domingo, 26 de diciembre de 2021
NAVIDADES 2021
HOY POR HOY VIII
Más, tomé la decisión de salir del país por el futuro de
mis hijos. Ya el mayor va a graduarse de bachiller y el otro hijo en camino.
¿Qué pasará cuando quieran salir a la calle y andar con gente de su edad?
Porque la realidad es que están creciendo y van a querer tener sus círculos de
amigos. Cómo decirle a un hijo que no puede salir de casa cuando la verdad es
que tienen que salir y expandirse. En mi país eso es imposible, muchos jóvenes
quieren desarrollarse y tener sus cosas y cuando lo tienen llega otro joven mal
encaminado lo matan para tener eso que nunca tuvo. Co esto quiero decir, que
hay varias opciones, una “te quedas encerrado en casa para toda la vida, no
salir para nada y morir en el intento”, dos “sal a la calle, compra tus cosas y
tienes el porcentaje alto de morir cuando te roben”, tres “te conviertes en
malandro y estafador, pero con el riesgo también de morir”, cuatro salir del
país y buscar otro destino con mejor calidad de vida.
Y yo, por mis hijos decidí salir del país. Es la mejor
opción. Es por eso, mi decisión.
domingo, 19 de diciembre de 2021
HOY POR HOY VII
Al decidir irme del país tuve que tomar medidas muy fuertes,
que dejarían heridas muy abiertas, tristezas, alegrías, amores, sueños, anhelos y deseos atrás. No crean
que es fácil dejar todo así por así, para seguir otro sueño que ni siquiera sea
real. Solo es una maqueta, un sueño y un sentimiento.
No es fácil decirse irse del país, del lugar que me vio crecer y encaminarme hacia un destino que parecía cierto.
Fueron tantas cosas, como el divorcio, luego la
inestabilidad que me proporcionaba la vida misma, el mismo país, pues todo se
juntó. Como decir que podía seguir adelante cuando en realidad me encontraba
sola.
Y todo se dio cuando se me cayó el teléfono y se rompió la
pantalla. Resulta que comprar la pantalla del teléfono costaba mucho dólares, ya que el Bolívar no tiene validez en mi país sino el dólar. Y
era dinero que no contaba, entonces pensé, mi sueldo solo alcanza para comer
una semana y los trabajos que realizo adicional para comer otra semana más.
Entonces, qué pasará si mi hijo se llega a enfermar y necesito comprarle
medicina. Pues, no podría comprarle la medicina. Y por esa razón es mi
decisión. Decidí irme del país. Y todo por ese alguien me que propuso irme.
Pasando por encima del amor de lo más grande que tiene una madre "sus hijos",
que son mis hijos, seguidamente de mi madre. El lugar de destino que elegí y
que se me dio salir fue a España.
lunes, 13 de diciembre de 2021
HOY POR HOY VI
Así transcurrió la pandemia y cuando menos pensé me llamaron para sacar el pasaporte (foto y firma), luego llamaron a mis hijos, no lo podía creer parecía mentira que ya estaba cerca de tener el pasaporte; pero aún devastada por la frustración y la decepción no creía en nada y solo en mi, seguí en mi trabajo como profesora, cosiendo ropa, vendiendo ropa usada y haciendo cualquier trabajo que se me presentaba. Había bloqueado cualquier intento de cambiar mi vida.
En mi vida privada hablaba mucho por las redes, pues era mi mundo, conocí una comunidad de amigos en un grupo por skype, de todas partes de América y Europa, eran muy buenos amigos y amigas (era solo hablar y Hablar en grupo de nuestras costumbres y culturas), también pertenecí en otro grupo de mi apellido Butto y que todavía pertenezco (personas de América, Europa y Algunos de Asia), grupos de inglés (América y Europa).
Esos grupos me ayudaron a conocer otro mudo desde mi mundo pequeño, fue como viajar en el espacio y tiempo, y fue un mundo bonito y mágico.
Personas Especiales como Rafael, Kimi, Octavio, Sonia, José, Alex Estefanny y cientos de personas más a quien aprecio y quiero mucho desde la distancia. No dejaría de mencionar Merhmet, Oscar, Eduins, Rosa, Nohelia, Inés grandes personas.
Hasta que un día alguien muy especial, con quien hablaba mucho por las redes sociales me propuso salir del país, la verdad que lo pensé mucho, y no por mí, sino por mis hijos. Al fin y al cabo, yo tenía un cuarto, televisor, un trabajo mal pago pero lo tenía. Sin embargo, el futuro de mis hijos es incierto.
En un país donde la juventud está perdida, en donde no hay sitio en donde recreare, en donde vivimos encerrado y no precisamente por el covid, en donde no puedo comprarle ropa y qye mis hijos tienen que vestirse con ropa usada, en donde no sabemos si existe un mañana, en donde no se permite enfermarse y mucho menos comer más de lo normal, y así sucede en mi país, y nadie más para conocerlo que ustedes, aún cuando lo vivo en carne propia.
Así que decidí irme del país.
domingo, 12 de diciembre de 2021
HOY POR HOY V
Durante la pandemia del covid me encerré en mi casa, y más
que casa en mi cuarto esperando un no sé que cosa, mientras comencé a dar
clases online, que me distraía de la realidad, sumergida en la vida virtual y
dejando a un lado un poco la vida real, un año y medio en tan difícil
situación.
Para ese entonces había perdido un poco la esperanza de
seguir adelante, me olvidé de buscar otro rumbo y me resigné a vivir bajo un
gobierno que cada día nos agobiaba más el régimen que nos sometía y a un ex
marido que vivía en un mismo techo conmigo.
Ya había bajado a guardia, ya que la misma novia con quien
él pensaba rehacer su vida, lo secuestró y casi pierde la vida porque la chica
al igual que su novio que no era mi ex esposo pensaba que este tenía dinero
guardado.
Recuerdo que mi ex esposo llego a casa descalzo, ropa sucia
y lleno tizna, y mi corazón se puso pequeñito lleno de tristeza la verlo de esa
manera, por lo que le lavé la ropa mientras él ponía la denuncia contra su
propia novia y él a ver que le lavé la ropa me dijo “no vuelvas hacer nada para
mí, porque no sabes lo que te voy hacer” y vi en sus ojos mucha ira que nunca
más hice algo a su favor.
Sin embargo, durante el tiempo de la cuarentena de la
pandemia y después de haber pasado por lo que pasó, y aún cuando ya se
encontraba solo pues comenzó aportar dinero a la casa, después que me abrí
camino y comencé a salir adelante por mis propios medios y sin su ayuda.
Comenzó a comprar comida, con el negocio que él y yo
forjamos con tantos esfuerzos, pero que él nunca reconoció que a mi me
pertenecía la mitad de las ganancias, y que yo de alguna forma renuncié a ese
derecho, con la finalidad de que le traspasara ese negocio a mis hijos, pero
que él nunca tampoco le dio beneficio a mis hijos.
Lo cierto es que compraba comida con el fruto de nuestro
propio negocio, y era solo eso y siempre fue así, solo comida, obviando la
educación, salud, vestidura y recreación; y en cuanto a mi solo, pues nada de
beneficio.