Te veo desnudo y no hago más que observar ese cuerpo imperfecto y más que perfecto ante mis ojos.
Ciega cieguita estoy ante ti y me rindo en tus tiernos besos que recorren mi piel suavemente.
Mi corazón siempre palpita y siempre es así, como la primera vez. No dejo de temblar cuando me tocas y otro beso en tu cuello que después termina en tus labios.
Y un besos largo, despacio y profundo hace que miles de mariposas revolotean en mi estómago.
0 comentarios:
Publicar un comentario