mujeres que les han quedado flojo porque han adelgazado por la misma situación del país y claro como no les alcanza el dinero para comprar otro, entonces los manda arreglar y allí me gano algo, que con eso más con el sueldo solo alcanza para comprar una crema dental y un kilo de arroz.

Es por eso que no he escrito como debería en mi blog, trataré de hacerlo más seguido.


Escribe Hogareña
 
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