Esos labios suaves y dócil, sus
manos heladas de temor enredarse con su larga cabellera lo había llevado a otro
mundo. A un mundo inhóspito en donde solo existía él y ella. Los labios
entrejuntados con movimientos sin prisa fueron tomando intensidad el frenesí se
habían apoderado de esos cuerpos semidesnudos y un ardor en el estómago que
poco a poco se hacía silencio. Eran los dos bajo ese mundo que ellos mismos
crearon.
Soñando despierto otra vez se
acercó a la puerta, en su desesperación quería encontrarse con ese rostro que
no lo dejaba conciliar el sueño durante muchas noches. Era el tiempo y promesa
que una vez se hicieron.
Nerón caminó hacia la puerta y
con dos golpes con miedo, pero firme tocó la puerta. No pasó mucho tiempo que
una voz aguda desde adentro preguntara:
-
¿Quién está allí?
Nerón pausadamente respondió:
-
Disculpe usted, pero estoy buscando a Jhoanna.
Comenzó a escucharse algún manojo
de llaves para luego abrirse la cerradura. Al abrirse la puerta salió una chica
muy hermosa igualmente que Jhoanna que iba acompañada con un corpulento hombre
que parecía su cuidador. Tenía puesto un vestido de brillantes que le llegaba a
los tobillos con una raja de un lado hasta las caderas que se le hacía notar la
firmeza de la pierna. Los labios de un rojo pasión y el cabello alborotado intencionalmente
con brillantinas. Nerón miró a los alrededores y visualizó la gente caminar en
parejas. Chicas jóvenes de buen cuerpo y un escenario donde las más bellas
mujeres hacían su baile de la noche. Un baile, un turno y un número iban
saliendo a dar el mejor espectáculo. Mejor que ayer, mejor que antes, ya los
pálpitos del corazón al salir al escenario no eran importantes, sino la
destreza que cada uno ponía al brillar como artista.
La música se hacía sentir aún más
fuerte. También se escuchaba el bullicio de la gente y no era lo mismo de aquel
pueblo fantasma. Lo más seguro era que el pueblo mismo estaba allí en ese
recinto, Por eso tanto silencio.
La mujer de ojos profundos, pero
con algo de picardía extendió la mano para presentarse:
- -Mi nombre es Brenda papasito ¡Para qué soy útil!
¿En qué te puedo servir?
Brenda miraba a Nerón de arriba
abajo y giró hacia un lado para observar su cuerpo. La mujer de cabello
alborotado y color oro llamó a Toni su protector, un hombre robusto, algo
misterioso
- - Atiende al caballero.
Brenda volvió a mirar a Nerón y
replicó:
- -Trajo dinero.
Mientras Nerón cambió su rostro
para decir:
- -Disculpe usted señorita. Usted no entiende, He
venido a buscar a una chica, de ojos marrones oscuros y cabello muy largo,
quisiera saber de ella. Quedamos en encontrarnos como lo habíamos dicho. Yo
cumplo mi promesa.
Toni comenzó a reírse
irónicamente mientras Brenda dijo:
- -De qué hablas tu muchacho, aquí no hay promesas,
aquí no hay nada que no sea mío. El dinero es la única promesa que conozco.
- -Se llama Jhoanna por favor.
- - Si Jhoanna, es una de mis mejores chicas.
- -Me la puede llamar un momento.
- - Para dejártelo bien claro, aquí se viene a
consumir, todo tiene su precio.
- -Lo sé, lo sé.
- -Dame lo mejor que tenga y tienes el patio libre.
- Nerón sacó un fajo de billetes y se lo entregó a
Brenda. Brenda se volteó y le dijo a
Toni:
- -Busca a Jhoanna
Luego miró a Nerón
- -Jhoanna es una de mis mejores bailarinas, haría
de todo para no perderla, así que tenga mucho cuidado con lo que vaya hacer,
Nerón sin decir palabras siguió
hacia adelante observó el telón abrirse para ver aquella mujer exuberante.
Tenía una malla de color púrpura pegada a su piel, sus ojos brillaban como las
estrellas y su cuerpo se contorneaba al ritmo de la música. Su cintura giraba
de un lado a otro sin cesar mientras bailaba de puntilla.
