Como se pude compré un cartón de huevos en setecientos bolívares, cuatro kilos de sardinas, dos cebollas, cuatro papas, kilo de azúcar, harina de trigo (allí se fueron dos millones y medio de bolívares), orégano y culantros que tengo sembrado en el jardín, fui al parque con los niños y tumbé varios mangos verdes y merey y un poquito de mantequilla que lo tenía guardado para cualquier ocasión especial.
Hice pastel de sardina, carato de mango y jugo de merey (gracias a Dios que a mis hijos le gusta el merey), y les hice galletas.
Aquí en casa como siempre mirando televisión en familia, para ahorrar gastos y evitar cualquier malos inconveniente.
Estamos vivos, con buena salud y todavía con un poquito de lujo de darnos el gusto de comer la comida típica de la época. Gracias a Dios. Muchos no tienen ni para comer en el día.
Escribe Hogareña
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