VENEZOLANO

De su piel brota la sabiduría
del mucho trabajo
sol a sol, aún bajo la sombra
se ingenia para sobrevivir.

Ríe en la agonía
y se ingenia con lo poquito
ayuda a su vecino
a pesar del hambre y la venida muerte.

Está aquí muy cerca
entre el sol y la luna
y aunque no ves, lo que yo veo
el venezolano cierra sus ojos.

Muchas lágrima con deseos lejanos
quisiera pero con un deseo enorme
que Venezuela vuelva a ser feliz
y la promesa para los nuevos paridos
en  esta tierra tengan un lugar bonito.

Florece al mismo tiempo que se marchita
vuelve a suspirar y se arriesga
y las tierras que eran fértiles ahora están desoladas
las escuelas falta de profesores
y los hospitales claman un milagro por vivir en la decadencia
los jóvenes con ganas de prosperar con el don de construir
lo hacen en otros países y los que quedan
solo les quedan robar.

Comienza con un cigarro y después lo que ofrece un militar
olvidarse del dolor del hambre y no le importa vivir.
Después un empresario con ganas de surgir en su país muerto
por el joven que nunca tuvo oportunidad.
siguen saqueando las minas porque ya PDVSA no da pa´más.
Petróleo que era el único sustento lleno de corrupción.

Muchas empresas sin explicación cerraron sus puertas y
las empresas básicas dejaron de producir
lo que da para el venezolano es bachaquear,
más que ser un profesor, ingeniero, doctor...

El bachaqueo tiene más futuro
para el venezolano que se queda en su país.
Todos queriendo comprar una nevera.
Solo alcanza para comer en el día, rogando
tener para mañana, aunque sea sardina.

Que le queda al venezolano,
recostarse en cualquier país,
quizás siendo discriminado en cualquier ocasión
teniendo un país rico en petróleo, oro, hierro, aluminio, cortán...
todos se los roban, todos los saben pero nadie dice nada.

Con temor a ser juzgado y puesto preso
es mejor callar y esperar el clap y en bono
que nunca llega; muchos tienen suerte: son los enchufados,
los militares, son los ganadores, más ricos del país.
Sin mencionar la comitiva que está allá arriba y los chinos
que son los que están haciendo ricos a costilla de mi país
y que no les importa un carajo, lo pase aquí, solo llevarse el oro.

Algunos políticos tratan de hacer lo mejor
son los están presos, así como algunos estudiantes inocentes
que son llamados presos políticos
y sus madres lloran al pi de la cárcel
sale libre el asesino pero el estudiante sigue preso.

Se encuentra los políticos interesados, en tener el poder
ese político nunca surge y solo se queda en papel periódico.
El papel periódico que ya ni circula y que nadie compra para leer.
"Está tan caro" que es mejor comprar aliño para comer.
Ya no se pierde los mangos, ni siquiera llegan a madurarse,
el joven ni busca para leer y mucho menos hacer una poesía.

Es mejor pedir en un centro comercial, las migajas que dejan los militares
sus mujeres una, dos y hasta tres, se dan la gran vida y hasta los actores
se fueron del país. Los escritores que aún quedan, tienen miedo de escribir
no vale la pena ejercen cualquier profesión porque es mejor irse del país.

Todavía me deleito en el amanecer venezolano
con mis hijos pequeños
pidiéndole a Dios que tengan
la abundancia que yo tuve alguna vez.

Mi padre con un solo sueldo, mantenía a nuestra familia,
a mi abuelos y también le alcanzaba para viajar, construyó su casa
y algo más.
Y aunque ni siquiera puedo comprarle un helado y solo le doy mi ternura
espero que pronto Venezuela sea como antes. no separarme de mis hijos
y lo pienso.
Y dolería mucho verlos partir pero es mejor que estar aquí.

Mi esperanza puesta en un mejor futuro para mi país
sigo esperando, a pesar de ver gente muriendo por falta de medicina,
a pesar de ver personas muriendo de hambre,
a jóvenes muertos por la policía, esos jóvenes que roban y que también matan.
A venezolanos peleándose por un paquete de arroz,
los que mueren por comer yuca amarga.
Hay mucho que seguimos esperando por una Venezuela mejor.

A pesar que sabemos quien va a ganar
las próximas elecciones presidenciales.
A pesar de eso, esperamos un nuevo amanecer.
En ese mismo sol y la misma luna en que tu y yo
nos regocijamos cada día.

Tu allá y yo aquí.

Escribe Hogareña