Nerón la miró imaginándose que
era una diosa, caminó hacia adelante mientras ella en el escenario iluminaba
con su sonrisa a los presentes. En ese momento ella lo miró, y se detuvo por
varios segundos, quiso bajar, pero Brenda estaba cerca. Jhoanna sabía que tenía
que terminar el Show. Y la función tuvo que seguir.
LAS VELAS
ENCENDIDAS
Era una casa modesta de un solar
inmenso, dos perros adiestrados no paraban de correr al menor ruido que sentía.
Todo por instinto. Mas allá el jardinero y chofer de la casa recostado en su
habitación trataba de conciliar el sueño. Mientras escuchaba a Lili retorcerse
en su rabia por la ausencia de su hermano Nerón.
- -Jamás se lo voy a perdonar. Como crees Sofia,
dejarme aquí encerrada.
-Sofía la miraba fijamente y con
algo de miedo.
- -Quédate tranquila amiga, ya vendrá
- -Estoy cansada que me trate como una niña. Desde
que mis madres murieron se cree que le pertenezco.
- -Solo lo hace para protegerte.
- -No necesito protección de nadie.
- -Ya verás lo que voy hacer.
- -No hagas nada de lo que te pueda arrepentir
Lili.
Lili la niña de la casa, ahora huérfana.
Se le consintió todos los caprichos que ella deseaba. Su padre que era un
hombre de negocios y buena posición social veía por los ojos de ella. Después
de quebrar la empresa y de haber caído en depresión calló en el alcohol y la
justicia que lo llevó a huir junto a su madre que terminaron sus vidas en un
accidente automovilísticos. Dejando a Nerón y a Lili con los acreedores del
banco que le quitaron todos sus bienes y dejándolos con una sola casa. Fernando
el jardinero, chofer y el que hace todo en la casa y que decidió seguir a la
familia por agradecimiento a su crianza, les sería fiel hasta el final y Sofia
su única amiga porque las demás dejaron serla al saber que quedaron en ruina.
- -Sofía no es justo, no es justo, no es justo… -
mientras más hablaba se llenaba de ira y solo quería vengarse de su hermano.
- -Lili tengo tiempo conociéndote y sé que esa
mirada es de estar tramando algo.
Lili caminó hacia la puerta y le
dijo a Sofia que esperara. Sofia pensó que iría al cuarto de su hermano por lo
que trató de cerrar la puerta.
- -No vayas hacer alguna tontería.
- -Nada de eso Sofía, apártate…
- -Que no
- -Déjame tranquila, de lo contrario le diré a mi
hermano que sigues enamorada de él.
- - No Lili, no hagas eso.
- - Déjame ya.
- -Ya eres grande para estar detrás de ti, vete a
donde te de la gana. Estoy cansada de tus estupideces.
Lili salió de prisa de la habitación,
bajó las escaleras y entró a la cocina, abrió la otra puerta que salía al jardín
para luego abrir otra puerta y encontrarse con Fernando. Sin mediar palabras
Lili se acercó a Fernando que seguía recostado en su cama para ella lanzarse
encima. Fernando sabía lo caprichosa que era Lili, así como sabía que hacía tal
rebeldía para molestar a su hermano, pero aun así no dijo nada; así como
tampoco se movía. Los dos se miraron a la vez que ella se quitaba la camisa,
Fernando estaba sin ropa. Ella siguió con la cremallera del pantalón mientras
se le acercó para besarlo. Al principio Fernando le respondió con el mismo beso
salvaje, no había pasión ni ternura. Solo se percibía la ira y la rabia. Los
dos se besaban sin parar mientras las caricias frenéticas se hacían sentir por
el cuerpo. Besos en el cuello, las orejas, los pechos, en el ombligo y las
piernas. Fernando deseaba seguir el juego hasta que al verla totalmente desnuda
la detuvo. Era una tontería su decisión lo pensó, pero sabía también que no podía
traicionar a su amigo. Apartó a un lado a Lili diciéndole que se vistiera y me
marchara.
Fernando se vistió y se fue al baño.
Y encerrado discretamente le daba golpes a la pared mientras se veía al espejo
por haber despreciado aquel ángel. Mientras Lili desde afuera decía:
- -Eres un mariquita o qué… no tienes los pantalones
bien puestos – Ella se vestía para marcharse para luego agregar -Ya sabía yo que
eras un mariquita, más bien perrito faldero de mi hermano, ahora si creo que estás
enamorado de mi hermano.
ddDespués de eso solo se oyó escuchar cerrar la puerta de un solo jalón.