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Hogareña
martes, 30 de octubre de 2018
LA SOLIDARIDAD DEL VENEZOLANO
Compré el expectorante como se pudo, de farmacia en farmacia. Sí había, pero los precios incomprables, una amiga me regaló matas para que le hiciera té a mi hijo y otra un poquito de vaporub (no se consigue en ningún lado) que reservaba con tanto recelo. Gracias a Dios y a la misericordia de quienes están a mi alrededor mi hijo está mejor. Un ataque de asma y gripe.
No quiero ni pensar lo que están pasando aquellos venezolanos que se encuentran en hospitales. No hay ni siquiera nebulizadores activos, que es una de las cosas más comunes que deberían tener cualquier sistema de salud.
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Hogareña
domingo, 28 de octubre de 2018
jueves, 25 de octubre de 2018
BUENAS NOCHES
Perro casi quince días sin internet. Por motivo de la mala recepción de la señal. Y resulta que cuando ya tengo la señal y pude navegar resulta que pareciera que el mundo está diferente de cuando lo dejé.
Nuevas noticias, nuevos programas y peor aún, toda la presentación del link diferente, menos las redes sociales y claro Geogle lo mismo. O sea, que si pasa un mes, tendría que hacer un curso para poder navegar.
Mis saludos y buenas noches.
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Hogareña
jueves, 11 de octubre de 2018
martes, 9 de octubre de 2018
miércoles, 3 de octubre de 2018
CLARO
QUE SI
Se
encienden las lucecitas de aquellas casas lejos, aparecen los cocuyos
confundiéndose con el atardecer, los
enormes árboles de gruesos tallos y las gallinas se acurrucan con sus
polluelos. Deseando trepar los ramajes.
Las
nubes desaparecen lentamente que dicen hasta luego. No es invierno. Se asoma
doña Rita peinándose su larga cabellera sin dejar de mirar a su esposo que cierra
el portón. Parece verlo claramente en su ceguera de tanto cocinar en fogón.
Las
leñas recostada en el horcón y los últimos cantares de los pájaros, ella se
queda tranquila escuchando a su marido y los cánticos de las aves, es mejor
sentarse en el chinchorro junto a la lámpara de querosén, llega la noche, el
corredor oscuro, el bosque en silencio, y es mejor dormir a pesar de que el
día y la noche sean lo mismo.
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Hogareña
martes, 2 de octubre de 2018
ESPIGA
DORADA
Las luces del atardecer son matices entre colores entre amarillo y rojizo, enamoran a
cualquiera y apacigua hasta el más duro corazón.
El
llanto lastimero del alma rota palpita en el dolor, consumiéndose el pueblo a
raíz con su gente.
Lloró,
lloró y lloró hasta que su alma se purificó, entre ese atardecer brillante y el
renamiento del pueblo después del torrencial.
Las dos
almas sentadas en la orilla de la carretera frente a la casa de barro y al lado
del maizal de hermosas espigas.
Un trago
de agua ardiente para pasar el frío y un beso en los labios diciendo te amo mientras se deleita en el anochecer.
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Hogareña
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